CAPÍTULO 71

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Asiento con la cabeza tan solo una vez y me dirijo a la puerta al oír el sonido del timbre. Miro a mi mamá y le guiño un ojo, sonrío ampliamente y salgo por la puerta encontrando a Alex allí parado. Necesitaba ver a mi amigo, tengo que admitir que ya lo extrañaba más de lo que me había imaginado. Ver a esa persona me hace feliz, aunque no quiera aceptarlo, su sonrisa y sus brazos siempre me esperan. Sé que mi madre debe de estar pensando que estoy engañando a Paul con todos, pero no creo que sea conveniente hablar de eso con ella ahora mismo; le voy a contar toda la historia cuando sienta que deba hacerlo.

Me acerco con rapidez a él y lo abrazo con fuerza. Necesito de su apoyo ante todo lo ocurrido anteriormente, no quiero que él me vea triste, pero ya es tarde. Al menos sé que no tengo que mentir cuando estoy con él, Alex es un gran pilar en mi vida y lo quiero mantener por siempre ahí. Ya me puedo imaginar en su boda con James, cuando adopten a su hijo y hasta un perrito. Me imagino un montón de cosas al lado de mi mejor amigo. Estoy muy contenta de que James y Alex se hayan conocido.

—Espero no haber tardado demasiado —Río entre dientes.

—No. La verdad es que nunca tardas nada. Es peculiar la manera en la que te arreglas tan rápido, juro que yo no lo comprendo.

Suelto una carcajada sonora ante sus labios y ruedo los ojos.

—Tardo, pero tú no te das cuenta de que es así... debo dar las gracias a mi ingenio con la rapidez de mis manos, ya que sin eso. —Niego con la cabeza más de una vez—. Sin eso no sería nada. Tengo que aprender a realizar cosas nuevas, pero... ¡Vámonos ya!

Caminamos hacia su vehículo y me adentro viéndolo a los ojos, me coloco el cinturón de seguridad y me doy cuenta de que el viaje comienza más rápido de lo que yo podría haber imaginado en un momento. Tengo muchas cosas que hacer el día de hoy, no me puedo quedar perdiendo el tiempo como suelo hacerlo. Hoy es un día nuevo, tenemos que aprender a vivir mejor.

—Kath, tengo que hacer una pequeña parada, pero no te preocupes —comenta tocando su teléfono—. Serán unos segundos. Así que no vas a llegar tarde a ninguna parte, linda. Tú cálmate y verás que haré mágica llevándote a dar ese examen.

Sé que él es un magnífico conductor, así que no me preocupa llegar tarde al examen. Sé que no me fallara. Es una de las mejores personas que he conocido en esta vida.

—Okay. No hay problema, Alex.

Me estiro para poder subir la música y él niega con la cabeza tan solo una vez.

—¿Le bajas? Me duele la cabeza. —Me pide con delicadeza sabiendo que no me puedo negar a su pedido.

Asiento bajándole a la música, pero me sorprende su actitud. Él nunca me ha pedido algo como eso y menos a la música de Dua Lupa. Es muy peculiar, no quiero decir nada malo ante la situación, pero me estoy imaginando que las cosas no están para nada bien con su relación o ¿será con mi amistad?

Lo miro con el ceño completamente fruncido.

—Alex, ¿sigues hablando con James? —Le pregunto tratando de sacar conversación de algún modo—, no me molesta si lo haces.

Alex me mira deteniendo el vehículo en la esquina de una casa y asiente con la cabeza tan solo una vez.

—Sí, Kathe... Él realmente me gusta mucho. —Se estira a la parte trasera del vehículo y saca algo que no logro ver—. Ya vengo, le doy esto y vamos.

Asiento con la cabeza.

—Saluda de mi parte —le digo con una pequeña sonrisa sobre mis labios—. Extraño a James, pero él fue el que me dejó en la casa de Ferrari con los chicos.

Él asiente y baja del vehículo con suma rapidez.

James no tarda en abrir la puerta y ahí pude notar que se encuentra Paul con el cabello mojado al igual que Laby: es evidente que se bañaron juntos. Paul está raro y se ve como aquellos comensales de la noche del compromiso, también me hace recordar a esos sujetos raros de la tienda de antigüedades. Todo esto no me gusta en lo absoluto, siempre tiene cosas para planear y lo detesto.

Algo extraño está sucediendo, pero nuevamente no sé lo que es. Nunca sé lo que pasa, todos me ocultan cosas que me gustarían saber, pero no me dejan enterarme.

Le subo a la música mientras que Alex no está.

Oigo que la música es dejada atrás y una voz se oye, no me resulta complicado saber que el dueño de esa voz es Javier.

—¿Qué demonios? —Pregunto viendo a todos lados en búsqueda de él.

¿Qué es lo que está ocurriendo? No comprendo nada. ¿Qué es lo que Alex, Paul, Laby, James y Javier traman?

Observo que Javier está golpeando la ventana del vehículo. No dudo en abrir para poder ver lo que él quiere conmigo.

—Mi bella Katy —susurra acariciando mi mejilla con la yema de sus dedos—. El final se ha suspendido.

Mi ceño se frunce ante aquel comentario, debo confesar que no me lo esperaba.

—¿Cómo sabes eso?

—Mañana lo van a dar. Lo sé porque Paul está aquí y estuvimos hablando sobre eso.

Asiento con la cabeza, ahora comprendo que James también está aquí porque es su casa y porque no está el final.

—Bueno, ahora le voy a pedir a Alex que me lleve a casa.

Javier frunce el entrecejo y niega.

—No. Es más, quiero que vengas a conocer a mi madre y comamos algo... sé que no me gusta estar en la casa de Ferrari, pero —Toma una de mis manos y me acaricia los dedos con cuidado—. Quiero que mi madre te conozca.

Sonrío ampliamente, no puedo evitar sonrojarme ante aquellas palabras.

—Está bien, creo que la idea me gusta.

Javier sale del vehículo de Alex y luego me abre la puerta, agarro mis cosas y saludo con mi mano a los chicos. Después vendré a platicar, pero ahora comenzamos a caminar junto a Javier hacia su auto.

—Esto es una locura. Mi madre nunca conoció a una mujer que me guste —susurra Javier.

Hago una mueca con mis labios mientras me pierdo mirando las luces y lo maravilloso de Argentina. Nunca me voy a cansar de ver todo iluminado y los jacarandas floreciendo.

—¿Jamás? —Alzo ambas cejas—. ¿Yo te gusto?

Javier suelta una carcajada de sus labios ante mis preguntas.

—Sabes que solo respondo una de tus preguntas, así que responderé las dos esta vez. Jamás conoció a alguien que me guste y sí, Katy, tú me vuelves completamente loco.

No esperaba esas confesiones, pero es justamente lo que deseaba escuchar de su parte. 

1. Jamás: El comienzo (Completo) ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora