INEFABLE.© | remus j. lupin

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"Yo le llamo arte a todo aquello que de alguna manera nos devuelve la vida"

—Elena Poe.

LA BROMA HACIA ZEUS FUE TEMA POPULAR POR LOS DÍAS RESTANTES DE CLASES, mi hermano se vio obligado a cargar con la corona durante dos días enteros, por supuesto que trato de aplicar un contra hechizo, pero todo parecía inútil, no fue hasta la mañana del tercer día que nos intercepto saliendo de la Sala Común, en su mano cargaba con una carta que extendió en mi dirección y al terminar de leerla suspire.

—Me acusaste con mamá.

—No me dejaste otra opción.

Sirius tomo la carta. —Eso es bajo, Storm.

—¡Cargar con una corona de juguete por dos días es bajo, Orión!

James soltó una risa que trato de disfrazar con una tos, ganándose una mirada acusadora por parte de mi hermano mayor. —Admite que fue gracioso.

—¡No lo fue!

Reí nerviosamente. —Verás querido hermano...

—Oh no, por Rowena, ¿Qué hiciste?

—Bueno, hacerte la broma no fue algo planeado.

Zeus frunció las cejas en un claro gesto de incomprensión, pero me permitió seguir hablando. —¿Queríamos darte la corona? Por supuesto que sí, ¿queríamos que se pegara a tu cabeza? Tengo que decir que sí.

—¿Y eso tiene que hacerme sentir mejor? —bufo.

Remus dio un paso hacia delante. —Lo que trata de decir es que no sabemos que hechizo fue el que funciono.

—¡Skatá! —grito y abrí mis ojos impresionada. —¿Qué hechizos usaron?

—Un par de esos y aquellos —contesto Sirius.

—Por todos los dioses, ¡me van a volver loco!

Peter trago saliva y se balanceo sobre sus pies. —También estuvimos probando hechizos que Remus y Hades inventaron.

—¡Peter!

Zeus nos miro con sospecha, arqueando una de sus cejas. —¿Han estado creando...? No se ni porque me sorprendo —presiono el puente de su nariz y tomo un largo suspiro. —¿podrían por favor terminar con mi vergüenza?

Sirius bajo la voz mientras preguntaba. —¿Quiere que le lancemos la Maldición Imperdonable?

Pise su pie con fuerza y eso solo hizo que se quejara. —Te prometo que Remus y yo buscaremos la solución.

Mi hermano asintió no muy convencido y sin quedarle otra opción acepto. —Traten de que sea antes de terminar el día, no puedo seguir llevando esto por más tiempo.

James levanto su mano para llamar la atención de mi afligido hermano. —Personalmente, creo que te ves genial.

Zeus rio suavemente. —Ya lo creo que sí, James.

Inclinándose en dirección a Zeus, Remus toco ligeramente la corona y pareció meditar una idea. —¿Has intentado con un encantamiento de camuflaje?

—No quiero esconderlo, ¡quiero quitarlo!

—Y lo haremos hermano, pero el camuflaje puede que sea tu única opción por ahora, al menos hasta que tengamos el tiempo para descubrir como quitarlo.

—¿Eínai mia ypóschesi?

Sonreí. —Eínai mia ypóschesi.

Zeus asintió. —De acuerdo, vayan a desayunar y después a clases, no se retrasen en nada o no tendrán tiempo de arreglar esto —añadió señalando su cabeza.