Katherine London, una joven estudiante de la UBA (Universidad de Buenos Aires), donde se encuentra cursando su último año de psicología. Con apenas 21 años de edad, excelentes notas y una vida completa junto a su prometido, al menos eso es lo que el...
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Capítulo 2
Me miro por última vez al espejo y me dirijo a mi primera clase. Estudiarme el plano del campus (en mi primer año) demuestra haber sido una buena idea, y encuentro el primer edificio casi de un modo mecánico al que tengo que ir dentro de veinte minutos. Cuando llego a mi clase de Literatura, el aula está vacía, excepto por dos personas.
Puesto que parece ser que estas personas también tienen interés en llegar puntual, decido sentarme al lado de uno de ellos. Podría convertirse en mi primer amigo este año aquí.
—¿Dónde está todo el mundo? —pregunto, y él sonríe.
Su verdadera sonrisa hace que me sienta cómoda. Creo que es la primera vez que me pasa algo como eso en estos tres años.
—Probablemente, corriendo por todo el campus para llegar aquí justo a tiempo —bromea, y siento aprecio por él al instante. Es justo lo que yo estaba pensando.
—Mi nombre es Katherine Belén London, pero me gusta más Kat —digo, y le sonrío de manera amistosa.
—James Hiram —contesta con una sonrisa igual de adorable que la primera.
Nos pasamos el resto del tiempo previo a la clase charlando. Resulta que él también estudia Psicología, como yo.
Después, según avanza el día, comienzo a lamentar haber escogido tres clases en lugar de dos. Me apresuro hacia la optativa de Taller de corrección 3 (menos mal que ya es la última asignatura del día) y llego con el tiempo justo. Siento alivio al ver a James sentado en primera fila, con una silla a su lado vacía.
—Hola de nuevo —dice con una sonrisa mientras me acomodo.
El profesor inicia la clase, nos explica el programa del semestre y se presenta brevemente. Nos cuenta qué lo llevó a hacerse profesor y su pasión por el tema de la asignatura. Me encanta el hecho de que la facultad sea distinta del instituto y de que los profesores no hagan que te levantes delante de todo el mundo para presentarte ni para hacer cualquier otra cosa embarazosa e innecesaria. Encima, como nunca tuve a este hombre, tengo que hacer mi presentación.
Mientras el profesor nos explica nuestras listas de lecturas, la puerta se abre y oigo cómo un quejido escapa de mis labios al ver a Paul irrumpiendo en la clase.
—Genial —digo entre dientes sarcásticamente.
—¿Conoces a Paul? —pregunta James.
—Sí, es mi novio —confieso un poco molesta por la presentación.
Los ojos verdes de Paul miran fijamente los míos, y me hace una mueca con sus labios. El simple hecho de verme con otro hombre le destroza el corazón, pero tiene que aceptar que quiero tener nuevos amigos.
Me sorprende que James lo conozca, ya que Paul está mucho más adelantado que él.
Tengo curiosidad acerca de qué sabe James sobre él, y no puedo evitar preguntar.
