Cycle

🔆25🔆

A falta de respuesta por Chan, el menor se vio obligado a actuar solo.

Se tomó tan enserio la búsqueda de los nombres perfectos para sus hijos que ni siquiera se dio cuenta de que ya estaba de vacaciones de invierno, literalmente la siguiente semana sería navidad y él ni enterado, tan así se había metido en su investigación que el que terminó organizando todo fue Chan con ayuda de sus padres.

Después de terminar la escuela y sus tareas - más aparte la visita de Jeongin que terminaba por eso de las 7- se ponía a leer en internet un montón de blogs sobre el significado de los nombres y quien sabe que más cosas que encontraba sobre bebés y su embarazo.

El castaño no le decía nada, que Felix se informara un poco más sobre su embarazo estaba bien y si el quería investigar los nombres por su cuenta tampoco lo iba a detener, él no era bueno con esos temas y al parecer Felix si, así que lo dejaría en lo que él se encargaba de la cena de navidad y de los 348 regalos que tenía que comprar a Felix y a sus hijos porque estaba inevitablemente muy contento de que por primera vez en mucho tiempo tendría una verdadera cena familiar.

El rubio-pues ya no le había dado tiempo de volver a tinturar su cabello- dejó de leer cuando se sintió cansado, cerró la laptop y fue a la cocina por algo de fruta, después de eso subió con cuidado hasta el segundo piso y entró a la oficina de Chan, se sentó en la grande y cómoda silla luego de agarrar un libro cualquiera y empezar a leer.

Siempre hacía eso cuando estaba aburrido, la oficina de Chan tenía todo tipo de libros y algunos de los que había agarrado habían sido bastante interesantes.

Comió una de las uvas sonriendo al sentir el dulce juguito y empezó a leer, notando de inmediato que era un libro de historia política.

Lo cerró solo para leer la portada "La caída del nexo y sus consecuencias en la sociedad", volvió a abrirlo y empezó a leer de verdad interesado, pues, había llegado a escuchar sobre el tema en la escuela, pero nunca profundizaron en ello, ahora tenía un libro entero de 700 páginas sobre el tema.

Pasó horas leyendo el caso explicado de como los sujetos -pues sus nombres se perdieron con el paso de los años- desafiaron al sistema del nexo que regulaba a alfas y omegas en diferentes partes de la ciudad para evitar accidentes puesto que al ser destinados se necesitaban el uno al otro para poder sobrevivir debido a una rara enfermedad en el omega que lo hacía colapsar debido a la falta de feromonas de su alfa, complicando su embarazo en el proceso.

Estaba tan entretenido con el libro que Hana tuvo que subir a llevarle la comida, Felix le agradeció y comió sin dejar de leer, también se tomó sus vitaminas y comió un rico postre de jarabe y gelatina con helado.

No venían muchos más detalles, de hecho, el libro explicaba más todos los cambios legales y de estructura social que tuvieron que pasar para que la actualidad existiera, pues antes incluso a los alfas se les tenía con collares paralizantes para evitar algún incidente cuando visitaban el lado omega de la ciudad.

Las nuevas leyes que surgieron y las que se mantuvieron así como la lucha de años que tuvo que pasar hasta que por fin se aprobara la iniciativa de volver a dejar que alfas y omegas convivieran juntos, pues según la historia en el libro, la pareja no sobrevivió, se convirtieron en mártires del movimiento debido a que su historia contada por sus hijos mellizos motivó a los demás a alzarla voz.

Y de hecho fueron esos mellizos los fundadores originales de la iniciativa que poco a poco y con el tiempo se fue desarrollando cada vez más y más hasta llegar a la actualidad.

Cuando acabó el libro regresó abajo solo para regresar a su laptop y buscar un poco más de información.

Lee Hyori y Lee HyunSoo.
Los pioneros de la caída del nexo.

—Son unos muy bonitos nombres ahora que lo pienso...—sonrió y acarició su enorme vientre— ¿a ustedes es gustan? ¿Hyori y HyunSoo? —Y a pesar de que ahora que sus bebés ya no tenían tanto espacio para moverse como antes respondieron con varias pataditas. —Voy a tomar eso como un si—dejó más suaves caricias sobre la tela de su sudadera y dejó de leer, miró el reloj en la pared de la sala, Chan no debía de tardar en llegar ya.

Se levantó con cuidado y se recostó en el sofá de costado pues la espalda ya había comenzado a dolerle, cubriéndose con una cobija que siempre tenía ahí.

15 minutos después llegó Chan del trabajo, lo primero que fue a revisar fue al bulto en el sillón.

—Hola mis amores ¿Cómo están? —se arrodilló junto al sillón y dejó unos cuantos besos en su frente.

—Channie—sonrió y estiró los labios de forma tierna, pidiendo un besito que no tardó en llegar.

—¿Te sientes mal? ¿quieres que te lleve al médico? La doctora Choi aun atiende a esta hora.

—Solo me duele un poco la espalda.

—Bueno, eso es normal, estamos en la semana 28 casi en la 29, la panza te pesa mucho, deberías de quedarte ya en reposo bebé.

—No, aun no quiero estar así, además, aun puedo caminar, solo me duele un poco, estoy bien—lo que menos quería era quedarse postrado en una cama sin poder hacer nada por semanas hasta que los bebés nacieran.

—Veremos que dice la doctora ¿bien? Vamos a cenar y de ahí a la cama ¿si cielo?

Felix asintió y se abrazó a Chan para poder levantarse e ir al comedor.

—¿Ya hablaste con todos? —preguntó el menor apenas le sirvieron.

—Minho y Han ya me confirmaron, Changbin dijo que también va a venir con su esposa y sus dos niños—picoteó un poco su comida—ya también hablé con mis padres dijeron que van a venir apenas puedan.

—Está bien—sonrió y comió tranquilo—Innie y Seungmin ya me dijeron que sí, Hyunjin también, mis hermanas igual.

Chan solo asintió, no preguntaría por sus suegras, ya sabía la respuesta y no quería que Felix estuviera triste.

Al terminar la cena, Chan lo llevó con él a la habitación para poder darle un masaje en la espalda y las piernas que era lo que siempre le dolía, Felix se dejó consentir con una sonrisa suave, soltando pequeñas risitas pues de vez en cuando Chan dejaba besos en su piel.

Se acurrucaron juntos para dormir apenas Felix estuvo completamente relajado, dejó un beso tras su oreja-pues dormir de cucharita ya era de ley- susurrando un "buenas noches mis bebés" que solo le hizo soñar cosas bonitas.