CAPÍTULO 88

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Me pone un poco nerviosa que le preocupe Paul, ella no tiene idea de lo que ese tipo me hizo. Sin embargo, a mi madre nunca le gustó y estaba en lo correcto. ¿Por qué no pude ver eso antes de que me destrozaran el corazón?

Creo que ya es tiempo de contarle toda la porquería a mi amigo y, por supuesto, más tarde a mi madre. Siento que este es el día, no hay nada que perder.

Abro la puerta de mi habitación y tomo asiento junto a Alex, le entrego su café y lo miro a los ojos con una pequeña sonrisa sobre mis labios. No sé qué conversación sacar con todo lo que nos anda sucediendo.

¿Qué pensará si le digo lo que mi madre me preguntó?

Seguro que le va a dar un ataque cuando se entere.

Aquella pregunta de mi madre todavía me da un poco de risa. Debo confesar que no esperaba que ella se atreviera a preguntarme algo como eso, pero lo hizo.

—¿Sabes lo que me preguntó mi mamá? —Pongo una cara de intriga.

Él alza ambas cejas negando con la cabeza.

Todo esto va a darle mucha risa. Conozco muy bien a mi amigo como para saber lo que me va a responder después de que le diga la verdad. Juro que ni yo puedo confesarle lo que me preguntó mi madre, me estoy descostillando de la risa de tan solo pensar.

—No, ni la menor idea...

Hago una mueca con mis labios y luego bebo un poco de mi café.

—Me preguntó si tú y yo estamos en algo, bueno... Lo hizo con sus palabras extrañas, pero yo entendí que me preguntó algo como eso —le explico con suma sinceridad.

Observo los ojos de él.

En ese momento, se acomoda el cuello de su atuendo y me mira a los ojos.

—¿Qué? —Alza ambas cejas.

Noto que está como en un tipo de shock extraño.

—Mmm... Ya te dije, no me hagas repetirlo.

Él suelta una carcajada sonora y niega.

—Una locura. Yo quiero a mi bello James.

Sonrío amplia al oírlo hablar así de James. Me resulta adorable, no entiendo por qué a mí no me pasan estas cosas.

—Lo sé y son completamente adorables juntos.

Él se acerca y toma mi mano con una pequeña sonrisa sobre sus labios.

—Tranquila, en algún momento te ocurrirá y lo sé.

Alex parece estar muy seguro de sus palabras, pero yo no las puedo creer con facilidad.

—No importa... Hablemos de otra cosa. —Me encojo de hombros.

Él asiente.

—¿Lista? —Me pregunta.

Hago una mueca con mis labios y niego con la cabeza tan solo una vez.

—¿Qué es lo que sucede? —Cuestiona alzando ambas cejas.

Me quedo pensando por un instante, pero no me atrevo a decir lo que se me pasa por la cabeza. No puedo creer que no le pueda decir lo que estoy pensando en este instante.

—Tengo miedo.

Él se queda mirándome a los ojos sin comprender lo que sale de mis labios. Se nota que él no tiene miedo, pero yo sí lo tengo.

—¿A qué le temes, Kath? —Cuestiona comenzando a caminar por la habitación.

—Alex, hay un montón de cosas que tú no sabes. Creo que antes de irnos a festejar...

Él se sienta para prestarme atención.

—¿Qué es lo que no me has contado, Katherine? —Habla con su tono de voz lleno de preocupación—. No me asustes, Katuchi.

Respiro hondo y me siento a su lado.

—Paul me engañó. Todo el tiempo que pensé que él me amaba solo me estaba usando de diversión, pero cuando apareció Laby todo cambió y ya no tuvo de ocultarse de nada. No le importó que supiera la verdad. —Me hago la fuerte, aunque todavía me duele recordar todo lo que ese hombre me hizo—. Creo que deseaba lo mismo que Javier.

Alex se me queda viéndome con el ceño fruncido y niega.

—Kath, para mí, Javier te quiere. Sé que no deseas hablar con él después de todo lo que te hizo, pero... Creo que tienes que escucharlo —dice tratando de pensar sus siguientes palabras—. Y, con respecto a Paul, no lo he conocido del todo, pero... recuerdo el quilombo de la fiesta de tus padres. —Niega con la cabeza más de una vez—. Ese sí era un chico malo, pero ¿viste como Javier fue a destrozarle la cara?

Me quedo pensando en las palabras de mi amigo y luego asiento.

—¿Qué será lo que oculta mi padre con Paul? —Eso está en mi cabeza dando vueltas hace bastante tiempo—. Es muy extraño y no me gusta.

Él niega haciendo una mueca con sus labios.

—No tengo idea, pero Paul no me agrada y siento que... Lo que sea que estén planeando será malo —me responde sin dar vuelta en el asunto.

Me levanto de la cama y me observo en el reflejo del espejo.

—¿Puedo hacerte una pregunta? Es que me da un poco de vergüenza... —Murmuro moviendo los dedos de mis manos—. No me hagas sentir mal.

Él parece no comprender, ni siquiera yo sé cómo preguntarle esto a él, me gustaría tener idea de preguntar esto, pero solo tengo que soltarlo de mis labios ya o nunca va a salir.

—¿Sabés maquillar? —Espero que él me responda.

Muerdo mi labio inferior.

¿Por qué me daba vergüenza hacerle esa pregunta?

Que él sea hombre no significa que no sepa maquilla, tranquilamente podría hacerlo y en perfectas condiciones. Siento que me estoy volviendo un poco mi madre.

Después de tanto tiempo eso es lo que no deseaba. No quería ser como mis padres, pero al parecer eso es lo que me volveré: una versión perfecta de cada uno de ellos.

Quiero cambiar y poder ser una persona nueva, no lo sé, quiero cambiar. Me parece que Javier me ayudó un poco a cambiar, pero... ¿Habré cambiado o siempre fui así?

Otra vez él está merodeando dentro de mi mente.  

1. Jamás: El comienzo (Completo) ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora