Mi Pecado

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Tiago sale al jardín, encuentra a Zoe llorando y se muerde el labio al verla.
Le daba pena, no quería verla asi pero como siempre, decide hacerse el frío en estás situaciones.

—¡Qué buen show! —Se detiene enfrente de ella, aplaudiendo pausadamente —. La verdad, majestuoso.

—Majestuoso —Zoe levanta la cabeza para reírse sarcásticamente de las palabras de su amigo—. Andate, Tiago.

—¿Que pérdida de tiempo, no? —Él se cruza de brazos— Digo, no valió la pena hacer tanto escandalo porque volvemos al comienzo del juego: estas, denuevo, con los dos a la vez.

—No estoy denuevo con Leo.

—Decitelo a vos misma eso, porque con tus acciones parece que si.

—Yo no puedo creer como estás del lado de Exequiel cuando viste, en vivo y en directo, como me rompió el corazón en su entrega de diplomas —Zoe niega con la cabeza—. Encima también se enojó con vos y andá a saber que te dijo.

—Es mi mejor amigo y todos nos podemos equivocar, Zoe.

—Y yo soy tu mejor amiga mucho antes que él, y así igualmente te pones de su lado.

—¿No pensas que le podés dar una segunda oportunidad por esos días dónde lo tenías escondido como segunda opción?

—Exequiel nunca fue una segunda opción para mí, desde que lo conocí fue prioridad. —Zoe lo mira mal.

—De todas formas seguías con Leandro y no es lindo estar en una relación compartida.

—Tampoco fue lindo que él me haya dejado de hablar y se haya ido con otra chica a vacacionar a su pueblo.

—Sos una cabeza dura y no lo vas a entender hasta que pierdas a Exequiel, ahí si te vas a arrepentir —Tiago levanta la voz y después suspira—. ¿Sabes lo que pasa? A vos te asusta lo nuevo. Estabas tan bien con Leandro, se llevaba bien con sus familias, era el preferido por tus hermanos y lo tenías cuando querías porque siempre coincidían en el club. Pero llegó Exequiel y te cambió todo.

—Si, empecé a sufrir.

—¡No! Abandonaste el piloto automático. Exequiel para vos es una incógnita, no lo conoces desde chiquito, no conoces a la familia, tus hermanos lo atacan por ser alguien nuevo para vos y por ser de Boca —Explica Tiago—. Y encima, no te deja hacer las cosas como vos querés, algo que te saca de tu zona de confort.

—No sé si vos estás escuchando las incoherencias que estás diciendo.

—Saliste de lo cómodo para pensar que cambiarias la vida perfecta con Leo por irte libremente con Exequiel a cualquier lado y experimentar cosas nuevas.

—¡Zoe vení, ya empieza! —Ayma aparece por el ventanal con un gorro enorme de Racing— ¿Está todo bien? —Pregunta al ver cómo Tiago la miraba y como ella estaba pensativa.

—Si, todo bien. —Zoe trata de sonreírle para levantarse y entrar al salón dejando a su mejor amigo afuera, más que contento por haberla hecho pensar.

Adentro, la típica guerra de hinchadas con espuma se había armado como todo cumpleaños familiar.
Zoe apenas llego al centro de la pista, se rió al ver a Ciro, quien se había sacado la camisa para no mojarla con la espuma y se puso una remera, al igual que su papá y Teo.
Los tres obviamente del lado contrario a Zoe, quién nunca se identificó con los mismos colores que ellos.

Ayma le pone a su prima un gorro con plumas blancas y celestes para el carnaval carioca y para que Zoe después no se queje del pelo con la espuma, la conocía bien.

Pasaron 10 minutos dónde ponían canciones de cancha, tanto de River como de Racing, mientras los dos lados cantaban hasta que las luces se bajaron para iluminar al escenario del salón.
 
 

"Tú dices que me olvidaste y lloras
Que tú eres feliz ahora
No te mientas
Si me llamas pa' que me vuelva a meter en tu cama
De tu corazón no me borraste
Pasé de ser tu novio, ahora tu amante"

Zoe gira para ver a su prima quinceañera, quién asiente con la cabeza, confirmandole lo que estaba enfrente de ella.

—¡Suena, suena La Kuppe! —Firma el cantante.

—¡Y que explote, bebé! —Su cuñada viene corriendo para bailar con ella.

—Boluda, me muero —Se ríe Zoe—. Fiestón.

—Vamos arriba, dale. —Camila la agarra de la mano y las hace subir al escenario donde estaba la banda que le gustaba a Zoe.

—Si me llamas pa' que me vuelva a meter en tu cama, de tu corazón vos no me borraste yo tengo lo que él no puede darte. —Canta el principal e invita a las dos a cantar.

—¡No me digas que no, se que te mueres por darme tu amor, dile que conmigo te vas, que no puedes más y que no lo quieres más! —Canta Zoe por el micrófono haciendo reír y aplaudir a sus familiares.

Geraldine agarró su celular para grabar a su hija mientras bailaba, a su lado, Ciro no podía creer lo que estaba viendo.

—¡Yo soy lo que tú cuerpo pide, Mami! —Canta Chu haciendo que Ciro se tape la cara riéndose. Zoe había invitado hasta a su cuñada al escenario, otra persona que le gustaba esa banda.

Divertido ante la situación, Ciro agarra de la mano a Leo y lo hace subir con él al escenario para bailar con ellas dos.

—¡Acá si que se armó, eh! —Dice el cantante mientras pedía palmas a los familiares.

  
[...]
 

 
   

—¿Y? ¿Qué te dijo? —Pregunta Exequiel apenas Tiago vuelve del jardín del salón.

—Nada, pero al menos la hice pensar.

—Uh, no —Dice Matías al ver a quienes alumbraban las luces en el escenario—. La banda que le gusta a Zoe.

—¿Qué tiene?

—Ahora vas a ver —Se ríe él para, después de unos segundos, señalarsela subiendo al escenario—. Uh, encima mi cuñada también está borracha.

—¿Qué hace ahí arriba? —Pregunta Exequiel.

—Te presentamos a la versión de Zoe cuando se le juntan todos sus problemas con los tragos que tomó. —Explica Tiago mientras negaban con la cabeza.

—¡Este Ciro es un pelotudo! —Grita Matías apenas lo ve subir con Leandro al escenario.

—No, yo lo mato. —Dice Tiago cuando lo ve a su amigo, bailando con Zoe y de qué manera lo hacía.

—Creo que ya es momento de irme.

—No, bosterito —Teo llega para rogarle—. ¿Cuándo empezas la pretemporada?

—En una semana.

—Perfecto, te venís con nosotros a Uruguay —Contesta el más chico, llevándose la sorpresa de los otros dos—. ¿Qué? —Teo se encoge de hombros y mira a su hermano— Vivimos llevando de vacaciones a cualquiera, llevarlo a él es un caso de emergencia.

—A veces me sorprendo de lo inteligente que sos, Chino —Matias lo despeina—. Igual ya me olvidé porque volvíamos a viajar para Uruguay.

—Tu mamá tiene que organizar su showroom con la mía, festejamos el cumpleaños de Zoe y de tu papá. —Le contesta Tiago, quién iba con su familia todos los veranos con ellos.

—Listo, tenemos el regalo de Zoe.