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Cuando Felix estuvo en casa su madre no dejó de abrazarlo mientras lloraba, el nexo le había informado todo lo ocurrido y a pesar de saber que lo estaban cuidando no podía evitar sentirse preocupada por su hijo. En especial al darse cuenta de que venía ya marcado y oliendo a kiwi.

—Cuéntame bien que pasó—pidió su madre sentándose con él en la sala, Olivia se sentó aun lado de su hermano para abrazarlo.

—¿Recuerdas que te dije que Hyunjin quería presentarme a su mejor amigo?

—Aja...

—Pues resulta que el alfa que me presento era un alfa dominante que resulto ser mi alma gemela...

—Ay no.

—Sip.

—¿Entonces que pasara con Hyunjin?

—No lo sé—suspiró—no he hablado con él, me da miedo su reacción, además...—su mano fue directo a su marca, acariciándola con cariño y sonriendo al sentir una oleada de amor que Chan había mandado por medio de su enlace—Ahora estoy con Chan...

—¿Chan? ¿Bang Chan? —dijo su hermana alejándose un poco de él para mirarlo con sorpresa.

—¿Sí? ¿Lo conoces?

—Es uno de los más grandes benefactores del nexo, tiene compañías millonarias en todos lados de Corea y Australia, en el nexo se le respeta, nos lo mantienen presente en la academia todo el tiempo.

—Oh... así que es alguien importante—dijo la señora Lee un poco sorprendida.

—Un poco—dijo el platinado un poco tímido—tengo que ir con Jisung, le prometí que le ayudaría.

—Apestas a tu alfa, los mellizos no van a querer que te les acerques.

Y en eso tenía razón, no lo reconocerían por el aroma de Chan alrededor suyo, cubriendo su característico olor a brownies.

—Deberías de quedarte en casa un rato, mañana tienes que regresar a la academia y recuperar el tiempo perdido, tus profesores están asustados, la gente del nexo entró para explicar, pero todo fue un poco chocante.

—Está bien—se separó de ambas y subió a su recamara, su cuerpo aun estaba lo suficientemente adolorido como para poder bailar.

Se recostó en su cama, acurrucándose entre las cobijas y abrazando una almohada, se sentía inquieto y triste, extrañaba a Chan, mucho, ahora entendía como se sentía Jisung cuando no estaba con Minho, pero ahora gracias a los mellizos ya no era tan dramático como antes, cuando el omega tenía bebés el vínculo era todavía más fuerte que con el alfa.

Cerró los ojos, dispuesto a dormir, pero el ruido y la constante vibración de su teléfono lo interrumpió.

Sonrió como bobo porque justo era una llamada de Chan.

—Hola pequeño ángel.

—Hola Channie...

—¿Cómo te sientes?

—Un poco mejor, pero te extraño mucho.

—Yo también te extraño bebé—pudo escuchar el suspiro tras la bocina por lo que el hizo un puchero—hoy hablare con Hyunjin.

Y con esas 4 palabras se le revolvió el estómago por los nervios.

—Está bien...—aunque en realidad le aterraba la idea—ten cuidado ¿bien? No me gustaría que el intentara hacerte algo.

—Lix, nosotros somos destinados, no es como que de la nada decidimos romperle el corazón a Hyunjin solo porque sí, esto fue algo que nos tomo por sorpresa a todos, él debe de entender.

—Lo sé, pero me da miedo la reacción que pueda tener—abrazó más la almohada que estaba entre sus brazos—no me gustaría que las cosas quedaran mal entre ustedes.

—No lo hará, el debe de entender, además, ya es un adulto, tiene que comportarse como tal ¿has hablado con él?

—No... me da miedo y el tampoco ha intentado llamar luego de que tú y yo nos quedamos en el nexo...

Cuando había revisado había un montón de llamadas perdidas, pero luego de 4 días de insistencia y de que le teléfono por fin se quedara sin batería nunca más volvió a llamar.

—Hablare con él, no te preocupes, arreglaremos esto, él no tendría por qué enojarse contigo, aquí no hay culpables, solo ocurrió lo que tenía que ocurrir.

El menor ya no le discutió nada, prefirieron cambiar de tema.

—¿Cuándo vienes a verme? Mamá quiere conocerte y Olivia sabe mucho de ti gracias a la academia del nexo.

—Ah si... mi familia siempre fue benefactora para el nexo, debo de seguir esa tradición, aunque sea precisamente el nexo lo que nos separa—Felix pudo escuchar las teclas de una laptop, probablemente estuviera trabajando—Iré a verte la próxima semana ¿bien? Tengo que arreglar unas cosas del trabajo primero,

—Está bien...—dijo con un tono de voz algo deprimido.

—Lo sé, es una mierda yo también quiero estar contigo, pero aún no encuentro el modo de hacer eso, además aun falta hablar con Hyunjin.

—Lo entiendo ¿me avisas como te va con el bien?

—Si, no te preocupes, lo hare entender, tu quédate tranquilo.

—Bien, te amo...

—También te amo Lix.

Porque si, a pesar del poco tiempo que llevaban juntos, el lazo que compartían hacía que pudieran sentir todo el uno del otro, manteniéndolos unidos como si llevaran toda una vida juntos; colgaron después de eso, Felix prefirió dormir mientras que Chan siguió trabajando, ahora que había encontrado a su omega no se sentía con el valor para irse de viaje como siempre acostumbraba, podía trabajar desde casa, esa siempre había sido su ventaja y ahora la ocuparía.

Se quedó un largo rato enfrascado en su trabajo, lo suficiente para que se hiciera de noche, por lo que una sirvienta lo fue a interrumpir para que cenara algo, el castaño hizo caso, fue con ella y se le sirvió su cena, pero apenas dio el primer bocado su teléfono sonó con ese tono especifico que solo Hyunjin tenía.

Se sintió nervioso, pero aun así contesto antes de que al pelinegro se le ocurriera colgar.

—Hyunjin...

La línea se quedo en completo silencio, pero luego se escuchó un suspiro tembloroso.

—Chan... quiero hablar.

—Lo sé, yo igual, pero me gustaría que fuera en persona, no me gusta hablar temas importantes por teléfono.

—Mañana voy a tu casa temprano, quiero desayuno francés ¿okey?

—Así será.

—Hasta mañana entonces...

Y colgó.

Chan respiró profundo y soltó el aire lentamente, sin dudas una pequeña presión se le había ido del pecho, pero aun tenía mucho peso y preocupación sobre sus hombros, Hyunjin era su mejor amigo y por una mala broma del destino, su novio era su alma gemela, su persona destinada...

Era un giro inesperado para sus vidas, uno bastante cruel.

Dejó de mortificarse, terminó su cena y subió a dormir; mañana intentaría resolver todo.

Y esperaba -rogaba- que pudiera hacerlo.

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