⭕25⭕

78 21 1
                                    

Antes de que Hyunjin llegara a la casa esta fue completamente desinfectada para eliminar por completo el aroma de Felix de cualquier parte en la que Hyunjin estaría, la sala, el comedor, la cocina e incluso los cuartos de arriba por cualquier cosa.

Por donde se le ocurriera pasar a Hyunjin no debía de oler a Felix.

Porque claro que Hyunjin conocía el aroma de Felix, pasó bastante tiempo con el cómo para grabárselo en la memoria.

Mientras la casa terminaba de ser limpiada, el platinado ya se encontraba instalado en el cuarto de pánico en el sótano, acostado en esa enorme cama para que estuviera cómodo, Chan estaba con él, recostado a su lado, apoyado en su panza y dejando un montón de besitos en esta, Felix sonreía al mismo tiempo que acariciaba su lacio cabello, para este tipo de reuniones siempre se arreglaba muy bien, pero por lo general siempre dejaba sus rizos a la vista y él los peinaba hasta esponjarlos porque en sus días libres Chan todo el tiempo estaba pegado a su cuerpo, dándole amor y muchos mimos, pero sobre todo, hablándoles a los bebés, acariciando su panza con todo el amor del mundo y de la forma más delicada posible mientras él lo miraba y acariciaba su cabello, derritiéndose de amor porque sabía que no importaba lo que se viniera, Chan sería un excelente padre.

-Señor Bang, el joven Hyunjin llegara pronto, tiene que alistarse...-habló Hana desde la puerta, apenas Chan saliera tendría que ser rociado con ese perfume especial para que el aroma de Felix desapareciera de su cuerpo.

-Ya voy-dijo el castaño, dejando un beso justo sobre el ombligo de Felix para después gatear un poco por la cama y besar sus labios, el menor sonrió, correspondiendo ese gentil beso-Terminare pronto, lo prometo.

-Tárdate lo que necesites, nosotros estaremos bien acá abajo, Hana nos cuida bien.

-Lo sé-dejó un beso más y sonrió-los amo.

-Y nosotros a ti...

Chan se levantó y salió de la habitación, la puerta se cerró y pudieron bañarlo con el perfume neutralizador para desaparecer el dulce olor materno de Felix, este no había cambiado mucho como el de la mayoría, ni tampoco ponía como un deseoso de sexo a Chan, el mayor sabía controlarse y al parecer el aroma de Felix les agradaba a los bebés, solo se había vuelto un poco más suave, pero seguía oliendo a un rico brownie de chocolate.

Al estar la puerta sellada el olor del menor no podría salir, y mientras Hyunjin no se acercará a esa zona de la casa-que en si no tenía ni porque pasar por ahí- todo bien.

Chan subió a arreglarse cuando le confirmaron que ahora solo olía a kiwi, no iba a negar que el mismo se sentía horriblemente nervioso pues ya no eran amigos, ahora solo eran gente con la que tenían que hacer negocios y ya, la amistad que en algún tiempo existió ya no lo hacía más, y lo entendía, Hyunjin había visualizado una vida entera con Felix, y por cuestiones del destino no se cumplirían.

Hyunjin si amó a Felix, lo amó como probablemente nunca había amado a nadie en su vida y él llegó y se lo quitó, pero no había sido su culpa, de hecho, él ni siquiera había querido ir a conocer al chico pues tenía muchos pendientes de trabajo y fue Hyunjin el que insistió tanto hasta el punto de hartarlo.

Si lo analizamos así, en realidad fue Hyunjin el culpable de que se conocieran, aunque probablemente por cuestiones del destino ellos se habrían conocido de otra forma, ya que sus almas eran una sola, habían nacido para estar juntos y eso nadie lo podía negar.

Cuando estuvo listo bajó y esperó a Hyunjin en la sala, aunque en su mente solo estaba Felix, preguntándose si estaba bien o si necesitaría algo.

