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"Con cuantas personas

estamos,

y sin embargo,

con qué pocas somos"

—Desconocido.

LAS VACACIONES DE NAVIDAD ESTABAN a nada empezar y por todos los pasillos te podías dar cuenta de eso, algunos se mantenían empacando para no olvidar nada, otros pocos disfrutaban de los paseos por los pasillos con sus amigos y después estábamos nosotros.

James estaba emocionadísimo por la llegada de la Navidad, Sirius se mantenía un poco mas callado de lo normal ya que él no quería ir a casa, Peter no tenia una idea totalmente clara y Remus, trataba de hacer todas las tareas para poder ir a casa sin ningún pendiente. Yo por mi parte era una combinación de todas ellas, moría de ganas de ver a mis padres y a mi hermano pequeño, sin embargo, no quería dejar a los que ya consideraba mis mejores amigos.

Nos encontrábamos los cinco juntos en la sala común de nuestra casa, frente al cálido fuego. Ya era un poco tarde así que la mayoría de nuestros compañeros estaban en la cama o se estaban alistando para ir a dormir.

—Chicos —llame y una vez que obtuve la atención de mis cuatro mejores amigos, continúe—, ¿podemos ir todos juntos al Callejón Diagon?

Sirius fue el primero en hablar. —Lo que sea si me mantiene lejos de casa.

—Animo, puedes venir a mi casa siempre que quieras —dijo James—, estoy seguro de que a mis padres no les importara. Y lo mismo para ustedes.

—¡Eso es fantástico, James! —medio grito Peter.

Remus miro incómodamente hacia otro lugar antes de dar una respuesta —No se si yo pueda, les preguntare a mis padres.

James que no parecía del todo satisfecho con esa respuesta se giro esperando que Sirius contestara.

—Cuenta conmigo —concedió Sirius.

—Y conmigo —acepte.

Observe por un par de segundos a Remus que después de la mirada que James le había lanzado, evitaba hacer contacto visual con alguno de nosotros, trate de llamar su atención y al no obtenerla me encamine a sentarme a su lado.

—No te preocupes Rem —comencé—, seguramente si les dices a tus padres, ellos aceptaran —y le di un apretón en su mano.

Remus me miro de una manera muy extraña y finalmente sonrió aceptando mi apretón de manos.

Suspire y me dedique a mirar el fuego.

—Creo que es hora de dormir.

—Venga Hades, es casi el ultimo día.

Sirius le lanzo una mirada a James que no supe descifrar. —¿Qué tal si vamos a dar un paseo?

—Es muy tarde y hace frio —se quejó Peter.

James que claramente había visto la mirada de Sirius fue el siguiente en hablar —¿O acaso tienen miedo?

—Yo solo iré si convencen a Remus —dije y todos se me quedaron viendo, enrojecí por la atención extra—, así el nos trae de vuelta o ¿tengo que recordarles todas las veces que nos hemos perdido?

James y Sirius pusieron su mejor cara de cachorro atropellado.

—Por favor, Rem —dijeron ambos al mismo tiempo. Rei por la cara que había puesto Remus.

INEFABLE.© | remus j. lupinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora