CAPÍTULO 97

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El vehículo comienza a moverse dejando en segundo plano a Javier, a lo lejos, muy lejos de todo. Es justamente lo que necesito; quiero que esté muy lejos de mí, así como lo está ahora.

Si tan solo supiera cómo elegir el camino correcto para seguir, aunque no lo sé. No tengo idea si lo que hago está bien, solo pienso en el dolor que me atormenta.

Me gustaría que mi corazón también lo deje, que ya no se preocupe y que mi mente deje de pensarlo, pero es imposible: no puedo dejar de pensar y mucho menos dejarlo de amar.

Necesito olvidar a ese maldito hombre que arruinó por completo mi vida, necesito, quiero, pero no puedo... No puedo.

Mi corazón late como nunca antes y sé muy en el fondo que me he enamorado de Javier. No quiero aceptar que así es, pero es la verdad.

No solo me gusta, estoy completamente enamorada de una persona que arruinó mi vida.

¿Habré hecho bien?, ¿qué es lo que Javier oculta?, ¿por qué le gusta verme sufrir?

Me siento en cámara lenta, como si nada de eso hubiera pasado, pero yo sé que así fue. Como también sé que estoy completamente enamorada de ese hombre, aunque me destroce y sea feliz haciéndolo.

Estoy enamorada de una persona que lo único que desea es hacerme el mal, pero aun así estoy enamorada y no puedo hacer nada para cambiar eso.

Estoy segura de que si dejó que mi corazón tome consciencia, se iría a verlo y amarlo, pero no puedo dejar que eso suceda. Debo darle prioridad a mi cerebro, que es el único que sabe lo que me conviene de verdad.

Sé que mi mente no me va a fallar, pero sí mi corazón, puesto que mi corazón es débil, pero a mi cerebro lo tengo entrenado.

Según la ciencia, en el amor predomina el cerebro por encima del corazón y, en este momento, soy testigo de que así es.

—Jamás... —Me repito sintiendo como algo dentro de mí se rompe.

1. Jamás: El comienzo (Completo) ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora