INEFABLE.© | remus j. lupin

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"Cuando somos muy fuertes, ¿quién retrocede?

Cuando estamos muy alegres, ¿quién cae en el ridículo?

Cuando seamos muy malos, ¿qué harán con nosotros?"

—Arthur Rimbaud.

ANTES DE LA PARA NADA ANSIADA SALIDA A HOGSMEADE HABÍA UN PARTIDO DE QUIDDITCH, ERA SLYTHERIN CONTRA LOS ADORABLES TEJONES, honestamente cuando hablábamos de Quidditch y Hufflepuff al mismo tiempo era mas aceptable quitar el adjetivo "adorables" porque esos pequeños trabajadores y leales tejones, se convertían en máquinas de pelea y competían con todo.

Podía ver sin duda alguna un poco del carácter que Abbey Theoí poseía en cada integrante de la casa color amarillo y negro cuando había un partido y aunque nuestra casa no jugaba, James y Sirius habían insistido en ir a apoyar a Hufflepuff, James por su amor al Quidditch en general y Sirius por su odio a Slytherin, ninguno se negó pues aunque no éramos tan fanáticos si disfrutábamos de ver un juego y siempre era interesante ver como los mas honestos de Hogwarts se enfrentaban a los más tramposos del Castillo.

Así que después del almuerzo nos dedicamos a caminar hasta el Campo de Quidditch con la esperanza de encontrar buenos lugares, la gran mayoría de los Tejones yacían en las gradas entusiasmados y aunque era un sentimiento que la mayoría compartía otros tantos esperaban que no se demoraran demasiado en atrapar la Snitch para poder seguir con la visita a Hogsmeade, por supuesto que cada estudiante era libre de irse y tomar un carruaje hacia el pequeño pueblo, por mi parte yo esperaba que este partido se extendiera tanto como pudiera y que James insistiera en ver el juego completo. Al llegar a las gradas que James había elegido —pues el resto solo lo seguíamos—, la inconfundible voz de Poseidón Theoí nos recibió con un grito.

—¡Merodeadores, por aquí! —llamo y agito su mano de un lado a otro. Tome a Remus y a Peter de sus manos y los jale en la dirección donde se encontraba mi pequeño hermano.

Al llegar hasta el salte para darle un abrazo que el recibió con el mismo entusiasmo, sonreí y sacudí su cabello, el me miro con el ceño fruncido mientras trataba de acomodar su cabello.

—¿Podemos sentarnos aquí, Pos? —pregunto James—, son unos buenos lugares.

—¡Claro que sí!

Los chicos se apresuraron a tomar asiento, Peter miro a Pos de una manera extraña hasta que se animo a preguntar. —¿Tienes pintura en tu mejilla, Pos?

Mi hermano se sonrojo un poco y asintió. —Ross la puso, es para apoyar a nuestra Casa.

Alce una de mis cejas y sin poder evitarlo pregunte. —¿Ross? ¿Quién es Ross?

No estaba preparada para que mi hermanito tuviera una chica en su vida pero grata fue mi sorpresa cuando un pelirrojo de la misma estatura de Pos apareció alzando la mano y sonriendo. —Yo soy Ross, ¿quieren que les pinte una mejilla?

Sonriendo me acerque y acepte un dibujo con los colores amarillo y negros, James me imito entusiasmado con la idea y no tardo mucho en que el resto de los chicos hicieran lo mismo. Con nuestras mejillas de colores —en el caso de James, ambas mejillas—, agradecimos a Ross y él le resto importancia, bajo un par de gradas preguntando a más personas si querían un pequeño dibujo en sus mejillas.

Como el partido aun no empezaba me dedica a observar a todos a nuestros alrededor hasta que mi mirada cayo en una conocida cabellera castaña, estaba de espaldas por lo que se encontraba un par de gradas por debajo, me preguntaba si seguía con su enamoramiento hacia Zeus, Pos se dio cuenta de donde estaba mi mirada.