INEFABLE.© | remus j. lupin

o79

o79

"Aprendo que admira a su padre, pero que está más cerca de su abuelo, de quién heredó su amor por el mar y todas las viejas leyendas de marinero. Conoce casi todas las constelaciones del cielo y las historias que hay detrás de cada una de ellas. En realidad, cree que cada día puede ser mejor que el anterior"

—Un corazón para dos, Jessi Kirby.

LOS DÍAS PASARON Y AUNQUE LA AUSENCIA DE UNA DE MIS MEJORES AMIGAS SE VOLVIÓ ALGO CON LO QUE PODÍA LIDIAR SEGUÍA SIENDO DIFÍCIL, me convencí de vivir como a Elo le hubiera gustado y les dije a las chicas que de estar con nosotras, no le gustaría que dejáramos nuestras vidas a un lado y lamentáramos su muerte por la eternidad, todo lo contrario, ella seguramente diría que si queríamos honrarla viviéramos de la mejor manera. Fue difícil volver a la rutina, fue aún más difícil hacer que Leanne lo intentará pero con un poco de ayuda, lo consiguió y aunque sabíamos que el dolor no se iría, intentamos pensar en ella siempre con una sonrisa.

Las cosas fuera de Hogwarts estaban extrañamente tranquilas pero por supuesto que eso no nos daba paz a nosotros, éramos conscientes de que toda esta falsa tranquilidad se trataba de un bien elaborado plan para crear la ilusión de seguridad y que la vida en la Comunidad Mágica y Muggle mantuviera su ritmo, lo que causó que las vigilancias por parte de la Orden se intensificarán, los gemelos hacían turnos dobles más que dispuestos a cubrir a su cuñado pues el embarazo de Molly estaba en su último trimestre, pese a las circunstancias no todas las noticias habían sido malas pues sólo unos días antes yo había recibido a Errol la lechuza de los Weasley —una cosita café con grandes ojos amarillos, Pos había dicho que parecía haber dejado de ser un polluelo no hace mucho tiempo, por lo que era un poco torpe—, cargaba con un vociferador que no tardó en explotar cuando me demore solo un segundo en abrirlo.

El vociferador decía —o más bien gritaba—, con una sincronización perfecta digna de los gemelos Prewett que Molly y Arthur esperaban gemelos.

Grite en cuanto escuche la noticia, de inmediato atrajo la atención, abrace a Remus quien reía a causa de mi entusiasmo, constantemente bromeaba —o no—, sobre que en mi vida hacían falta otro par de gemelos pelirrojos y ahora con esta noticia parecía que Merlín había dispuesto todo. Cuando los chicos se enteraron anunciaron que la próxima generación de bromistas iniciaba con ellos y serían los mentores de nuestros hijos, justo como Gideon y Fabian habían sido con nosotros por supuesto que éramos demasiado jóvenes para pensar en traer niños al mundo pero no quise mermar sus ilusiones.

Así que sin darnos cuentas estábamos terminando febrero, Pos se preparaba para sus TIMO's con un poco de ayuda extra de todos los Merodeadores y celebramos su cumpleaños con un desayuno especial y obsequios en la mesa de Helga Hufflepuff.

Justo ese día era Viernes por la noche y como se había vuelto costumbre los cinco más Evans, nos apilamos en el sofá frente a la chimenea, decidimos que al día siguiente escaparíamos a Hogsmeade —ya que Sirius había estado castigado cuando durante la última visita autorizada—, Evans nos miró mal cuando James y yo aceptamos de inmediato y dijo que éramos el ejemplo de los más pequeños al ser los Premios Anuales de Gryffindor, me reí un poco pero le explique que aunque estábamos honrados del puesto que habíamos recibido, no significaba que no quisiéramos divertirnos y mientras no hiciéramos daño y las consecuencias fueran hacia nosotros, todo estaba bien.

Se molesto un poco con James pero rápidamente se solucionó, entendió que siendo nuestro último año, en poco menos de 4 meses dejaríamos el Castillo y nada aquí importaría verdaderamente, aunque claro que eso no nos daba luz verde para ser un caos total.