🔆19🔆

98 21 0
                                    

Nadie había preparado a Jeongin para el impacto que tendría al enterarse de que su mejor amigo ya estaba en espera de ser papá porque hasta donde él se quedó, Felix solo había sido marcado por su nuevo alfa y vivían felices la vida de enamorados.

El primer día de clases después de las vacaciones se le hizo bastante extraño no verlo, y tampoco es como que en vacaciones se hayan comunicado pues él y su familia se habían ido de vacaciones, sintiéndose más castigado que nada porque su madre le había quitado el teléfono con la excusa de que no lo quería ver con ese "aparato del mal" todo marginado y que lo quería nadando o jugando con sus hermanos en la playa.

Al llegar a casa no pudo visitar a Felix, tenía la esperanza de verlo en la escuela, pero tampoco fue así, al finalizar el día fue llamado por el director para informarle que sería el compañero de apoyo designado para Felix pues él ya no podría ir a la escuela, pero continuaría sus estudios en línea, aunque aún así se necesitaba un contacto directo con la escuela y ese sería él a petición del pecoso.

Jeongin dijo que si obviamente, pero al llegar a su casa le llamó al pelirosa exigiendo una explicación porque no era posible que su mejor amigo ya no iría a la escuela ¿¡Con quien se supone que pasaría los recesos?! ¡¿Con quién se quejaría de los maestros!? ¡¿Con quién haría trampa en los exámenes?! ¿¡Quién sería básicamente su mejor amigo en la escuela si Felix ya no iba?!

Ahora estaba ahí, en el auto que el nuevo novio de Felix había enviado para él porque tenía que pasarle los apuntes y explicarle algunas cosas pues el pecoso estaría trabajando con lo que los profesores le mandaran por correo al ser un caso "especial".

—¿Ya vamos a llegar? —preguntó el omega nervioso pues estaban entrando en una zona de la ciudad que nunca antes había visto pero todo estaba demasiado lujoso y elegante como para ser "normal".

—Si, ya casi, no estés nervioso—dijo la beta estacionando justo frente la vivienda de los Bang, la bonita y lujosa casa ya tenía la puerta principal abierta donde una mucama ya estaba esperando al menor.

El omega abrazó su mochila, agradeció bajito y salió del auto luego de despedirse, la mucama lo adentró a la casa-o al jardín más bien- y cerró la puerta, lo guió por el camino hasta la entrada principal, el peliazul estaba impactado por todo lo que estaba viendo ¿el nuevo novio era rico o qué? ¿Felix de verdad vivía ahí?

Quedó todavía más impresionado cuando entró a la casa, era amplia, bonita y MUY lujosa, todo de colores negros grises y blancos.

La mucama lo llevó hasta la sala de estar donde Felix estaba sentado sobre un muy mullido puf frente a la mesita de centro donde sus libros y cuadernos estaban además de la laptop y un tazón con frutas, o sea FRUTAS de todos los tipos.

El tipo sin dudas era millonario.

—¿Lixie?

El pelirosa dejó de escribir para girar y mirar a su amigo, sonriendo tan radiante y contento como nunca antes lo había visto.

—Innie hola—se levantó con cuidado, sosteniendo su vientre con una mano, Jeongin de inmediato se acercó para ayudarlo, en el proceso se terminaron abrazando—te he extrañado mucho~

—Ay Lix—se acurrucó contra el cuello del más bajo y sonrió—no puedo creerlo—lo soltó solo para poder ver su vientre, con la mirada pidió permiso para tocarlo a lo que Felix asintió, alzándose su holgada playera que evidentemente era de Chan—¿Cuánto tienes? —acarició con cuidado la piel del vientre de su amigo.

—Estoy empezando la semana 13, los vómitos al fin me dejaron en paz—dijo sonriendo, notándose aliviado.

—Lix te vez tan bonito, dios tengo que abrazarte—y de nuevo el peliazul lo abrazó, sacando una pequeña risita del pelirosa.

—¿Quieres comer algo? Hana puede prepararte lo que quieras—se separaron para poder sentarse y el continuar con su trabajo, Jeongin también sacó sus cosas para explicarle lo necesario y lo que vieron en clase, primer día de vuelta y ya tenían mucho trabajo.

Toda la tarde fue mucha platica y trabajos no tan difíciles, Hana les sirvió de comer ahí pues moverse hasta el comedor sería muy trabajoso y los dos estaban cómodos ahí; Jeongin le contó todo lo que pasó en las vacaciones, quejándose de su madre y sus hermanos, pero a pesar de eso las vacaciones fueron lindas, aunque la mitad del tiempo el síndrome de abstinencia por no tener su teléfono lo dejó medio muerto.

El ambiente se puso un poco triste cuando Felix le platicó lo que había pasado con sus mamás luego de enterarse del embarazo, de hecho, actualmente no había hablado con ninguna de ellas, pues también había cambiado de teléfono debido a que de vez en cuando Hyunjin le mandaba mensajes.

Su nuevo número se reducía a Chan, Rachael, Olivia, Changbin, Han, Minho, sus suegros y ahora Innie y Seungmin.

El peliazul se la pasó consolándolo la mayor parte de la tarde luego de terminar sus tareas, porque las hormonas lo tenían mal y hablar de la situación con sus mamás era algo que aún lo tenía delicado.

Pero Felix pasó de estar medio triste a soltar ese delicioso aroma a brownies y casi brincar de alegría cuando un alfa trajeado y muy guapo entró por la puerta principal, Felix casi corrió para recibirlo abrazándose a su cuello y besando sus labios con suavidad al mismo tiempo que lo saludaba, el alfa lo abrazó con mucho cariño y cuidado, besando sus labios y después todo su rostro, mirándolo con un amor y admiración que Jeongin jamás nunca había visto.

Poco después Felix los presentó, pues Jeongin pasaría bastante tiempo en la casa a partir de ahora, lo cual también era bueno pues así Chan no se preocupaba de que Felix estuviera solo por las tardes en las que el tenía que salir, ya que ahora habiendo nuevos tratos con diferentes empresas necesitaba pasar bastante tiempo afuera.

El menor se fue luego de cenar algo con los novios, el auto que lo recogió en la escuela fue el mismo que lo dejó en su casa.

Se despidió de la conductora y entró a su casa, donde sus padres lo saludaron y le preguntaron por su día y Felix ya que la notificación de que Jeongin sería el compañero de apoyo del pelirosa también les había llegado a ellos.

Fue un día bastante cómodo y tranquilo.

Podía acostumbrarse a eso.

CycleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora