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La presencia de Felix en la aldea de Hyunjin era recurrente, al final su padre no le había explicado nada, ya había pasado un mes, pero poco le importo, demasiado concentrado en Felix como para prestarle atención a cosas que no sabía y que probablemente no le interesaran.

En esos momentos estaban en la cabaña de Hyunjin, más específico en la habitación del chico, habían salido a correr por la aldea en su forma de lobos y había sido agotador, Felix estaba recostado en la cama hecha con varias capas de lana de ovejas y pieles de distintos animales.

Hyunjin se sentó a su lado, mirándolo dormitar, ahora más que nunca estaba seguro de que aquel pálido chico era su alma gemela, había tenido todos los síntomas cuando lo vio y estaba casi seguro que Felix se había sentido de la misma forma, de otro modo ¿por qué lo dejaría cortejarlo entonces?

La verdad era un poco más dura, pues Felix se dejaba cortejar por simple supervivencia, aunque admitía haberle tomado un poco de cariño al castaño.

Se recostó a su lado y lo abrazó, Felix al sentir el calorcito del cuerpo ajeno se acurrucó contra este, haciendo sus orejas hacia atrás para esconderse en su cuello, Hyunjin comenzó a acariciar su blanco cabello, sonriendo gustoso y comenzando a dejar pequeños besos en la sien del menor.

Felix abrió los ojos cuando sintió los labios del alto contra la piel de su sien, una de sus manos se movió y acarició el castaño cabello del alto, subiendo hasta sus orejas las cuales se movieron ante las caricias.

—¿Te desperté?

—Si, pero no pasa nada...—murmuró contra el cuello del alto, algo que le causo escalofríos así que apegó más al menor a su cuerpo.

—Felix...

—¿Mmm?

—¿Crees que sería muy apresurado si te dijera que quiero pasar el resto de mi vida contigo?

El menor abrió los ojos con sorpresa, incluso con un poco de pánico ¿Tan pronto?

—Un poco...—se separó para poder mirarlo a la cara, podía ver el brillo en los ojos del alto, se sintió nervioso, si bien, sabía que esto iba a pasar, no se esperaba que fuera apenas a un mes después de conocerse. —¿Ya hablaste con tu padre?

—¿Mi padre que tiene que ver en todo esto?

—Que él y mi padre nos presentaron porque quieren que seamos pareja—se sonrojó levemente, más por el nerviosismo y la pena que por lago sentimental—quiere unir a tu clan con el mío...

—¿De verdad? ¡Eso es genial Lix! —y la ilusión y emoción solo se intensificaron, Felix ya no sabía ni que pensar ¿este chico era tonto o algo? ¿Cómo podía estar tan feliz de atar su vida con todo un desconocido?

—Tú... Umm ¿Estás bien con esto? ¿Casarte conmigo? —lo miró con duda.

—¿Por qué no estaría feliz? Me gustas mucho Felix—se atrevió a dejar un pequeño beso en su nariz—¿Eso está mal?

—N-No, no... es solo que... ¿no es raro? Apenas nos conocemos...

—Estoy bastante seguro de que podremos conocernos más cuando estemos juntos—y esta vez dejó un beso en su frente—me sentí flechado cuando te vi, estoy seguro que eres mi alma gemela, así que por mi está bien...

¿Qué?

Felix no quiso sacarlo de su error, no le convenía de todos modos, así que solo sonrió dulce para él y se volvió a acurrucar contra su cuello, sintiendo como Hyunjin lo apretaba más contra su cuerpo en un intento de hacerlo sentir protegido.

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