INEFABLE.© | remus j. lupin

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"¡Qué fastidiosas, rancias, vanas e inútiles me parecen las practicas todas de este mundo!

—Hamlet, William Shakespeare.

EL PRIMER AÑO ESCOLAR PARA POSEIDÓN POR FIN LLEGO A SU FINAL, cuando nos encontramos con nuestros padres en la estación King Cross, el salto de alegría y empezó a contarles a nuestros padres todas sus aventuras, por supuesto que los habíamos visto durante las vacaciones de Navidad pero para el pequeño Pos, eso no había sido suficiente. Sonreí enormemente cuando papá alzo a Poseidón y lo apretó en un abrazo, las voces de mis mejores amigos me hicieron volver a prestar atención.

Peter luchaba con su baúl, en un intento por mantenerlo en una posición normal, James se alzaba sobre las puntas de sus pies buscando a sus padres, mientras que Sirius parecía estar sopesando la idea de volver al Expreso de Hogwarts.

—¿Sabes que puedes quedarte con nosotros?—pregunté.

Sirius asintió. —No creo que pueda pasar todo el verano pero seguramente me tengas ahí unas cuantas semanas.

—Mamá puede hablar con Walburga—añadí.

—No es necesario—contestó—, yo lo haré.

El nombre de Sirius se escuchó, gire en dirección de donde provenía el grito y me encontré con el pequeño hermano Black, esperaba con impaciencia a su hermano mayor y a un lado de él se encontraba Kreacher, cuidando de su pequeño amo y de todas sus pertenencias. Abrace apresuradamente a Sirius en un último intento de convencerlo de que se quedara con mi familia.

—Estaré bien—susurro.

—En realidad me preocupa lo que tú les puedas hacer —bromee.

—Hilarante—contesto. Suspiro armándose de todo el valor y coraje que poseía para caminar en dirección hacia Regulus.

Me despedí del resto de mis amigos —excepto de James, porque éramos vecinos—, prometiendo que escribiría tan seguido como pudiera.

Mis padres y los de James se encontraban reunidos conversando unos con otros como si no se hubiesen visto en décadas, reí y camine hacia ellos, cuando llegue a hasta ellos, la conversación que mantenían se filtró en mis oídos.

—¿Puedes imaginarlo, Abbey? —pregunto la madre de James, Euphemia—, cuando nuestros bebés sean mayores y estén juntos, ¡seremos familia!

Abrí mis ojos sobresaltada y James soltó un agudo grito.

—¿Nosotros? —preguntamos al mismo tiempo, compartimos una mirada—, ¡somos mejores amigos!

Euphemia hizo un gesto con su mano, restándole importancia. —No digo que ahora, son muy pequeños.

Mi madre parecía estar pensando en la idea, mientras que mi padre y el de James charlaban alegremente sobre las cosas que harían si eso pasara. Mi boca formo una perfecta letra o en muestra de incredulidad, mire a mis hermanos y ambos se estaban partiendo de risa por las expresiones que James y yo teníamos.

—Puedes comenzar a llamar a Mia "mamá" —se mofo Zeus. Alarmada busque el apoyo de James pero él se había contagiado de las carcajadas de mis hermanos.

James fingió limpiarse una lagrima. —No te preocupes Hades, mi corazón le pertenece a mi hermosa Lily Flor.

Puse los ojos en blanco. —Hay ocasiones James, en las que aun espero que digas que bromeas sobre eso.

—Se que Lily y tu no se llevan bien pero eso tiene que cambiar—hablo, paso un brazo sobre mis hombros—, ella necesitara una dama de honor para la boda.