Se distrajo cuando el fuerte timbre se escuchó por toda la casa, uno de los sirvientes fue a abrir y Hyunjin entró, se le veía serio e incluso un poco incomodo, se notaba que tampoco quería estar ahí, incluso Chan se atrevería a decir que se veía mas "viejo" debido a la cansada y seria cara que estaba mostrando, un poco antipática me atrevería a decir.

El castaño se levantó cuando el pelinegro se acercó para darle la mano.

-Bang.

-Hwang.

Sin duda el apretón de manos más tenso que alguna vez dio.

-Acompáñame, la comida ya está lista.

Hyunjin podía notar al mayor tenso, pero bueno, él se encontraba igual, hace bastantes meses su amistad se había terminado y era raro volverse a ver, si por Hyunjin fuera habría cortado lazos financieros también, pero la empresa aun no era suya en ese momento y los tratos con los Bang eran millonarios por lo que no podía perderlo.

Si, ya no eran amigos, pero no podían dejar de ser socios.

La comida empezó cuando ambos empezaron a charlar sobre los futuros contratos y demás cosas, fue una muy, muy larga charla, pero las cosas iban bien, o sea, si estaban incomodos, pero era por cuestiones de trabajo así que tenían que resistir.

Solo un poco más y podría sacar a Felix de esa habitación de pánico.

-Necesito ir al baño.

-Seguro, sabes dónde queda.

Hyunjin se levantó y caminó por el pasillo hacia el baño, lejos de la zona del sótano por lo que Chan estaba bastante tranquilo al respecto; el pelinegro hizo lo que tenía que hacer y al momento de salir se cruzó con una de las sirvientas, todo hubiera sido completamente normal -pues ellas vagaban por toda la casa en busca de algún quehacer que se les haya olvidado- de no ser porque esa chica en concreto tenía un aroma peculiarmente familiar que aun le hacía estragos en el pecho.

Era un poco más suave que de costumbre, pero eso lo hacía terriblemente similar al aroma de Felix.

Pero no era imposible.

La siguió pues iba directo con Chan, para decirle algo que el claramente no pudo escuchar, pero debió de ser algo preocupante pues el semblante del que en algún momento fue su amigo cambió por completo.

-¿Todo bien Chan? -preguntó el pelinegro regresando como si nada cuando la chica se retiró rápidamente.

-Eh... si-se levantó-vamos a mi oficina para firmar los papeles ¿bien?

-Si... ¿seguro estas bien?

-Perfectamente.

Ambos se retiraron de ahí hacia el piso de arriba, lo que le permitió a Hana llamar al doctor pues Felix no se sentía muy bien que digamos, el estrés que le provocaba la situación de tener a Hyunjin en la misma casa que él, preocupándolo y poniéndolo ansioso había hecho algo en su sistema que lo llevó a sentirse mal.

Mientras que Chan y Hyunjin firmaban los papeles y cerraban algunos tratos-sumado a que tenían que tener una video conferencia con alguien importante de otra empresa-, el doctor llegó, afortunadamente era una especie de numero de pánico, si recibía una llamada tenía que ir inmediatamente a la casa y tardarse menos de 10 minutos en llegar.

El doctor entró a la casa justos 10 minutos después de la llama y fue guiado por Hana al sótano para que pudiera revisar a Felix.

40 minutos más tarde Hyunjin se fue de ahí aun con demasiadas preguntas en la cabeza.

Puede que Felix no estuviera ahí, puede que solo era su subconsciente mintiéndole de nuevo, tal vez era el propio aroma de la chica, aunque los alfas no solían tener aromas tan dulces y las betas no tenían aroma... ¿Qué estaba pasando?

A pesar de todas sus dudas se fue sin preguntar nada.

Al salir se topó con un auto desconocido estacionado frente a la casa, lo cual era bastante extraño porque no había nadie además que ellos en la casa.

De nueva cuenta, lo dejó pasar.

Después de todo, ya no eran amigos, no era de su incumbencia.

CycleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora