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Citas como esas fueron recurrentes cada fin de semana y algunas veces entresemana debido a que la madre de Jisung se tomaba algunos días para cuidar a su hijo y no dejarle toda la carga a Felix.

Así que ahí estaban de nuevo, en el parque del nexo, juntos en la misma banca, hablando de mil cosas hasta que el teléfono de Hyunjin sonó.

—¿Mamá?

—Jin...—se escuchaba angustiada—se me rompió la fuente ¡ah!

—¡Mamá! —la llamó, pero la mujer sin querer había colgado—Me tengo que ir—dijo el pelinegro rápido, levantándose.

—¿Tu madre está bien?

—Tengo que llevarla al hospital, mi hermana va a nacer—y sin más se fue corriendo, pero Felix lo alcanzó, no lo iba a dejar solo, además, probablemente no lo dejarían entrar al hospital así como así en un estado tan eufórico.

Hyunjin no dijo nada cuando Felix también se subió al taxi, hasta cierto punto lo agradecía pues el dulce aroma del menor lo ayudaba a estar un poco más tranquilo.

Cuando llegaron dejaron el taxi en espera poder ir por la señora Hwang, Hyunjin la encontró en la sala abrazando un cojín y aguantando las contracciones así que se apresuró a cargarla, tal vez fue por la desesperación o la adrenalina de la situación, pero pudo levantarla rápidamente para llevarla al taxi mientras que Felix subía por la maleta que la mujer ya había dejado preparada con todo lo que iba a necesitar en el hospital.

Subieron al taxi de nuevo y al ver las condiciones en las que iban el conductor deicidio no respetar los límites de velocidad.

Afortunadamente llegaron rápido al edificio donde fue Felix el que entró primero para advertir la situación en lo que Hyunjin pagaba y ayudaba salir a su madre con mucho cuidado del auto, cuando llegaron a la entrada, la señora Hwang fue atendida rápidamente por las enfermeras llevándola a la sala de partos, Hyunjin quiso ir, pero una doctora lo detuvo.

—No se preocupe joven Hwang, su novio ya nos lo explicó todo, en un momento podrá entrar junto con él para acompañar a su madre, tienen que cambiarse en lo que la preparan, acompáñeme.

Hyunjin la siguió sintiéndose extrañado y emocionado al mismo tiempo ¿novio?

Cuando Hyunjin entró a la habitación donde Felix ya se estaba cambiando, aprovechó que la mujer salió para preguntar.

—¿Novio? —sonrió de lado.

—Era la única forma de que te dejaran entrar, tenía que tener algún parentesco contigo, ellos saben quién soy porque mi tía trabaja aquí así que no podía decir que era un familiar tuyo, de ese modo un omega estaría acompañándote y estarías presente en el parto de tu hermana—explicó ligeramente sonrojado, terminando de ponerse el traje especial.

—Ah...

Felix tenía que pararlo ahí, que no se emocionara de más, solo lo había hecho por la señora Hwang.

Ambos sanitizados y vestidos con el traje especial pudieron entrar a la sala de parto, la señora Hwang ya estaba lista así que Hyunjin se acercó a su madre y tomó su mano.

—Todo va a estar bien mamá...

—Jinnie...—se escuchaba débil por culpa del dolor, pero le sonrió a su hijo.

Felix se quedó un poco apartado, mirando como Hyunjin tomaba actitudes mucho más sinceras; durante 5 horas que duró el parto Felix observó todo a una distancia prudente, sorprendiéndose de las actitudes del alto, todas honestas y sin calcular como cuando salía con él, entendía su comportamiento, sabía que estaba siendo prudente porque sabía del miedo que le tenía a los alfas, pero verlo así, nervioso, asustado pero feliz cuando el primer llanto de su hermana se escuchó, el cómo lloró y sonrió con autentico amor, o cómo sus manos temblaron cuando le entregaron a la bebé para que se la entregara a su madre y pudiera verla.

Sintió ganas de llorar, porque era demasiado lindo.

Hyunjin miró al platinado cuando les pidieron salir, pero el pelinegro se acercó al menor y quitó ambos cubrebocas para plantarle un beso en los labios, demasiado emocionado, eufórico y agradecido como para no hacerlo, necesitaba darle ese beso a Felix porque gracias a él pudo estar con su madre en tan importante momento.

Y lo más sorprendente de todo fue que Felix lo dejó, e incluso le correspondió llevando una de sus manos a la mejilla del alto para poder separarlo cuando se sintió un poco sofocado. Se miraron a los ojos uno más sorprendido que el otro, los ojos del pelinegro todavía estaban brillando por la emoción.

—¿Y eso por qué fue? —preguntó aun cerca, con sus narices rozándose un poco.

—Como agradecimiento—dijo con voz suave, casi en un susurro queriendo acercarse para besarlo de nuevo, pero Felix se quitó—¿Lix?

—Tenemos que salir de aquí—respondió el menor con la cara roja caminando a paso rápido fuera de la sala.

Hyunjin lo siguió pues tenían que quitarse esos trajes, además, tenía que avisarle a su papá que su hermana ya había nacido. Apenas se libraron de esos trajes les pidieron que se retiraran pues la señora Hwang tenía que descansar, podían volver mañana en la mañana.

—No creo poder conseguir un pase nexo para mañana...—dijo visiblemente preocupado apenas estuvieron lejos del hospital.

—¿Tu padre no puede conseguirte uno? Según lo que me has contado su empresa es bastante influyente, no creo que no pueda darte uno.

—Supongo que sí, después de todo el tiene que venir a verla también, pero conociéndolo estará ocupado—suspiró frustrado.

—Puedo venir yo si quieres—dijo el menor con la mirada gacha pues aún no se atrevía a ver a Hyunjin al rostro luego del beso que le dio en el hospital.

—No tienes que hacerlo Lix, buscare un modo...

—Solo serán 3 días los que la tendrán internada, puedo venir, además, me presente como tu novio así que en teoría es mi suegra por lo que es un parentesco familiar.

—Si... sobre eso—se sonrojó—perdón por besarte de la nada Lix, solo... estaba muy emocionado y-...

No pudo seguir hablando pues Felix lo tomó del rostro para besarlo de forma delicada, aunque si era un poco más allá de lo superficial, el shock le duró como 2 segundos para después corresponder, llevando sus manos a la pequeña cintura del platinado y mantenerlo un poco más cerca.

—Esta bien—dijo sobre sus labios, gracias a la cercanía Hyunjin pudo notar que tenía el rostro demasiado sonrojado—no te preocupes, también me gustas.

Sonrió, no pudo evitarlo.

—Eso significa que eres mi novio oficial ¿no? —preguntó con voz suave, aunque un poco coqueta al mismo tiempo que rozaba su nariz con al del menor.

—No sé—sonrió suave—no me has pedido nada.

—Cierto—se alejó un poco para poder verlo a la cara, soltó solo una mano del agarre en su cintura y acarició su rostro caliente por la vergüenza, acomodando su flequillo detrás de su oreja—Lee Felix ¿quisieras ser mi novio? Prometo ir a tu ritmo, lo de hoy fue solo un impulso por la emoción y me disculpo.

El platinado sonrió y dejó un beso pequeño sobre los labios del alto, parándose de puntitas para alcanzarlo.

—Esta bien, si quiero, pero te advierto que esto será muy lento.

—Esperare el tiempo que haga falta si es para poder estar contigo.

—Es un trato entonces.

—Un pequeño compromiso.

Y fue sellado con un largo beso.

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