o61 parte 2

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3.2/5

A MIS QUIZÁ CORTOS QUINCE AÑOS ME CONSIDERABA UNA PERSONA que sabía muchas cosas, un poco de todo. Sabía que algún día tendría mi propia familia, también sabía que a pesar de que yo quisiera no podría estar con mis hermanos toda la vida pues cada uno trazaría su propio camino. Y sabía cuánto extrañaría a Zeus cuando se marchará al final del curso escolar y pensé en la manera en la que Poseidón se sentiría cuando yo concluyera Hogwarts en poco más de dos años a partir de ahora.

Es por eso que dedique un montón de tiempo a reunir a mis hermanos, pasábamos tiempo juntos mientras Zeus estudiaba para sus EXTASIS que aunque no necesitaba estudiar, el insistía en repasar una y otra vez, gracias a Merlín, Zeus había tomado la decisión de no seguir con el EXTASIS de pociones, fue una noticia dura para mamá pero la aceptó, entendiendo que su hijo mayor no necesitaría saber mucho de pociones para ser jugador de Quidditch, también a pesar de que Poseidón estaba ocupado con su trabajo como aprendiz, encontraba el tiempo para estar con nosotros. Muchas de las veces que pasamos juntos, el resto de los Merodeadores, Ben e incluso Zac se unía con nosotros, éramos como una gran familia.

En los jardines el Sol se encontraba en el punto exacto donde alumbraba de manera tenue como si fuera un gran manto cálido, estábamos tomando un descanso de todas nuestras obligaciones escolares, pese a la insistencia de los mayores en el grupo, logramos que aceptarán tomar un breve descanso. En total éramos nueve personas, descanso bajo las hojas del gran roble que daba hacia el Lago Negro, desde nuestra posición era posible observar la humeante chimenea de la cabaña de Hagrid, Pos estaba recostado apuntando hacia el cielo, mientras trababa de adivinar el tipo de ave que pasa cada cierto tiempo, Zeus y Ben estaban justo a su lado charlando tranquilamente, Ben Parker había anunciado que después de Hogwarts el viajaría a América con intención de unirse a MACUSA a todos nos tomó por sorpresa pero ninguno dijo nada, porque no nos concernía y seguramente ya estaba más que deducido, aunque pude notar el brillo triste en los ojos de mi hermano mayor cada vez que Ben mencionaba el tema, sabía lo difícil que sería para él pues Ben había sido su mejor amigo desde el día uno en Hogwarts pero también, era algo seguro asumir que Zeus era consciente de que con su futuro empleo, no pasaría mucho tiempo en casa e incluso asi, era probable que pudiera ver a Ben mucho más si estaba en el equipo ya que ellos se mantenían viajando.

A mi lado izquierdo se encontraba Zac y como era usual, se mantenía callado cosa que a nadie pareció extrañar pues conocíamos el espíritu tranquilo que era el menor de los Diggory, yo estaba recostada sobre las piernas de Remus mientras el leía con tranquilidad Alicia en el país de las maravillas, su cuento Muggle favorito un poco más a la derecha estaba Peter, el se entretenía trenzando mi cabello y cada cierto tiempo el murmuraba el nombre de un color para que de esa manera yo cambiará el azul de mi cabello al color de su elección, y finalmente estaban James y Sirius, James lanzaba su preciada snitch que había proclamado su amuleto de la suerte y Sirius se mantenía con la vista perdida en el Lago pero con una sonrisa tirando de sus labios.

Era aproximadamente la séptima vez que cambiaba el color de mi cabello y en al menos dos ocasiones ya había pasado por el color blanco, rodé los ojos divertida por la extraña elección que Peter hacía, gire un poco mi cabeza y observe a Remus.

Él estaba fruncido con delicadeza sus cejas y sus ojos se movían a una velocidad tranquila siguiendo las letras, sonreí.

—Sabías que Remus viene de Remo y se dice que fue el fundador de Roma?—pregunté en un susurro—, al menos uno de ellos.

Remus parpadeo confundido y miró hacia sus piernas que es donde me encontraba.—¿Q-que?

—Tu nombre viene de la mitología Romana, ¿conoces la historia?—pregunté, Remus negó y continúe hablando—, se dice que Marte, el dios de la guerra, engendro a los mellizos en Rea, éstos nacieron y para salvarlos fueron arrojados al Tíber dentro de una canasta ahí una loba se acerco a beber, los recogió y amamanto, hasta que un pastor los encontró y su mujer los crío.

INEFABLE.© | remus j. lupinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora