CAPÍTULO 43

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Siento la mirada de todos sobre mí, pero en ese momento no me importa que me miren, simplemente quiero cumplir mi reto y eso es lo que haré. Quiero que se den cuenta de que no tengo miedo a pertenecer a un grupo de gente tonta, ya que eso es lo que siento cuando estoy rodeada de estos sinvergüenzas. No saben qué hacer y deciden jugar a esta porquería solo para ver hasta qué punto pueden llegar.

Sé que ninguno se espera tal cosa, pero es demasiado divertido. No me gusta impresionar demasiado, pero no quiero morir de fibrosis hepática. Javier es todo lo contrario a mí, él se bebió toda la botella de Bourbon y esperaba que yo hiciera lo mismo. Ahora tengo un poco de nervios por todo el desastre que hemos dejado en la casa de una persona que ni siquiera está. Ferrari y la madre de Javier se fueron antes de que todo esto se vuelva peor, tuvieron un poco de suerte.

Lo mejor que pueden hacer estas personas es salir de aquí antes de que los propietarios de la casa se hagan cargo de destruir todo lo que está aquí, bueno, para ese trabajo tienen a Javier que ya ha destruido casi la mitad de una de las propiedades a las que esto está conectado. Me pregunto si habrá más de lo que no tengo idea. Esto es como un juego extraño en el que algunos tienen mapas y pistas, mientras que los demás solo se mueven por instinto.

Miro los ojos de Javier fijamente con una sonrisa torcida sobre mis labios. Tomo su rostro entre mis manos para ladear su cabeza, acerco mis labios a su cuello simplemente rozo mi labio inferior sobre su delicada piel. Siento como él niega con la cabeza, suelto una risita sobre su oído y tomo entre mis dientes su piel. Su piel se eriza y hace sonar los huesos de sus omóplatos cuando siente mis dientes fríos sobre él. Dios vaya a saber lo que su mente está imaginando en este preciso instante.

—Era solo un chupón, no para tanto. —Se oye la voz de Leonardo.

Mis mejillas se tornan completamente rojas por la situación y mis labios absorben su piel con rapidez. Soy buena haciendo estas cosas, por lo que no tardo demasiado y me separo mirando mi obra de arte contemporáneo, suelto una carcajada sonora y nuevamente me siento al lado de Javier con cuidado. Acomodo mi atuendo y observo fijamente los ojos de Leonardo.

—Reto cumplido.

Leonardo se pone de pie y observa con detenimiento aquella gran marca roja sobre la piel de Javier. Javier no parece estar nada contento con la situación y lo entiendo, pero no quiero perder más nada y empezar a ganar un juego no está nada mal.

Ahora es mi turno y preguntar, espero que la persona me respondiera verdad para poder preguntar todo aquello que Javier no me respondió jamás. Espero que alguien me responda con la suma verdad y que no sea un estúpido juego que no lleva a ninguna parte. Necesito conseguir las respuestas que tanto estoy buscando hace un largo tiempo, ya me estoy hartando de no conseguir lo que quiero. Yo siempre consigo lo que deseo y esta vez son las respuestas a mis simples preguntas. ¿Por qué es tan complicado responder con la verdad?

—¿Verdad o reto? —Pregunto alzando un poco la voz para que todos me oigan.

James me mira y luego a Javier. Hace una mueca con sus labios y luego vuelve a mirarme. Mi ceño se frunce sin saber lo que estos dos planean, pero estoy segura de que lo que fuera sería algo realmente planeado y, por ese motivo, alguno que otra cosa no saldrá del todo bien; ya estoy acostumbrada a la locura y mucho más en la noche y en especial esta.

—Verdad —decide responder James.

Una pequeña sonrisa se dibuja sobre mis labios al oír verdad. Realmente esperaba que dijera eso y tuve demasiada suerte, ya que ahora puedo obtener aquellas respuestas importantes que Javier jamás me respondería.

En este momento, me encuentro completamente feliz por la situación, así que me estiro y tomo el vaso que se encontraba entre las manos de Javier, bebo un poco y giro al sentir su mirada de desaprobación ante mi accionar. Él no puede decir nada, ya que es puro alcohol.

Hago una mueca con mis labios y le devuelvo su vaso con una gran sonrisa sobre mis labios. Vuelvo a mirar al frente o mejor dicho a James, me doy cuenta de que no puedo preguntarle eso a él. Sé que el único que puede responder mis interrogantes es Javier, pero no lo logro ver hasta ese momento.

—¿Es verdad que... —No sabía que preguntarle, así que simplemente invento algo que se me ocurre en ese momento—, que crees todos aquí sabían sobre Paul y Laby? —Pregunto mirándolo fijamente a los ojos.

La cara de James cambia drásticamente.

El ceño del joven se frunce inmediatamente, su rostro palidece más de lo normal y simplemente asiente con la cabeza una vez.

Parece no lograr emitir palabra, alza las manos en el aire y simplemente se pone de pie para caminar hacia otro grupo de personas que se encuentran jugando con unos corchos de bebida, parecen tratar de embocar el corcho dentro de los vasos.

Lo observo hasta que termina ganando el juego, dos rubias teñidas lo toman de los brazos para comenzar a caminar escaleras arriba. Supongo que ese es su premio, no comprendo cómo es posible que dos mujeres se vendan de esa manera tan inapropiada y después de todo ahora estamos en el 2018.

Pienso que las mujeres habían cambiado y los hombres igual, pero en este momento ya no sé qué creer. Me gustaría saber cómo terminaría todo eso, simplemente quiero esperar y ver que ellas estén bien y James igual. No quiero seguir pensando mal o de una manera retrógrada, pero deseo y quiero creer que la vida y las mentes de las personas van a cambiar para mejorar.

—Al parecer el juego llegó a su fin —comenta Leonardo con una mueca.

—Por supuesto... —Susurra Ellie llevando una de sus manos hacia el hombro de su novio, nunca me doy cuenta que había aparecido—. Vamos a casa —Logro escuchar que le susurra al oído.

No sé qué hacer, así que me pongo de pie, siento como una mano me toma la muñeca con delicadeza para frenar mi accionar.

Giro para ver a Javier y alzar una de mis cejas sin comprender lo que está sucediendo. Él se pone de pie a mi lado y comenzamos a caminar hacia el jardín.

Observo la noche azul con una gran sonrisa sobre mis labios y simplemente tomo asiento en una gran roca que se encuentra ahí.

Miro los ojos de Javier por unos pocos segundos y luego bajo la mirada a mis manos, me percato que su mano aún sigue sosteniendo mi muñeca por lo que hago un movimiento para que me suelte.

—¿Por qué me trajiste acá? —Pregunto ahora si mirándolo a él.

Él niega encogiéndose de hombros con el ceño fruncido.

—¿Por qué? Responde —insisto esperando una respuesta.

Sobre sus labios se forma una gran sonrisa y me mira fijamente a los ojos para asentir con la cabeza tan solo una vez.

—Porque me gusta este lugar, la noche se ve mucho más hermosa —responde.

—¿Por qué me puedes responder eso como si nada y todas las preguntas que te hice no puedes responder nada o solo una? —Pregunto.

—Ya basta.

—Responde.

—No, ya basta cállate —responde y luego me mira fijamente—. ¿Por qué no elegiste una botella? —Pregunta lleno de intriga.

Alzo ambas cejas mirándolo.

—Porque...

—Sigue.

—Yo elijo lo que quiero.

Asiente con la cabeza tan solo una vez.

Asiento.

—Entonces... ¿Verdad o reto? —Pregunta con un tono de diversión en su voz.

No me imagino jugando verdad o reto tan solo con él, eso será demasiado aburrido y, para ser sincera, lo único que deseo en este momento es regresar a mi casa y dormir por un año entero.

Lo observo a los ojos por unos instantes y luegorespondo lo que menos pensé que saldría de mis labios en un momento como ese,jamás me hubiera imaginado que le respondería lo que salió de mis labios.

1. Jamás: El comienzo (Completo) ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora