Niego con la cabeza tan solo una vez y comienzo a agarrar lo necesario para darme una ducha. Tengo una gran esperanza para la noche de hoy, estoy completamente segura de que lo pasaré estupendo con mi mejor amigo y unos tragos de alcohol.
Sé que no necesariamente necesito beber para ser divertida, pero la salida de hoy es justo para beber y disfrutar de la compañía de un ser humano que sé que no me va a fallar jamás.
Alex siempre estará ahí para mí, lo sé y me alegra saber que es de ese modo. Estoy más que contenta con lo que tengo, él es un muy buen amigo.
Cuando salgo de la habitación, oigo la voz de mi padre, nuevamente está discutiendo con mi mamá. Yo no sé lo que está sucediendo entre ellos, pero debe ser algo malo, ya que siempre que hablan se ponen a discutir y chillar a los gritos.
—¡Tiene que saber la verdad! —Exclama mi padre desde su lugar.
—¿La verdad? ¿Realmente me quieres destrozar la vida? No creo que esa sea la mejor opción —responde mi madre.
—¿Y entonces? ¿Cuándo será el momento para decirle todo? —Se pregunta.
Mi madre suelta una carcajada sonora de sus labios y luego niega con la cabeza más de una vez.
—No hay un momento para eso —dice ella—. No es buena idea que le digas eso ahora. No es el momento adecuado.
—¡Se va a dar cuenta, Marcela!
—¡No me grites!
Sus peleas me asustan y no quiero eso en mi vida. Estoy harta de escuchar gritos. Necesito salir de este ambiente plagado de irregularidades humanas.
Lo único que espero es que solo quede en palabras de mal gusto y no en algo físico, no me gustaría verlo de ese modo.
Necesito saber que ambos van a estar bien. Son mis padres y los amo, pero juntos son un desastre.
No comprendo cómo están juntos hace tanto tiempo, ya se tendrían que haber divorciado hace mucho, pero no. Eso no está pasando. Dudo mucho que alguno de ellos dé el paso siguiente.
¿Por qué no quieren ser felices? Sé que podrían serlo si ya no están más tiempo juntos. Estos seres son polos opuestos y no deberían de estar juntos. Ya no más.
Camino hacia el baño con el ceño completamente fruncido ante la situación de hace unos minutos atrás.
Dejo la ropa acomodada y estiro mi mano para llenar la bañera, comienzo a tararear una canción, mientras con mi mano lanzo la espuma y sales de baño. Esas cosas son muy buenas para un baño de inversión, debo confesar que la relajación que le brinda a los músculos es exquisita.
No lleno demasiado la bañera, tengo poco tiempo. Por ese motivo, me quito la ropa con rapidez y me adentro a la tina con una gran sonrisa sobre mis labios al sentir el agua tibia cubriendo mi cuerpo, la sensación de relajación ya comienza a dar frutos con tan solo entrar en la espuma.
La Navidad muy pronto llegará, estoy completamente segura de que será como siempre. Me gustaría que las cosas cambien para bien, que nada malo ocurra. Quiero que las cosas regresen al inicio.
¿La Navidad será como siempre?, ¿seré la misma tonta de siempre?
No me puedo mentir ni a mí misma, estoy segura de que la Navidad será la misma de siempre, y yo seguiré siendo la más tonta de todas las tontas de Buenos Aires.
No me quejo de nada, es más, me quejo de todo. Nunca estoy contenta del todo, suele haber algo que arruina el todo.
Supongo que ya estoy acostumbrada a todo eso.
¿Por qué tengo que pensar tan mal de la gente?
Mientras me paso el jabón comienzo a recordar las caricias de los dedos de Javier y el modo en que me tocaba. Desearía que estuviera aquí para hacerme lo mismo, pero en la tina.
Lamo mi labio inferior ante aquel recuerdo y lo que mi cuerpo me pide. Niego más de una vez y sigo feliz en la bañera comenzando a pensar en otras cosas. Tengo que pensar en algo diferente y que no sea Javier.
Javier tiene que estar fuera de mi cabeza. Lo quiero aquí en cuerpo y alma, pero no puedo tenerlo, no quiero tenerlo.
Me duele toda la porquería que me hizo, así que no vale la pena pensar en él. No puedo perder el tiempo con eso.
«No, no y no...», pienso mirándome los pies.
Suelto un suspiro sonoro de mis labios y trato de relajarme.
Cierro los ojos y pienso en algo bonito, pero lo único que aparece en mi mente es la escena en aquel viñedo. La manera en la que sus manos me tocaban, cómo su lengua me lamía la piel del cuello.
Tengo que dejar de pensar en eso, pero me es imposible y comienzo a imaginar una situación muy diferente.
Oigo la puerta del baño y suelto un grito de susto.
—¡Lo siento! ¡Ya salgo! —Exclamo con una pequeña sonrisa sobre mis labios.
Menos mal que vino alguien a detener mis pensamientos o esto sería muy diferente.
Me quedo un instante pensando en lo que voy a realizar hoy en la noche. No estoy muy segura de lo que estoy por hacer, pero sé que va a ser un poco divertido.
¿Un poco? Definitivamente va a ser muy divertido.
Quiero cambiar y despertar de este mundo lleno de porquería. Quiero cambiar y ser alguien mejor.
Siento que me falta un poco más de tiempo para esas cosas, pero creo que todo es posible y que voy a lograr sobrevivir a este mundo.
No quiero que la gente mala me pise, ya estoy harta de estar siendo pisoteada por otras personas. Desde ahora en más eso va a cambiar.
Ahora que lo pienso, ¿qué va a suceder con la boda de la madre de Javier? Estoy un poco cansada para pensar en eso, no es el momento para eso.
¿Voy a ir?
¿Es buena la idea?
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1. Jamás: El comienzo (Completo) ✅
RomanceKatherine London, una joven estudiante de la UBA (Universidad de Buenos Aires), donde se encuentra cursando su último año de psicología. Con apenas 21 años de edad, excelentes notas y una vida completa junto a su prometido, al menos eso es lo que el...