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Para Felix los días pasaron demasiado rápido, pues ya mañana los 3 pretendientes se presentarían en una cena previa al torneo, por lo que ahí estaba su madre y el en la tienda del sastre del pueblo, quien se supone que había confeccionado un bonito traje para él.

Y cuando Felix lo vio, los ojos le brillaron porque era demasiado increíble que el fuera usar algo así y solo para una cena, la capa color hueso tenía el cuello con pelaje de león cerrada con un broche de oro con el emblema de su familia grabado, la camisa era blanca de manga holgada con olanes en las muñecas y ajustada con un corsé ajustado a su cintura que de seguro lo haría lucir hermoso, los pantalones negros se ajustarían perfecto a sus piernas.

La reina pagó el traje, encantada y se llevó a su hijo con ella de regresó al castillo, habían ido caminando junto con su guardia real para estirar las piernas y tener un poco de aire fresco.

—¿Te gusto el traje bebé?

—Es hermoso mamá—dijo sincero, el traje era precioso.

—El del día del torneo es aún más bonito que este, papá me ayudó a elegirlo para ti.

—Entonces debo de intuir que tiene demasiado rojo...

—Solo un poquito—admitió la reina y beso la mejilla de su hijo—te encantara.

—Eso espero... sabes que las elecciones de papá conmigo nunca son las mejores—suspiró apegándose un poquito más a su mamá.

—No te preocupes bebé, mamá se hace cargo de todo, ya sabes.

—¿Las demás familias ya confirmaron?

—Algunas, no todas, puede que en el segundo o tercer día del torneo vengan o para la boda, todo depende, pero estoy segura de que vendrán, no sé porque lo presiento. La sacerdotisa también ya fue llamada, ya sabes, tu papá y sus supersticiones raras, dijo que ella tiene que bendecir siempre el torneo para que nada salga mal.

—Si con eso se mantiene tranquilo y no me molesta, que traiga a quien quiera.

No es que Felix odiara a su padre o algo así, pero el hombre era demasiado seco con él, nunca le demostraba cariño y las pocas veces que le hablaba era o para regañarlo por una tontería o recordarle su deber con el reino, además, su aroma era demasiado fuerte para Felix, provocándole dolores de cabeza e incluso nauseas.

Su padre era un alfa dominante, por lo que podía doblegar a Felix fácil a diferencia de otros alfas que no le hacían ni cosquillas con sus feromonas o voz.

Por eso mismo también intentaba no tener demasiado contacto con él, Felix odiaba obedecer por culpa de "la voz" de un alfa, era rebelde por naturaleza y era algo que tenía muy orgullosa a su madre, pero con su padre era mejor evitar el contacto.

Cuando estuvieron de regreso en el castillo su madre guardó el traje para mañana y él se fue directamente a su cuarto, no quería ver a nadie por los nervios, se encerró y se recostó en su cama, el té, ya estaba listo en su mesita de noche, miró el vaso y respiró profundo, era demasiado temprano para dormir, pero tampoco sabía que hacer...

Decidió salir a su balcón para respirar un poco de aire, este daba una vista perfecta del bosque y el rio que rodeaba el castillo, así que se quedó mirando, apoyándose en el barandal sin darse cuenta de que estaba siendo observado.

El aire fresco golpeó su rostro y removió un poco su rubio cabello, su angustia podía sentirse en sus feromonas y se estaban esparciendo por el aire, algo que hizo que ese dulce aroma angustioso llegara a la nariz de la persona que lo observaba a la lejanía, alterándolo.

Felix regresó dentro casi 40 minutos después, cerrando las puertas del balcón y tirándose de nuevo en su cama, odiaba sentirse tan mal, mañana sería el día en que conviviera un poco con los 3 chicos y no estaba seguro de cómo hacerlo, iban a cenar claro, pero después de eso los padres se irían para dejarlos conversar, claro que Felix estaría siempre custodiado por una guardia, por mucho que fuera un omega dominante, eso no quitaba que eran 3 alfas en una habitación solos con él, lo mejor era cuidarlo.

Se cambió de ropa y se tomó el té de golpe, recostándose de nuevo en su cama, cubriéndose con las cobijas, hoy no comería, ni cenaría, el té era efectivo y lo hacía dormir rápido, así que si lo iban a buscar lo encontrarían dormido.

Fue su madre la que lo buscó cuando todos se sentaron a comer, lo encontró dormido y con el vaso del té vacío, suspiró sabiendo porque lo había hecho, acomodó su rubio cabello y dejó un beso en su frente, le murmuró un "te quiero" sobre la piel y se fue.

Al regresar sola, el señor Lee solo bufó molesto y empezó a comer, Rachael miró a su madre preocupada mientras que Olivia miró hacia la puerta, esperando a que Felix apareciera, aunque sea un poco tarde.

—¿No va a comer? —preguntó Rachael preocupada.

—No cielo, está durmiendo... probablemente tampoco cene.

Olivia suspiró y empezó a comer, le preocupaba mucho su hermano, pero sabía que ella no podía decirle algo, ella no sabía por lo que estaba pasando, ella no tenía presiones encima, no tendría que casarse por conveniencia ni gobernar después...

Dios, pobre Felix...

La comida fue en un absoluto e incómodo silencio, cuando Felix no estaba a la mesa con ellos nunca había conversación fluida, solo comían, el rubio era la alegría en la familia, el que siempre lograba generar una conversación alegre entre su madre y hermanas pues el rey prefería solo escuchar, pero al menos no estaba tan tenso como ahora.

La comida terminó rápido pues el ambiente era demasiado sofocante como para seguir más tiempo ahí, Olivia se fue al jardín trasero para ver a los caballos, Rachael prefirió dar un paseo, la reina fue a revisar a Felix dejado al rey solo de camino a su despacho para atender algunos asuntos...

Si así estaba la situación con Felix aun ahí, no se querían ni imaginar cuando ya no estuviera, pues se les daba una vivienda aparte del castillo familiar, para que pudieran tener intimidad y formar su vida, por tradición, el alfa tenía que mudarse al reino del omega para integrarlo al comité y a la familia, los Lee no podían abandonar su reino, eventualmente el reino del alfa terminaba integrándose al del omega, conectando con caminos exclusivos y portando el signo familiar en sus banderas.

Al momento de terminar el reinado de los padres seguiría el de Felix tomando el castillo familiar como suyo para tener ahí a sus hijos, pero gracias al cielo para eso aún faltaba bastante tiempo...

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