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3 de la mañana y Chan mantenía los ojos bien abiertos, pegados a su computadora y escribiendo algunos correos para personas importantes.

Felix se mantenía recostado a su lado apenas logrando dormir un poco, con exactitud llevaba solo 15 minutos dormido.

Llevaban 5 simulacros de parto desde la última consulta con la doctora Choi, todos en la madrugada; las indicaciones para supuestamente relajar la tensión con la respiración y sobrellevar las contracciones nunca sirvieron, Felix se desesperaba por el sufrimiento y un par de veces llegó a morder a Chan del dolor, pero apenas llegar al hospital duraban solo un rato y después se calmaban para desaparecer por completo.

A pesar de eso la doctora Choi siempre los recibía y revisaba a Felix casi con lupa a petición de Chan.

El mayor dejó la computadora de lado y se acurrucó junto a Felix, honestamente ya no se sentía capaz de dormir, él era el que tenía que estar más alerta, la maleta para el hospital estaba a los pies de la cama, las llaves en la mesita de centro que ahora también estaba a los pies de la cama, incluso él estaba vestido con ropa deportiva a pesar de que nunca dormía con nada solo para salir rápido.

Tenían todo listo, pero ellos no se sentían listos.

El otro día Felix le había estado hablando de lo inseguro que se sentía y el miedo que tenía de que algo saliera mal en la cirugía, además de que se tendría que quedar internado como 4 días o más para que pudiera recuperarse.

Todo sin apoyo de su mamá.

Como ser humano pensante, poco le importaba que ninguna de sus madres estuviera ahí con él, le dolía, sí, pero tampoco es cómo que fuera indispensable su presencia, ahora tenía a Chan.

Pero su lado omega estaba aterrado, abandonado y herido por la falta de protección y cariño materno que le empezó a hacer falta desde el momento en que se enteró de su embarazo, aún era un cachorro inexperto y tenía mucho miedo.

Chan no pudo hacer más que abrazarlo y tratar de calmarlo pues Felix lloraba, completamente dominado por su omega, ya que si hubiera estado más consciente probablemente no le importaría mucho el tema, 3 horas completas de llanto y se quedó dormido, al menos unos 20 minutos pues por el dolor de espalda se despertó.

Lo bueno es que ahora estaba dormido, Chan se mantenía a su espalda, soltando sus feromonas para mantenerlo relajado, por lo general siempre acariciaba su cabello o panza para que se relajara, pero ahora no quería hacerlo, el menor se despertaba con lo más mínimo y ahora que apenas y lograba dormir algo lo mejor era no interrumpirlo.

40 minutos después cuando apenas estaba empezando a dormitar Felix gritó, despertándolo de inmediato.

—¡¿Felix?!

—AY POR LA MIERDA ¿¡PORQUE ESTA DOLIENDO TANTO?! —se encogió en si mismo y apretó las cobijas, su piel se puso roja y sus ojos lagrimearon, sin duda estaba doliendo mucho más que las otras veces, pero a veces así era, ya les había pasado, primero tenían que medir las contracciones, si en 30 minutos las contracciones no sucedían cada 5 minutos y eran cada vez más duraderas, entonces solo era un simulacro.

—Tranquil bebé, respira lento—lo ayudó a sentarse y tomó su mano, Felix la apretó fuerte y apoyó su frente en el hombro de su novio—vamos a empezar a medir ¿bien? No quiero moverte hasta el hospital si solo es un simulacro, no quiero que te estreses—tomó su teléfono y empezó a contar—¿Estas bien?

—Cállate—gruñó apretando más fuerte su mano, con su mano libre apretó su hombro—Solo cállate...—sollozó.

Chan empezó a dejar besitos en su cuello, respirando con él, casi al mismo tiempo para intentar que el menor regulara su respiración, y en cierto modo estaba funcionando, tenía los ojos en el reloj, apenas habían pasado un minuto, Felix volvió a apretar su mano, incluso mordió su cuello y sollozó, el alfa lo resistió, empezando a soltar sus feromonas para tranquilizarlo aunque él estuviera igual de nervioso, la contracción duro minuto y medio y se detuvo, Felix se restregó contra el cuello de Chan al mismo tiempo que sollozaba e intentaba respirar, su lado omega estaba saliendo, y ambos lo sabían pues estaba temblando y empezando a soltar sollozos más desesperados.

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