💠1💠

155 31 13
                                    

El matrimonio entre Lee Felix y Hwang Hyunjin era necesario para la unión de dos grandes imperios que asegurarían la paz entre sus pueblos y así ser más fuertes ante la inminente invasión de los Bang.

Felix lo hacía por su clan.

Hyunjin lo hacía por amor.

Porque desde que vio a aquel rubio chico en la reunión de gobernantes se enamoró perdidamente de él, confirmándole que era su alma gemela porque todo lo que experimento en ese momento jamás lo había sentido con nadie, y eso que había tenido infinidad de parejas con las cuales pasar sus celos, pero ninguna le hizo sentir ni una pizca de lo que sintió con solo ver al chico.

Para Felix era diferente, si bien, logró desarrollar sentimientos más allá de lo amistoso por el alto en todo ese tiempo, su principal motivación para que procediera el matrimonio era para salvaguardar a su gente, los Hwang tenían suficiente armamento y guerreros como para defenderlos y asegurar que nada les pasaran.

A pesar del trato entre todos los clanes, tener una alianza interna solo era un refuerzo más para su gente.

—¿Estas nervioso? —preguntó Rachael a su hermano menor mientras terminaba de arreglar el traje para la ceremonia.

—No...—dijo firme mirando por el ventanal que daba al patio, donde los sirvientes ya estaban terminando de acomodar todo para la ceremonia—Es lindo, a veces es dócil, así que no creo que me cueste manejarlo.

—Bien, recuerda que el cachorro es importante, los Hwang tienen algo raro con los hijos.

—No creo quedar embarazado en la noche de bodas hermana—se burló un poco—pero hare lo que pueda...

—Bien Lix—dejó un beso en su mejilla—ya es hora...

Felix solo asintió, respiró profundo y salió de la habitación para llegar al jardín.

Hyunjin aún estaba en su habitación tratando de calmarse, su madre estaba con él, acariciando su cabello con suavidad y soltando sus feromonas maternas para relajarlo un poco.

—No estés nervioso bebé, Felix es un chico agradable y se ve que te quiere...

—Ese no es el problema mamá...—se acurrucó más contra su cuello, buscando relajarse con ese dulce aroma—estoy nervioso porque me voy a casar, tengo 21 años y ya me voy a casar...

—Bebé, yo me case más joven que eso, vas a estar bien...—intentó de nuevo relajarlo—Ya es momento de que vayas, Felix ya debe de estar abajo.

Hyunjin respiró profundo intentando bajarse un poco el nerviosismo, tenía que relajarse si o si, de lo contrario se podría desmayar y eso no era conveniente, mucho menos ahora; dejó un beso en la mejilla de su madre, la mujer lo abrazó con fuerza para intentar quitarle un poco los nervios, el castaño solo le sonrió y sin más bajó para encontrarse con su futuro esposo.

Caminó tranquilo hasta el salón de la ceremonia, sonriendo al ver a Felix, sentado en una de las colchonetas, esperando mientras la que parecía su hermana menor le colocaba unas flores en el cabello, el sacerdote ya estaba ahí, hablando con la hermana mayor y la madre del rubio.

Era una ceremonia privada, pequeña y demasiado rápida, pues los otros clanes no lo sabían y era mejor hacerlo rápido y sin levantar sospechas, terminó por acercarse, haciendo que Olivia se retirara para que Hyunjin pudiera sentarse en la colchoneta que estaba frente a Felix.

—Hola—saludó el rubio, llevando una de sus manos al rostro del alto, dejando una pequeña caricia que hizo a Hyunjin sonreír.

—Hola Lix...—agachó la mirada, avergonzado, tendría que acostumbrarse a eso.

CycleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora