INEFABLE.© | remus j. lupin

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ADVERTENCIA: van a llorar.

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"Mientras puedas mirar al cielo sin temor, sabrás que eres puro por dentro y que, pase lo que pase, volverás a ser feliz"

—El diario de Anne Frank, Anne Frank.

ERA CAPAZ DE RECONCER LA CALMA ANTES DE LA TORMENTA PERO ME CONSIDERABA LO suficientemente optimista para creer que podría durar más que unos efímeros días.

Las vacaciones por la llegada de Navidad estaban demasiado cerca pero la inquietante carta de mis padres pidiéndonos a Pos, Sirius y a mi considerar la idea de permanecer en el Castillo no hizo más que encender todas nuestras alarmas, la respuesta fue un rotundo no de nuestra parte, hubo un intercambios de vociferadores —todos por parte de mamá cabe destacar—, pero nuestra respuesta no cambio.

Asi que apenas unos cuantos días después los Merodeadores en compañía de Pos estábamos listos para tomar un Carruaje en dirección a la estación de Hogsmeade, al llegar nos apilamos en el último vagón como ya era costumbre y tan pronto como el Tren avanzo Pos anuncio que iría a desear Feliz Fiestas a sus amigos, cuando hice el ademan de ponerme de pie para acompañarlo, el negó de inmediato, hice un puchero, Pos resoplo frustrado pues desde la salida a Hogsmeade decía que me estaba excediendo en cuanto a cuidarlo, miro hacia Lunático con ojos suplicantes y no fue necesario que dijera una sola palabra pues Remus parecia entenderlo bastante bien.

La respuesta de Remus a ese par de ojos de cervatillo fue tomar mi mano. —Estará bien—declaro dando un ligero tirón para que no me pusiera de pie.

—Solo lo dejare en el compartimiento—dije.

Por repitió. —¡Solo hasta el compartimiento!

Sirius más que divertido intervino. —De acuerdo hermana oso, solo son cuando mucho cuatro compartimientos de diferencia.

Mire a Sirius, Remus y a Pos en ese orden pero termine por rendirme cuando Cornamenta parecia listo para decir algo, Poseidón dejo el compartimiento tras una sencilla despedida.

Me acurruque junto a Remus y Sirius no tardo en recostarse sobre mí.

—¿Vendrán a casa? —pregunto Canuto.

Jamie respondió. —Hermano, mi casa está cruzando su jardín.

—La pregunta correcta aquí es ¿Cornamenta dejara nuestra casa algún día? —me burle.

—Y la respuesta es—hablo Peter—, solo si Lily aparece en su propia puerta.

Una ola de bullas se alzo por el lugar, James se sonrojo que no dejo que eso fuera impedimento para responder. —Le he pedido que salgamos.

—¡Ya lo sabíamos! —conteste—, ustedes ya no se separan.

—Son peor que Remus y Hades—dijo Sirius, recibiendo quejas de nuestra parte de manera instantánea.

James volvió a hablar. —De manera oficial.

Abrí mis ojos impresionada pero Peter me robo las palabras. —¿Cómo novio y novia?

Cornamenta dijo que si con un simple asentimiento de cabeza, Santo Merlín, Amada Morgana.

—¿Cuándo?

—Ayer.

—¡Que mal hermano! —se quejo Sirius—, eres un traidor Cuernos, desde ayer y yo no sabía nada.

—Se lo pregunte antes de que ella subiera a su habitación—le restó importancia.

—Te pregunte literalmente—fue mi turno de gritar—, ¿que hay de nuevo? Cuando fuiste a desearme dulces sueños y ¿no pudiste decirme que le habías pedido a Evans salir de manera oficial? ¡Sacrilegio!