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Se acordó que Jeongin en todo momento estaría siendo custodiado a una distancia prudente cuando se encontrara con su pareja, sumando a esto Jeongin acordó hablar con Seungmin para intentar convencerlo de que el clan Kim se uniera a la manada del sur y así evitar más riesgos, aunque teniendo en cuenta que desde siempre estuvieron a un lado de los Hwang sería bastante difícil.

Aun así, intentarlo no era malo y teniendo en cuenta que se veían bastante seguido, puede que de algún u otro modo lo convenciera de que el líder de los Kim tuviera una audiencia con Chan y hacer una alianza.

Las cosas con Minho y Jisung estaban bien, el señor Han era el que ahora estaba ayudando más debido a que Minho no se podía acercar a su novio sin querer hacerle más bebés cuando los primeros aun no nacían.

Los bebés de los hermanos mayores de cada familia ya estaban a pocos días de nacer, por lo que Felix dentro de muy poco sería tío y eso lo ponía demasiado contento y emocionado. Aunque en cierto modo, que su hermana ya fuera a ser madre lo tenía también un poco melancólico, pues la plática con Chan aún no se había dado por falta de tiempo...

Aunque tenía el ligero presentimiento de que le pelinegro ya tenía una idea pues en las últimas noches cuando dormían de cucharita la mano de Chan siempre se quedaba sobre su vientre, acariciando distraídamente hasta que se dormía.

Felix entonces se propuso agarrar el valor suficiente para hablar el tema directamente cuando Chan regresara de la junta con el consejo, así que se quedó en la sala y se abrazó a sí mismo, se sentía ansioso pues no era un tema fácil y probablemente no quedara en cinta a la primera, pero tenía una pequeña esperanza de que su cuerpo después de tanto tiempo conviviendo con Chan, se haya acoplado por completo al alfa.

Él también quería un bebé... o más.

Así que espero lo que hiciera falta, incluso si se desvelaba lo esperaría, era algo que quería tratar ya.

Fueron dos horas de incertidumbre hasta que la puerta se abrió, así que se levantó rápido para recibirlo, pero con lo que se topo fue un golpe de fuertes feromonas que lo dejaron mareado, Chan había entrado a la casa, cerrando rápido la puerta y apoyándose en esta para descansar, su pálido rostro ahora estaba adornado con un sonrojo y perlas de sudor, sus ojos escarlatas tenían la pupila dilatada y su pecho subía y bajaba rápido en busca de aire...

Chan estaba en celo...

—¿Channie? —se acercó contra su buen juicio para poder sostenerlo, el pelinegro se abrazó a la cintura del menor, apoyándose en su hombro y respirando con fuerza su dulce aroma.

—Lix...—jadeó contra su suave piel, comenzado a dejar cortos besos y leves mordidas.

—Ch-Chan espera...—se apegó más al toque de su pareja, acariciando su espalda con suavidad—vamos a la habitación...—pidió con voz suave por lo que el pelinegro lo cargó rápido y subieron a la habitación.

Apenas la puerta del cuarto se cerró, Felix terminó recostado en el colchón con su caliente alfa encima, quien no espero nada para besarlo con necesidad mientras quitaba rápidamente su ropa, el albino correspondió, acariciando su cuello y nuca para intentar relajarlo un poco, podía sentir la desesperación en sus movimientos, y por esa misma su ropa terminó en el suelo.

Chan también se desnudó rápido, Felix tuvo que pasar saliva, el cuerpo del mayor estaba increíblemente marcado, sus feromonas lo estaban mareando mucho por lo que él también estaba comenzando a sentir la necesidad.

Era muy frecuente en los destinados que el celo de un afectara también al otro.

Su mente se nublo de nuevo cuando sus labios se juntaron en un salvaje y hambriento beso, dejó de pensar en lo caliente que era su novio pues ahora podía sentirlo, Chan había aprovechado la cercanía de ese beso para acomodarse bien entre las piernas de Felix y adentrarse en él.

No fue difícil pues el lubricante natural de su cuerpo al estar excitado lo hizo todo más fácil.

El gemido fue casi gutural contra la piel del hombro del mayor, sus uñas se enterraron en los brazos de este cuando Chan empezó a moverse, si bien estaba lubricado, aun no se acostumbraba al tamaño, si de por si su alfa era grande, en celo el pene se hinchaba un poco más, no llegaba a ser incomodo, pero podía notar la diferencia.

Dejó de pensar cuando el pelinegro tocó su punto dulce, por lo que solo cerró los ojos y se aferró a su pareja, dejando besos y suaves mordías en su cuello y hombro, algunas un poco más fuertes cuando el movimiento aceleraba o se volvía más rudo, pero siempre placentero.

La casa se llenó del delicioso aroma de ambos, combinándose en el aire y llegando a las fosas nasales de alguien que en definitiva no debería de estar cerca de la zona, aunque bueno, teniendo en cuenta de que ambos eran casta dominante era bastante común que el aroma llegara bastante lejos.

Pero si, Hyunjin no debería estar cerca del perímetro de la aldea de los Bang, mucho menos cerca del perímetro de la casa del líder que compartía con su alma gemela.

El aroma era dulce y embriagador, pero manchado por el aroma de Bang y para Hyunjin eso era una clara demostración de que el menor estaba disfrutando la situación, de lo contrario, las feromonas serian tensas, podría sentir el miedo y la repulsión en ellas, pero en las de Felix no había más que placer y deseo...

Su corazón dolió... pero mantenía una pequeña esperanza, si lograba hablar con él, si lograba convencerlo de que con el estaría mejor podría recuperarlo, además, había una alta probabilidad de que Felix estuviera solo en su ciclo de celo, donde forzosamente necesitara de un alfa para calmar el horrible calor y bueno, Bang lo había robado, era obvio que sería el...

Se fue de ahí antes de que alguien pudiera detectarlo, había encontrado una ruta segura por la cual colarse a la aldea.

Ahora solo tenía que esperar el momento justo para actuar y recuperar a su omega.

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