—¿Ya no miras Supernatural? Dime que podré hacer maratón contigo, Alex —comento tratando de esquivar su pregunta.
Recién he llegado a mi barrio y las cosas ya se están encaminando a un lugar que no me gusta. No quiero ocultarle cosas a mi amigo, pero no tengo esa confianza que había en el pasado. No sé si deba contarle toda la verdad. Quizás cuando todo mejore, pueda hablar con él.
—Sí, jamás podré dejar de ver Supernatural —murmura con el ceño fruncido sin dejar de ver a mi acompañante.
Javier ni siquiera lo observa: sus ojos amielados se encuentran sobre un árbol de Navidad bastante ostentoso que está en el centro del lugar.
—Eso no responde mi pregunta inicial, evidentemente, ya no eres tan buena para ocultar cosas o cambiar el tema de conversación.
Suelto un bufido de esos que emite Javier muchas veces cuando hablamos, ahora estoy comenzando a notar la razón de su accionar.
Espero no sonar como Alex cuando le hago las preguntas a Javier, es bastante tedioso.
—No cambio la conversación y tampoco estoy ocultando algo —comento jugando con mis manos.
—Katherine, por el amor de Chuck. —Rueda sus ojos azules—. Ambos sabemos que ese hombre alto y sexy que trajiste, de vaya a saber Dios, de dónde lo sacaste no es Paul. Ese hombre no grita el nombre de Paul por sus poros. —Niega acomodando su cabello gris con sus manos.
—Alex, hay cosas que pasaron y mmm... —Niego con la cabeza acercándome a Javier para integrarlo en la conversación mantenida con Alex—. Alex, él es Javier Jones. —Señalo a Javier con el ceño fruncido y luego a Alex—. Javier, él es Alex.
Alex sonríe ampliamente observando fijamente los ojos de Javier. El contrario asiente con la cabeza tan solo una vez, sin decir ni una sola palabra con respecto a la situación en la que nos encontramos actualmente.
Parece que no le importa en lo absoluto, él sigue en su mundo y observando todo lo que nos rodea. Es como si ese fuese su súper poder.
—Un gusto, Javier —comenta con ánimo Alex y luego agrega—: Puedes llamarme Reno, últimamente, la gente me llama así —Emite un sonido de caballo extraño.
Río a carcajadas sonoras y luego giro un poco para ver a Javier; sus ojos se abrieron y sus cejas se alzaron completamente. Parece extrañarle la acción de mi amigo y, a decir verdad, eso había sido lo más raro que he oído en mi vida.
—Como sea... Un gusto, supongo —sale de sus labios sin importancia—. ¿Vamos? —Su mirada se posa sobre mí.
Niego con la cabeza tan solo una vez para luego soltarlo y comenzar a caminar hacia el escaparate de Navidad, mi idea es estupenda.
Mis padres nunca sabrán quién es Javier, podría ser hasta Alex el que llevara a mi casa.
—Ven aquí, Javier.
Su caminar es lento y cuando llega, lo miro mal por tardar demasiado.
—¿Qué harás con esos disfraces? —Pregunta con una gran sonrisa sobre sus labios—. No soy de esos, pero si quieres probar, no hay problema.
Al oír su comentario suelto una carcajada y niego con la cabeza más de una vez. No quiero saber lo que él está imaginando con respecto a la situación, hasta vergüenza me da saberlo.
Sus manos toman mi rostro con cuidado y me mira fijamente a los ojos. No puedo evitar sonreír ladinamente ante la situación. Él no suele hacer ese tipo de cosas y menos conmigo.
—No niegues con la cabeza, quiero oír tu voz —Murmura soltando mi rostro.
Asiento con la cabeza.
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1. Jamás: El comienzo (Completo) ✅
RomanceKatherine London, una joven estudiante de la UBA (Universidad de Buenos Aires), donde se encuentra cursando su último año de psicología. Con apenas 21 años de edad, excelentes notas y una vida completa junto a su prometido, al menos eso es lo que el...