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Felix seguía durmiendo, Chan le pidió que descansara más, ahora que sabía que estaba embarazado -a pesar de lo que dijo el chamán sobre su organismo fuerte y superior- no lo quería arriesgar.

El pelinegro tuvo que salir por asuntos con los cazadores, ahora que había bastantes bebés en la manada, necesitaban protegerlos por lo que el grupo de cazadores se redujo, obligando al mismísimo líder de la manada a cazar con ellos.

La madre de Felix estaba con el en la casa, la noticia se había dado apenas 2 semanas después de enterarse pues aun había asuntos con muchos omegas y betas dando a luz, así que cuando todos los recientes bebés estuvieron en sus cunas fue cuando la familia Lee y amigos se enteraron de que venía un cachorro.

Uno que sin duda cambiaria al mundo.

La señora Lee estaba terminando de hacer la comida para su hijo, después subió para despertar a su hijo con caricias suaves en su cabello.

—¿Bebé? Despierta ya está la comida.

—Mmm...—se quejó haciéndose bolita bajo las cobijas, su madre se rio, pero siguió insistiendo.

—Mi nieto o nieta tienen que comer, levántate—empezó a jalar con suavidad una de sus orejas solo para molestarlo.

—Tu nieto o nieta quiere dormir.

—No, eso quieres tú, levántate que se enfría.

Con un puchero en la cara y el cabello desordenado se levantó y siguió a su madre, su vientre estaba muy ligeramente más abultado que de costumbre, pero seguía sin notarse demasiado.

Se sentó a la mesa y comió todo lo que su madre le puso al frente con toda la calma del mundo, la mujer dejó un beso en su cabeza y se retiró pues tenía que visitar también a su hija para ver a todos sus nietos.

—¿Estarás bien sin mi cariño?

—Si mamá, tranquila

—Te amo cielo—dejó un beso en su frente.

—Y yo a ti...

La señora Lee se fue, dejando al albino solo con montones de comida que, por supuesto no se iba a acabar porque era demasiada, le dejaría bastante a Chan para cuando regresara.

Guardó todo lo que no se pudo terminar y caminó rumbo a la gruta solo para mojar sus pies, Chan no regresaría hasta después de un rato así que técnicamente tenía bastante tiempo solo. Se sentó en la orilla y después de quitarse los zapatos y arremangarse el pantalón metió sus pies al agua.

Una de sus manos se movió a su vientre ligeramente abultado, sonrió suave y lo acarició con cariño.

—Hola bebé...creo que aún no puedes oírme, pero creo que ahora que estamos solos es momento de hablar.

Se alzó un poco la playera para dejar al descubierto su vientre y continuó con las suaves caricias.

—Por un buen tiempo pensé que nunca tendría la oportunidad de conocerte, veía imposible que tú y yo pudiéramos estar juntos, pero mira, aquí estamos y llegaste de sorpresa—rio un poco para después suspirar—tengo miedo ¿sabes? Antes de que tu llegaras me case con alguien más por salvar a mi manada, y ahora esa persona se que me esta buscando... las pesadillas con eso me siguen persiguiendo, tuve su marca y aun puedo sentir un poco de ese lazo, se que el esta planeando algo y no quiero que nada malo nos ocurra ni a ti ni a Channie... supongo que te preguntas quien es Chan, el es tu otro papá, y el te va a querer mucho igual que yo. Ya quiero que crezcas, seguro serás tan bonito como siempre imagine, o bonita, no tengo preferencia por que serás bebé, te voy a amar tal cual eres, y tampoco importa si eres omega, alfa o incluso si llegas a salir beta, eres mi bebé, te cuidare y protegeré sin importar nada.

Felix estaba tan concentrado en hablar con su bebé que no se dio cuenta que Chan estaba a pocos metros de él, escuchando todo con una ligera sonrisa en su rostro, pero la preocupación en su mente, claro que él sabía que Hyunjin estaba tramando algo, no hace mucho le avisaron que lo habían visto por los alrededores, pero como no se acercó lo suficiente no pudieron atacar.

Estaba detrás de Felix, y el hecho de que ahora su pareja estuviera esperando a su bebé, lo volvía todo más complicado, Hyunjin quería a Felix.

Solo a Felix.

Si el menor ya estaba embarazado de otro alfa lo más seguro es que Hwang lo mataría y no podía permitir eso...

—Mi amor—le llamó desde la entrada haciendo que Felix se girara con la cara roja de vergüenza al ser descubierto.

—¿Qué tanto escuchaste?

—Lo suficiente—se acercó y dejó un beso en su mejilla.

—Llegaste temprano—se abrazó a su cuello, Chan aprovechó esto para cargarlo.

—Fue rápido, por estas fechas siempre pasan venados de regreso al norte para hibernar.

—Está bien—se acurrucó contra su cuerpo.

El pelinegro se lo llevó de regreso a la casa, dejándolo en la sala donde el fuego ya estaba encendido para calentar el lugar.

—¿Todo eso cocino tu mamá? —preguntó sorprendido al ver la exagera cantidad de comida que una había.

—Aja, dijo que su nieto o nieta no estaría pasando hambre en su presencia.

—Está bastante ilusionada con nuestro bebé.

—Es normal, ambos somos dominantes de nuestra casta, el bebé que salga de nosotros según lo que dijo el chamán puede que genere una casta nueva.

Era poco común que existieran tanto alfas como omegas dominantes y era aún más raro que pudieran coexistir en el mismo espacio, y aun mucho más raro que fueran almas destinadas.

De verdad que Felix y Chan eran una pareja bastante única y excepcional.

—¿Quieres volver a comer? —preguntó el pelinegro mientras calentaba las cosas.

Y aunque Felix antes hubiera dicho que no, ahora tenía un bebé dentro, un bebé que estaba reclamando mucha comida.

—Si por favor.

Se levantó para ayudarlo y así volver a comer, tendría que empezar a acostumbrarse a la idea de que su figura delgada desaparecería.

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