1. Jamás: El comienzo (Completo) ✅

CAPÍTULO 33

Me integro a los chicos. Todos están sentados en círculo y listos para algo, solo que no puedo descifrar la razón. No me pienso mover de mi lugar, así que espero que alguno hable.

—¿Verdad o reto? —Pregunta Leonardo observando los ojos de Javier.

¿Es una broma?, ¿Jugar verdad o reto después de todo lo que acaba de suceder? ¿Por qué todos se diviertes jugando a eso en una fiesta?

No puedo entender muy bien a estas personas, pero el alcohol sigue dentro de mi sistema y supongo que en el de los demás también. No puedo negar que todos están bebiendo antes de que yo lo haga, así que los puedo comprender.

Yo casi muero y a ellos les gusta jugar verdad o reto mientras están ebrios.

Javier niega con la cabeza y luego responde sin ganas—: Verdad.

—¿Es verdad que solo te lanzaste a la piscina para salvar a Katherine y después poder estar a solas con ella? —pregunta alzando ambas cejas en la espera de que Javier responda.

Esa pregunta me resulta bastante interesante, debo confesar que no reconozco lo que significa, pero es profunda y digo que hasta algo filosófica para un joven como Leonardo. Él no parece ser un joven estudiante o algo de ese estilo, pero mi visión cambia drásticamente. Sin embargo, puedo notar el doble sentido en todo lo que sale de sus labios, no sé por qué no lo vi venir.

—Es verdad —responde Javier sin dar más vueltas a la situación. Debo confesar que aquella respuesta llama demasiado mi atención—. Me había quedado por una razón hasta ese momento, luego me di cuenta que ya no había porque luchar y lo hice sin pensar... Ahora ya no hay vuelta atrás.

Observo sus ojos por un instante, no esperaba escuchar algo así. Me siento extraña, pero me agrada saber lo que aquel hombre piensa muy en el fondo de su interior, aunque sé que llegar al fondo me será complicado.

James niega con la cabeza al oír aquella respuesta. Su ceño se frunce inmediatamente y sin pensarlo dos veces se pone de pie para comenzar a caminar hacia el borde del balcón. Se niega a jugar después de aquello. Creo que también debería dejar de jugar e ir junto a mi amigo, pero me quedo con dudas y necesito respuestas.

Lo observo fijamente, aquellos ojos azules se encuentran con el azul del agua por unos pocos segundos, ya que después gira y nos observa a los ojos con una pequeña sonrisa sobre sus labios, nunca logré visualizar sus dientes y parece que nunca lo haré.

Javier niega al igual que Leonardo. Ninguno de los dos se ve contento por la situación, pero no logro encajar con ellos. A veces, pienso que me puedo ganar a Javier, pero luego me doy cuenta de que es imposible. Al que me parece imposible de agradarle es a Leonardo, pero trato de hacer lo mejor para poder lograrlo.

—¿Qué está pasando? No entiendo nada... —Sale de mis labios con seriedad.

Quiero ser parte de esto, pero todos me la están poniendo difícil. Para hoy ser viernes, siento que no puedo continuar con mi vida. Mañana será sábado y todavía no sé lo que voy a hacer, tendría que estar en casa haciendo las listas y planificando todo, pero no. El día de hoy acepté venir a una fiesta de la que me estoy arrepintiendo. En algunas oportunidades, creo que estoy feliz por haber decidido venir, pero en otros momentos, pienso que fue mi peor equivocación.

Javier me mira a los ojos y sonríe. Se ve diferente, se ve con vida y colores cálidos que nunca había visualizado antes en él. Ahora tiene una remera de color azul y le queda muy bonita, a pesar de que sus tatuajes se traslucen, gracias a la luz de la luna.

—Nada. Solo está loco, como te he dicho antes —murmura Javier con una sonrisa.

—¿Qué cosa? Me dijiste tantas cosas que ya no tengo idea de lo que me dijiste. Me confundes con esa manera en la que me hablas y no entiendo qué está pasando en mi vida... Hay cosas que perdí en tan solo una estúpida noche y mírame —comento con mis ojos cristalizados. Quiero ser fuerte y no llorar, pero no lo logro. En esta noche lloré más que en toda mi vida—. Mírame, Javier. Soy un... No sé y ahora ya no sé qué voy hacer o dónde iré...