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Felix dormía tranquilamente, y Chan agradecía mucho eso.

En la universidad ya estaban en época de exámenes, para Felix era época de proyectos pesadísimos que lo hacían desvelarse muchas horas, a veces incluso no dormía sino hasta el otro día y eso mataba de preocupación a Chan porque no podía dormir si su novio no lo hacía, se sentía culpable de él estar en la cama y Felix en el escritorio haciendo tareas.

Por eso para Chan, ver a su pequeño ángel dormir tranquilamente de costado -pues la panza ya no le permitía dormir boca arriba-suspirando de vez en cuando en sueños y acariciando su vientre de forma inconsciente, le llenaba el pecho de paz.

Él tenía que irse a trabajar y como Jeongin no podía ir porque el sí tenía que hacer exámenes le daba pendiente dejarlo solo.

Tomó su teléfono entonces y llamó un número recurrente.

—Christopher Bang por el amor de todo lo hermoso ¿sabes la hora que es? —gruñó Minho con claro cansancio en la voz, era su día libre y recibía una llamada a las 6 de la mañana.

—Lo sé, lo siento—habló bajito pues no quería despertar a su novio, tampoco podía salir de la habitación pues Felix mantenía una mano sobre su vientre y la otra siempre la aferraba a los boxers de Chan—Necesito que vengas a mi casa junto con Sung y los niños, no quiero dejar a Felix solo y hoy voy a estar todo el día fuera.

—Oh...claro, claro, pero ¿ahora?

—Si, es que ya me tengo que levantar y no me suelta, necesito que se sienta acompañado en la cama o no me dejara irme hasta llorar por un buen rato lo que me hará quedarme hasta que se calme y llegare tarde.

—Ah... no es la primera vez que te pasa por lo que escucho—dijo mientras se levantaba para empezar a vestirse.

—No, así que te agradeceré mucho si vienen.

—Ya vamos para allá...adiós.

—Gracias, adiós—y colgaron.

20 minutos después Minho y Jisung entraban a la casa con sueño y dos bebés dormidos, fue Minho el que entró a la habitación de invitados con sus hijos mientras Hannie se recostaba a un lado de Felix, el aroma familiar de Jisung lo calmó y dejó dormir tranquilo por lo que Chan fue libre pudiendo arreglarse y después irse luego de dejar un suave beso en la frente de su novio y una caricia en su vientre.

4 horas después Felix despertó con Jisung a su lado, lo que sin dudas le sacó una sonrisa, pues el castaño ya estaba despierto.

—Buenos días pequeño.

—Hola Hannie—sonrió adormilado.

—¿Te llegó mi regalo de cumpleaños? —para esa semana Han y Minho fueron a Malasia para visitar a los familiares del omega que vivían allá, el castaño aprovechó su visita y compró un montón de dulces típicos que envió para el menor, el cual se los comió con gusto a lo largo de la semana donde Chan se la pasó consintiéndolo más que de costumbre ya que su chico cumplía 19 años.

—Si—se acomodó en la cama para poder sentarse igual que él, recostando su espalda en el montón de almohadas que estaban acomodadas en la cabecera—Los disfrutamos mucho—acarició su vientre con suavidad—Gracias Hannie.

—No es nada, me alegra que te hayan gustado, me hubiera encantado dártelos en persona, pero apenas regresé ya no era tu cumpleaños y tuve que trabajar.

—No pasa nada Hannie, estuvieron deliciosos.

—¿Cómo te la pasaste?

—Bueno, cayó entre semana, pero apenas termine mis tareas Innie vino a verme, también vinieron mis hermanas y Channie pasó todo el día conmigo, Changbin hyung me llamó para felicitarme, fue bonito.

—¿Tus mamás?

—Nada, no llamaron ni mandaron mensajes, Rachael tampoco mencionó nada de ellas y honestamente se me quitaron las ganas de preguntar—suspiró cansado y se apoyó en el hombro del mayor—ya me cansé de esperar que ellas acepten a mis hijos, así que mejor dejemos el tema.

—Seguro ¿quieres bajar a desayunar ya?

—Suelo comer el desayuno acá arriba—dijo algo avergonzado, viéndolo por donde fuera, era un mimado.

—Le diere a la señorita que te traiga el desayuno y tus vitaminas ¿sí?

El menor asintió, por lo que Han salió de la cama para pedir el desayuno, 3 minutos después el castaño regresó junto con Minho y los mellizos, quienes apenas vieron a Felix le estiraron los brazos.

Los niños adoraban a Felix, era su tío favorito y siempre lograban dormirse rápido con él, Felix les traía mucha paz a los mellizos, algo que ni siquiera sus padres conseguían pues siempre eran muy activos y todo el tiempo querían jugar.

Pero con Felix no, el aura misma de Felix era tan calmada y pacífica que los mellizos solo necesitaban acurrucarse contra el para dormir incluso si no estaban cansados, Minho y Han no lo entendían, Felix tampoco, aunque claro, hace bastantes vidas, Felix siempre fue el que acompañó a Han a sus partos, recibiendo a los mellizos y formando ese lazo especial con ellos, los mellizos lo recordaban, más ahora porque eran lo suficientemente pequeños para saberlo aún, eventualmente cuando crecieran lo olvidarían, al menos su mente, pero su alma seguiría atada a la de Felix.

El pelirosa abrazó a los mellizos, dejando besitos en sus regordetas mejillas para después acurrucarlos uno a cada lado, si bien no se durmieron de inmediato si se mantuvieron tranquilos.

Minho se acurrucó con Jisung a un lado el menor y suspiró.

—No entiendo como lo haces.

—Ni yo, pero es lindo—dijo el menor acariciando el negro cabello de los niños.

Desayunaron todos juntos poco después, pasaron un largo rato platicando e incluso en la tarde los chicos ayudaron a Felix con sus proyectos porque la verdad es que si estaban algo pesados para Felix teniendo en cuenta que tenía que soportar los dolores de espalda, de pies, el exceso de saliva en su boca y los extraños antojos que a veces para Chan eran tan raros que incluso daban un poquito de asco pero que el menor disfrutaba como si fueran lo más delicioso del mundo.

Para cuando fue noche Chan llegó, encontrándose a todos en la sala jugando juegos de mesa y comiendo chucherías.

Obviamente luego de cenar Chan se unió, aunque estuviera casado, la sonrisa de Felix era más que suficiente para llenarlo de energía.

Les agradecería eternamente a Jisung y Minho por todo el apoyo, sin duda era bueno tener amigos así.

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