INEFABLE.© | remus j. lupin

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"Of all the places

Where we have traveled,

Your happiness

Has been my favorite sight"

—Sincerely, F. S Yousaf.

CUANDO TENIA OCHO AÑOS Y VI A MIS PADRES INTERCAMBIAR MUESTRAS DE AFECTO MIENTRAS MI MADRE sostenía a Poseidón quien estaba por caer dormido al mismo tiempo en el que ellos se mecían al ritmo de una vieja canción de la que no puedo recordar nada, pensé, que, si eso era amor, entonces lo quería.

Más tarde ese mismo día un Zeus de once años casi doce, entro con su ropa hecha jirones y un gran golpe en su pómulo izquierdo, papá se asustó pero la primera en entender la situación al observar la Escoba que Zeus cargaba fue mamá, esbozo una sonrisa que Zeus imito pese a la mueca que dibujo segundos más tarde, mamá dejo a Pos en los brazos de papá y camino hacia Zeus con su Varita Mágica en mano, acaricio la zona de la cara que parecía más afectada y sin entender muy bien que era lo que había dicho, las heridas de Zeus desaparecieron, mi hermano abrazo con fuerza a mamá y una vez más pensé, que si eso era amor, lo quería.

Al día siguiente cuando mi tercer Caldero al hilo exploto al intentar replicar la receta de una poción que aparecía en uno de los viejo libros de mamá de sus años en Hogwarts, estalle en llanto a causa de la frustración, decidí que a pesar de disfrutar esa actividad no era para mi si no podía elaborar una simple pócima, mamá entro segundos más tarde, usando el mismo delantal que yo llevaba lo que indicaba que ella también estaba tratando de hacer una poción, observo el desorden a nuestro alrededor y pese a que creí que recibiría una reprimenda, solo carcajeo y organizo todo, aún con lágrimas cayendo sobre mis mejillas ella camino hasta la esquina en donde me encontraba hecha un ovillo, se inclinó y susurro "Eres la mejor Bruja y Pocionera que mis ojos hayan visto jamás" reí, era una mentira, con ocho años difícilmente podría considerárseme buena en algo pero por tercera vez pensé que si eso era amor, lo quería.

Toda mi vida había sido así, con mis padres y hermanos revoloteando a mi alrededor y dejando besos en mi cabeza o revolviendo mi cabello cada dos por tres, los Theoí éramos una familia afectuosa, fuimos criados de manera firme pero comprensiva, sin prejuicios y teníamos un absoluto libre albedrio, por eso los tres niños Theoí éramos tan diferentes como las estaciones del año, pero por sobre todas las cosas, nos queríamos y no había nada en el Mundo que no hiciéramos por el otro.

Entonces cuando escuche el rumor —aunque más que un rumor era un secreto a voces—, sobre los Slytherin y un Mago Oscuro que quería revelar nuestro secreto Mágico al Mundo entero, someter a los Muggles y desestimar las habilidades de cualquier Bruja o Mago nacido de Muggles, no podía creerlo, este rumor decía que estaba formando un ejército y que la mayoría de las personas que conformaban sus filas eran Sangre Puras. Por supuesto que el Ministerio de Magia trato de controlar la creciente inquietud, pero al mismo tiempo la incertidumbre crecía y la desinformación solo causaba estragos en nuestro día a día.

La situación era un poco diferente para nosotros, Zeus nos mantenía informados a Pos y a mí, argumentando que conocer todo el contexto nos brindaría seguridad y nos prepararía para cualquier cosa así que la cantidad de cartas de su parte aumentaron, los gemelos Prewett también se volvieron una fuente confiable de información, estando casi por acabar su Entrenamiento de Aurores.

Aun sabiendo todo esto, para mí era complicado de entender. pensaba que se debía a mi crianza, ¿Por qué tanto odio a los Muggles? ¡Eran grandiosos, por Merlín! Habían hecho cosas asombrosas como eso de ir a la Luna o sus Aviones, no entendía porque quería desacreditar a los Nacidos de Muggles, Eloise y Evans eran Brujas asombrosas y como ellas había un montón más, todos increíbles, cualquiera que las viera realizando un Hechizo o Encantamiento a la perfección no podía negar que habían nacido para eso.