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Felix estaba sentado en su banca, mirando por la ventana en lo que llegaban sus compañeros para empezar el examen, estaba pensando seriamente en lo que había soñado hace unos días cuando Hyunjin se quedó con él.

Ya no había tenido sueños raros, pero eso no quitaba que seguía muy extrañado por lo que había pasado. Estaba tan distraído que no se dio cuenta de que Jeongin ya se había sentado a su lado, esperando que se diera cuenta de su presencia, pero al ver que no estaba tan lucido como siempre, picó su costado haciendo que diera un brinquito del susto y lo mirara.

—Innie... me asustaste—sonrió suave.

—¿Qué tienes? Estas muy pensativo y eso no es normal en ti. —lo miró preocupado, Felix nunca estaba así de tranquilo, mucho menos antes de un examen, algo le pasaba.

—Pues... pasó algo, un sueño raro que me tiene inquieto, pero ¿podemos hablar de eso después? Ya llegó el profesor.

—¿Qué? —Jeongin giró la vista para ver y en efecto, el profesor ya estaba acomodando sus cosas en el escritorio—Ay no...

Felix soltó un suspiró y comenzó a sacar sus cosas, el examen estaba a nada de iniciar.

Todo el salón quedó en un profundo silencio, si acaso llegaba a haber algún ruido era el de los lápices al contestar y las hojas pasando, era un examen extenso y pesado, el profesor vigilaba a todos y cada uno, paseándose por entre las bancas.

El ambiente estaba jodidamente tenso, pero Felix se mantenía tranquilo, contestando sin muchos problemas, la ventaja de que su novio ya se hubiera graduado es que tuvo mucho tiempo para estudiar sus exámenes y apuntes de las materias que coincidían para poder compararlos con lo que estaba viendo actualmente, logrando hacer una buena guía, si bien no era el mismo examen, era lo suficientemente parecido y le estaba resultando fácil responderlo.

Fueron dos horas de tortura, pero al final pudieron ir al almuerzo apenas terminaron, unos se fueron corriendo otros más iban caminando con mucha pesadez, como Jeongin, mientras que Felix iba tranquilo, tal vez con un poco de dolor en el cuello, pero tranquilo.

—¿Vas a contarme que soñaste? —preguntó el menor de cabello azul sentándose rápidamente junto con Felix en una de las mesas cercanas de la cafetería.

—Ah...si—se sentó con cuidado, apoyándose en la mesa—pero antes ¿Qué te parece si vas por un poco de comida para ambos?

—¿Qué crees que soy? ¿Un sirviente?

—Mi amigo que tiene curiosidad y que no sabrá nada si no me trae algo de comer—sonrió encantadoramente por lo que Jeongin solo suspiró.

—Touché—se levantó—un día de estos tu sonrisa no funcionara.

—Me amas.

—Y te aprovechas—el menor se fue directo a una de las tantas tiendas que había, sabía los gustos de Felix así que ni siquiera se molestó en preguntarle que quería.

Cuando regresó dejó un chocolate con brownies frente al pelirosa mientras que él se bebía un café americano.

—Bueno, habla entonces.

—Fue muy extraño...podía verme a mí, pero tenía orejas de lobo y el cabello blanco, estaba corriendo por un bosque, me veía asustado y nervioso, creo que incluso estaba llorando, luego Hyunjin me despertó...—suspiró.

—¿Orejas? ¿Cómo en los libros de licantropía?

—Algo así, supongo que por todo esto de las castas, no me sorprendería que en algún tiempo pudiéramos tener orejas y colas.

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