Al día siguiente, James y yo quedamos en la cafetería antes de la clase para comparar nuestros apuntes de Análisis de conducta humana. Me lleva casi una hora ordenar todos los míos después de no haber comenzado a tiempo. Quiero hablarle a James sobre los celos de Paul, pero no me gustaría que pensara mal de mí. James no debe de saber mucho sobre él, y debo obligarme constantemente a no preguntarle nada. Además, en realidad, me da igual lo que ellos hagan o dejen de hacer con su vida.
El día pasa deprisa, y por fin llega la hora de la clase de Análisis de conducta humana. Como de costumbre, Paul se sienta a mi lado, pero hoy no parece dispuesto a mirar en mi dirección.
—Hoy será el último día que hablaremos sobre El asesino del Zodiaco —nos informa el profesor—. Espero que hayan disfrutado y, puesto que todos han hecho su propio análisis, creo conveniente dedicar el debate de hoy al uso de la sintaxis. Díganme, como lectores, ¿esperaban que él haya escrito la carta confesando los asesinatos?
Varias personas murmuran, y se ponen a rebuscar en sus libros como si estos fuesen a proporcionarles una respuesta inmediata, pero solo James y yo levantamos la mano, como siempre; los demás parecen ir solo como espectadores a la clase del profesor Reid.
—Señorita London —me da la palabra.
—Bueno, la primera vez que investigue la conducta del asesino, estaba en ascuas todo el tiempo, sin saber si había sido o no. Incluso ahora que lo he leído al menos diez veces, sigo sintiendo cierta ansiedad al principio de su relación. El asesino del Zodiaco es tan cruel y dice cosas tan terribles sobre las presuntas víctimas y sus familias que, al leer las cartas nunca sé si él será capaz de volver a realizar ese tipo de cosas, y mucho menos de amarlo acabar muerto.
James asiente ante mi respuesta, y yo sonrío.
Estoy más que segura de que esa es mi opinión como lectora, no puedo negarlo.
—Qué estupidez —dice entonces una voz interrumpiendo el silencio. Es Paul.
—¿Señor Evans? ¿Le gustaría añadir algo a su compañera? —pregunta el profesor, claramente sorprendido ante su participación.
Paul se pone de pie y solo se va del aula. Se ve enojado y sin ganas de asistir a una de las mejores clases que tenemos el resto del año.
Estoy segura de que si hacemos las cosas bien con el profesor Reid, él nos puede dar pasantías en el hospital en el que trabaja. Aunque, en realidad, nadie conoce la verdad oculta de ese hombre.
—Después de clases necesito hablar con usted, señorita London.
Observo los ojos dorados del profesor y asiento con la cabeza tan solo una vez.
Nos ponemos de a dos para realizar un nuevo ejercicio que nos pone a hacer el profesor. Esta vez, me toca a mí ser la criminal, mientras que James será mi supuesto psicólogo. Así yo lo puedo ayudar y él a mí, de todos modos, nosotros estamos más adelantados que los demás. Me sorprende con la velocidad que James capta todo, yo en primer año estaba perdida.
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1. Jamás: El comienzo (Completo) ✅
RomanceKatherine London, una joven estudiante de la UBA (Universidad de Buenos Aires), donde se encuentra cursando su último año de psicología. Con apenas 21 años de edad, excelentes notas y una vida completa junto a su prometido, al menos eso es lo que el...