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Debía de admitir que su padre tenía muy buen gusto a pesar de que casi todo era rojo, el traje se le veía increíble, incluso había mandado hacer una pequeña corona de oro, simulando las hojas de un laurel y uva entrelazadas entre sí, todo era ajustado y lo hacía ver precioso, aunque eso no quitaba sus nervios al menos lo hacía sentir mejor el hecho de saber que se veía increíble.

Respiró profundo un par de veces para que las náuseas por los nervios no se apoderaran de él, después de eso bajó, su madre le había dicho que lo esperaría en el gran salón. Así que se dirigió ahí, la mujer estaba terminando de arreglarle el cabello a su hija menor mientras que la mayor estaba caminando de un lado a otro, inquieta, molesta, frustrada, su instinto alfa la hacía muy sobreprotectora con Felix y saber que había 3 idiotas ahí peleando por la mano de su pequeño hermanito la ponía muy molesta pues para ella ninguno era digno.

El señor Lee por otro lado estaba ya afuera, hablándole a la multitud para anunciar el inicio de la competencia.

—Mamá...—habló Felix al pie de la escalera, la mayor se giró y sonrió encantada al ver lo guapo y perfecto que se veía su hijo.

—Ay mi vida, te ves tan guapo—tomó el rostro de su hijo para llenarlo de besos, Olivia también estaba emocionada, pues corrió a abrazarlo apenas lo vio, Felix la recibió, acariciando su rubio cabello.

—Gracias mamá...

—¿Estas listo Lix? —preguntó Rachael "tranquila", pues se podía sentir el nerviosismo en su voz.

—Si, todo estará bien...—dijo más para sí mismo que para tranquilizar a su hermana—tengo que ir con papá.

Las 3 mujeres le dieron un beso y lo dejaron ir, Felix salió del castillo hasta donde estaba el pedestal donde lo tendrían a un lado de su padre, en el centro de todo. Tomó asiento en su trono y suspiró, los otros 3 estaban con sus familias preparándose o calentando, la primera prueba era la de combate, pondrían a prueba destreza con todo tipo de armas y el combate físico.

—¿Minho ya llegó? —le preguntó a su padre, extrañaba a su primo, con él podía hablar bastante bien y su esposo Jisung era increíble, también muy amable y atento, se llevaba bien con ambos y antes de que empezara la competencia quería hablar con sinceridad y no fingir que no pasaba nada.

—Están en camino—respondió su padre en tono neutro—¿Cómo te sientes?

Felix se extrañó mucho pues por lo general su padre no era mucho de preocuparse por él.

—Estoy bien, nervioso, creo... aun no asimilo que esto está pasando, pero supongo que me acostumbrare cuando ya tenga marido ¿no?

—Eso espero, pero está bien si te sientes nervioso, tu madre estaba peor que eso cuando fue su turno.

Sonrió sin poder evitarlo, imaginarse a su mamá en una crisis nerviosa solo porque 3 jóvenes atractivos estaban cortejándola en una competencia por fases era una imagen divertida, pues recordó que no hace mucho le contó que incluso había vomitado sobre uno de los prospectos solo de los nervios.

Su madre era una persona muy tranquila y correcta, imaginarla nerviosa era gracioso. Ahora la entendía, la comprendía como nunca antes hubiera podido hacerlo.

—¿Fue difícil acostumbrarse? —se animó a preguntar, rara vez su padre hablaba así con él, así que tenía que aprovechar—Tú como alfa tener que acoplarte aquí...

—Al principio fue raro, todo era distinto a mi anterior nación, me sentía un poco perdido y dependí mucho de tu madre, no quería despegarme de ella y eso a veces la fastidiaba un poco, así que si tu futro esposo lo hace, compréndelo, está lejos de casa, todo es desconocido y lo único familiar serás tú, así que no seas muy rudo con el...

—Lo intentare—suspiró y miró a donde todos los demás estaban, la competencia ya estaba por empezar.

—Siéntate derecho, ya vienen tu madre y hermanas.

Felix se sentó correctamente, sus hermanas se sentaron a sus lados y su madre a un lado de su padre, ya todo estaba listo, era momento de comenzar.

Los candidatos fueron a su primera prueba, todo observado por la familia Lee y las demás, consistía en primero combate con espada, lanza, ballesta, arco, diversas armas de hierro de las que Felix no conocía su nombre y al final cuerpo a cuerpo, el mejor puntaje sería dictado por los expertos guerreros del reino Lee.

Y Felix tenía que admitir que no lo hacían nada mal, todos tenían diferentes estilos, pero lo hacían muy bien, su padre miraba atento pues él también era un experto en combate, él tuvo que pasar por ello para estar con su madre. El rubio los miró a todos y cada uno con cuidado, aunque debía de admitir que sus ojos se desviaban repetidas veces hacia Hwang.

Fueron unas cuantas horas donde todos se desempeñaron muy bien, al terminar la mayoría dicto que los 3 chicos tuvieron buenas calificaciones, todas casi iguales, variando por pocos puntos, Felix entonces aprovechó para ir a ver si su primo y su esposo ya habían llegado.

Caminó saludando a varias personas del pueblo hasta llegar donde su primo estaba.

—¡Minho, Jisung! —gritó alzando el brazo para que lo vieran mientras avanzaba.

—¡Lixie! —gritaron casi al mismo tiempo.

Apenas se encontraron Minho lo abrazó y Felix se lo agradeció mucho, el aroma de su primo lo calmaba demasiado y combinado con el de su esposo lo ayudaba a sentirse más tranquilo, Jisung olía a café y Minho a leña fresca.

Apenas estuvieron cerca, los dos mayores lo abrazaron, soltando inevitablemente esas feromonas familiares, envolviéndolo en un nido de aromas que lo reconfortaron y le quitaron bastante los nervios. Para ambos chicos era inevitable no adorar a Felix, a sus ojos era solo otro bebé más que cuidar.

Minho y Jisung ya tenían una linda bebé de 3 años, en ese momento la estaba cargando su abuela para dejar descansar un poco a Jisung, pues por su aroma, él notaba que estaba esperando a otro bebé.

—¿Cómo te sientes Lix? —preguntó Minho al separarse del abrazo, acomodando un poco su cabello, para que la corona que traía no se desacomodara.

—Extraño... aun no lo asimilo—suspiró preocupado por lo que Jisung tomó su mano, dando un ligero apretón para darle apoyo.

—Sabes que nos tienes a nosotros, pequeño.

—Lo sé...

—Vamos a saludar a mis tíos, nos instalamos y pasamos a la convivencia—Minho sabía que habían llegado tarde para mirar la competencia, así que pasarían directo al castillo.

Los chicos caminaron juntos, Minho a su derecha y Jisung a su izquierda para mantenerlo rodeado de su aroma y mantenerlo tranquilo evitando que alguien se les acercara, en especial esos pretendientes que aún no conocían y que tenían que analizar.

A veces Minho y Jisung se comportaban más como sus padres, que su propio padre, pero bueno, Felix no poda hacer mucho al respecto...

—¿Has tomado algo para los nervios?

—Un té, me lo recetó un doctor, mamá me lo prepara todas las noches.

—¿La situación te tiene tan mal? —preguntó Jisung preocupado.

—Algo...

Las náuseas se hicieron presentes de nuevo, el aroma de 3 alfas ansiosos buscándolo ya estaba inundando la sala donde habían llegado a sentarse. Jisung lo miró preocupado, así que lo abrazó y soltó feromonas maternas para tranquilizarlo mientras que Minho los localizaba con la mirada.

No fue muy difícil encontrarlos pues se notaba que estaban buscando a alguien casi con desespero.

Cuando lo lograron ubicar iban a acercarse, pero las fuertes y molestas feromonas de Minho además de su filosa mirada los hicieron quedarse quietos, era una clara amenaza para que se mantuvieran alejados, Felix no estaba en momento de visitas, no mientras el estuviera ahí.

Si bien, dos se fueron rápido, Hyunjin fue el que se quedó solo un poco más para intentar ver si Felix estaba bien, pero el aroma amenazador de Minho terminó por alejarlo también.

Mientras ellos estuvieran ahí, Felix no sería molestado.

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