CAPÍTULO 81

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Mis padres se separan con lentitud de mis brazos y grandes sonrisas sobre sus labios se dibujan en pocos segundos. Están orgullosos de su única hija. Eso es lo único que me importa y en momentos como este me reconforta saber que soy buena para ellos.

Les dedico una pequeña sonrisa y miro a Alex que parece estar esperando con ansias la maratón que tendremos de Supernatural y la salida al bar para festejar sobre mi final. Este chico es magnífico y no lo quiero perder.

Miro a mis padres y los saludo cordialmente para luego caminar hasta Alex y tomarlo de la mano para subir a mi habitación, ambos tenemos en las manos nuestro calzado.

Sé que a mi madre no le gusta que vaya a mi cuarto con otro hombre, pero Alex es mi mejor amigo y sé que no me hará nada, ya que está de novio con mi otro mejor amigo. Eso, sin duda, es como un sueño hecho realidad.

Al llegar a mi habitación, lanzo el calzado y me tiro a la cama mirándolo fijamente a los ojos con una pequeña sonrisa sobre mis labios, llevo mi mano al bolsillo trasero de mi short y saco de allí el pendrive de la profesora Beatriz. Visualizo al artefacto y mi cara cambia radicalmente, ya no me siento feliz como lo estaba hace unos segundos.

Necesito saber toda la verdad y sé que todo está metido allí dentro. Necesito escuchar de los labios de Javier la verdad, quiero que él me diga que todo fue parte de verdad o reto y que jamás sintió algo por mí.

¿Por qué pensé que él estaba tan enamorado como yo de él?

¿En qué momento fui tan ingenua de volver a creer en el amor?

¿Por qué le di una oportunidad de probar cosas con él que nunca antes había sentido?

Javier me mostró cosas y me hizo sentir muchas otras que ahora me hacen ser quien soy, pero eso me lleva a la duda más grande que tengo en mi interior: ¿Solo soy una construcción de Javier?

Espero que de este modo, las cosas cambien y pueda saber la verdad de toda la locura que la profesora me comentó.

La verdad va a salir a la luz en algún momento, yo necesito de esta, aunque me destroce por dentro.

Ya no puedo pensar en el dolor que me han producido sus acciones, necesito abrir los ojos una vez más y darme cuenta de que nada es lo que parece.

—Antes del maratón, tengo que mirar esto y estoy segura de que no podré hacerlo sin mi mejor amigo...

—¡Ay!, hace mucho tiempo no me llamas así —dice Alex caminando hacia mí—. Dame eso y lo vemos, Katuchi —agrega tendiendo su mano.

Él siempre me está cambiando el nombre.

—Lo sé, sabes bien que mereces mucho más, Alex, eres y serás mi mejor —susurro con una pequeña sonrisa sobre mis labios.

—Bien, ya basta, pequeña. —Mira su mano en la espera del pendrive—. Dame eso, Kat.

Respiro hondo.

—Tengo mucho miedo y no sé si estoy lista...

—Eres una mujer, lo tienes en tu ADN. Las mujeres nacen listas, ya lo verás...

Me sorprende lo que sal de sus labios, pero espero que sea verdad.

—Eso es una tontería, Alex.

—No lo es, ya lo verás.

—¿Sí? —Pregunto como una completa estúpida.

Quiero creerle. Necesito hacerlo.

—Por supuesto, Kat. —Me sonríe de un modo único, siempre me sonríe—. Estaré aquí, a tu lado.

—¿Siempre? —Pregunto en la espera de lo que quiero oír.

Me siento mal, pero ahora que él está nuevamente en mi vida mis problemas van desapareciendo lento, pero seguro.

—Hasta que tú me eches.

Le dedico una pequeña sonrisa y le pongo el pendrive en la palma de su mano.

Él hace una mueca con sus labios y no duda en hacer lo necesario para poder visualizar lo que hay dentro de aquel pendrive, lo miro esperando atentamente que todo funcione de modo correcto y que nada falle con respecto al televisor.

Ese aparato, lamentablemente, no me está funcionando del todo bien hace unos días; de igual manera si no llega a funcionar, podremos verlo en la televisión del living.

Sé que a Alex no le agrada demasiado mi familia, y también estoy segura de que ese desagrado es mutuo.

Debo confesar que a mis padres no suelen gustarles mis amigos, para ellos, siempre elijo mal la amistad de las personas. Yo sé que eso no se puede elegir, bueno, no de cierto modo.

Todo es demasiado confuso, pero lo que siento es parte de un vaivén de emociones catastróficas de la vida.

Él me mira fijamente a los ojos cuando el televisor se pone de color negro, alzo ambas cejas y palmeo la cama esperando que Alex tome asiento a mi lado.

Cuando por fin se sienta, trago saliva sonoramente tomando su mano para comenzar a visualizar aquel archivo que me dio una excelente nota en el final de la carrera de psicología, no tengo idea de lo que estoy por ver, pero lo que siento dentro de mí me está consumiendo internamente, de modo que lo que sea que estoy a punto de ver me va a destruir.

—Voy a verlo... —Susurro sintiendo pequeñas gotas de sudor caer por mi frente.

Estoy segura de que tengo que ver este video y saber la verdad. Necesito que las personas me dejen de mentir, ya no soporto ser el blanco de las mentiras de todo el mundo.

Así lo siento, siento que soy un blanco y todos tiran directo a mí.

No entiendo las razones por la que la gente es tan mala conmigo, yo jamás los he tocado u algo como eso. No obstante, ellos siempre me atacan a mí.

¿Qué habrá en ese video?, ¿cuál será la razón por la que tan solo tuve que decir dos palabras y aprobé en final tan importante?, ¿por qué Javier y sus amigos me mintieron?, ¿qué ganaran viéndome sufrir con sus mentiras?

1. Jamás: El comienzo (Completo) ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora