CAPÍTULO 84

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Hago una mueca con mis labios cuando él me insiste que le diga la verdad, mi corazón se vuelca. Lo único que sé es que sí, siento que Javier me gusta y mucho, pero él me hizo cosas que jamás imaginé.

Me duele todo lo que me hizo. Me enamoró solo para hacer un estúpido final y cumplir el reto que le pusieron. Lo que más me duele es que sus amigos también se metieron en la jugada.

¿Ellos sabrán que Javier y yo...

Niego con la cabeza tan solo una vez y trato de regresar a la tierra. Escucho lo que sale de los labios de Alex y sonrío.

—¿A qué te refieres? —Alzo ambas cejas.

Él me fulmina con la mirada y luego sonríe amplio.

—¿Qué es eso? —Vuelve a preguntar esperando que de mis labios salga una respuesta afirmativa o negativa—. ¡Dímelo!

Muerdo mi labio inferior. Sé a lo que se refiere, pero no sé si es buena idea hablar sobre eso con él. Después de todo, seguro que le comenta la charla a James y él es amigo de Javier.

—¿Quieres saber si me gusta Javier? —Pregunto con una gran sonrisa sobre mis labios.

El asiente con la cabeza, podría decir que frenéticamente.

Se muere por las ganas de saber la verdad, pero no sé.

Muerdo mi labio inferior y tomo sus manos con delicadeza.

—Si te respondo, ¿me prometes que no se lo dirás a James? —Lo miro fijo y espero que él acepte—. Necesito que me digas que sí o no voy a contarte nada acerca de Javier.

Él se me queda viendo a los ojos y asiente más de una vez. Lo suelto y sonrío confiando en la palabra de mi mejor amigo.

—Por supuesto, linda —responde con suma sinceridad—. Jamás le diría a James lo que hablamos. Sé que es mi novio, pero tú eres mi amiga y esas cosas se quedan entre nosotros.

Comienzo a caminar por la habitación con una gran sonrisa sobre mis labios.

Saber lo que Alex me dice es estupendo. Me alegra mucho saber que él no le comenta nada de lo nuestro a James.

Me hubiera gustado poder hablar de estas cosas con James, aunque quizás él no tiene nada que ver con todo el juego de Javier y yo lo estoy culpando. Creo que estoy siendo demasiado dura con él, tengo que darle el beneficio de la duda.

James estuvo conmigo en todo este año, ahora que estamos llegando a fin de año no puedo soltarle la mano. Soy muy egoísta por pensar solo en mí.

—¿Para qué quieres saber eso? —Pregunto entre risas.

En ese momento, había un meme circulando sobre aquella frase.

—No lo sé, eres mi amiga, boluda, y quiero saberlo.

Ruedo los ojos por un instante. Lo pienso y luego muerdo mi labio inferior pensando en el cuerpo de Javier.

—No te lo diré.

Mi tono es divertido.

—Yo te dije sobre James, creo que deberías decirme, ¿no crees? —Alza ambas cejas.

Suelto de mis labios un fuerte bufido; él tiene razón. Me contó con cuidado aquella información al igual que James, él también me contó sobre la situación desde aquella noche horrible.

—Lo sé, pero tú elegiste decirme.

¿Estoy muy equivocada?

«Sí, posiblemente.», me responde mi subconsciente.

—Entonces, me iré y tú vas a tener que ponerte en pedo sola.

Abro mis ojos casi tanto como lo había hecho él anteriormente.

—Está bien, no me gusta mucho —Niego con la cabeza mordiendo mi labio inferior.

Estoy mintiendo y no me sale nada bien. Soy demasiado mala haciendo esto. Sé que debería decirle la verdad, aunque luego me arrepienta.

—¿No te gusta mucho?, ¡te encan... —No lo dejo continuar con su oración tapando sus labios con la palma de mi mano.

Alza ambas manos en el aire y lo suelto con cuidado.

Un fuerte grito se desprende de sus labios y niega con la cabeza sin poder creerlo, reconozco esa cara de sorpresa que se le dibuja. Lo sabe, él lo sabe.

Lo miro a los ojos en la espera de una respuesta certera salir de sus labios. Necesito que me diga algo. Sus gritos de emoción son buenos, pero quiero palabras que me digan algo interesante.

¿Estoy haciendo las cosas bien? ¿Por qué estoy dudando tanto sobre mis pensamientos y sentimientos?

—Necesito que me digas algo —comento con seriedad en mi tono de voz—. Javier me gusta... Solo un poquito. —Asiento más de una vez—. Pero él es mala persona; él me hizo mierda y quiero... Olvidarlo.

—Yo pienso que deberías hablar con él. Jamás vas a poder saber la verdad.

Me quedo pensando seriamente en sus palabras y luego hago una mueca con mis labios. Sé que tiene razón, pero me duele tener que volver a verlo. Es más, me gustaría no tener que verlo nunca más y así poder olvidar ese hermoso rostro y sus tatuajes.

Me duele todo lo que está ocurriendo, pero no puedo comprender.

—Quiero, pero no puedo —susurro con seriedad—. Me duele mucho. Me va a doler demasiado escuchar lo que me va a decir.

Él alza ambas cejas y luego se acerca a mí. Me abraza con fuerza y acaricio su espalda con delicadeza.

—Eres muy fuerte, Kath, no tienes que tener miedo de lo que él pueda decirte. Jamás pienses que no eres valiente, ¿sí?

Alzo ambas cejas y me separo para verlo a los ojos y asiento con la cabeza tan solo una vez.

—Incluso así seguiré teniendo miedo. Sé que me va a doler lo que él me dirá. —Hago una mueca con mis labios—. Yo deseaba darle una oportunidad, pero... No puedo, ya no.

Él niega con la cabeza.

—Kath, tú siempre das segundas oportunidades. ¿Por qué no a Javier?

—¡Porque él me destrozó!

Alex se queda pensando seriamente en lo que sale de mis labios y luego asiente con la cabeza tan solo una vez.

—Lo entiendo. ¿Es la primera vez que te destrozan el corazón?

Asiento.

—Y la última.

1. Jamás: El comienzo (Completo) ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora