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"El amor nunca se ha medido en tiempo, eso sería muy fácil.
Amar se refiere a intensidad"
—Perbi.

|CLASES|


LA PRIMER SEMANA DE CLASES, FUE UN HERVIDERO DE EUFORIA, EMOCIÓN Y ALGO DE ESTRÉS. Me volví inseparable de los chicos, a donde sea que ellos fueran, yo iba y viceversa, encontraba fascinante la manera en la que James veía las cosas, adoraba la forma de pensar y actuar de Remus frente a situaciones complicadas y quería a aprender cómo es que Sirius seguía con una sonrisa siempre, a pesar de lo difícil que era su vida en casa.

Rápidamente mi cabello se volvió un tema de conversación para todos, se preguntaban porque era azul, si lo había teñido o incluso si usaba peluca.

Mi nombre también causó intriga y me vi repitiendo la historia del origen de mi nombre, en ocasiones Sirius lo explicaba por mí. Aunque ayudaba un poco el hecho de que mi hermano también portaba el nombre de un Dios.

Y tuve algunos conflictos con Evans.

—¡Al fin es viernes! —grito Sirius cuando estábamos comiendo el desayuno.

James lo imitó y ambos alzaron sus manos al aire.

—Gracias a Merlín.

—Sin embargo, tenemos tareas y pienso que debemos hacerlas hoy... —hablo Remus. Él siempre era el más responsable de todos.

—¿A quién le importan las tareas, Remus? —preguntó James.

Levante una mano en señal de que obviamente me importaban. James me miro ofendido.

—Solo a ustedes dos, por supuesto.

Fingí que no había escuchado nada y me dirigí a Remus. —Si vas a estar en la biblioteca después de clases, cuenta conmigo. Quiero tener todo el fin de semana libre.

El asintió estando de acuerdo.

—Si, si, son muy felices haciendo tarea —continuó James. —Hablemos de lo importante.

Todos lo miramos esperando que siguiera hablando y para darle un efecto más dramático, tocó la mesa como si fueran redobles de tambores. Reímos por esa ocurrencia.

—Hay que planear la primera broma del año —susurro.

Sirius se enderezó rápidamente. —Te escucho.

—Me interesa. —murmure.

—Nos vamos a meter en problemas —hablo Remus.

—Probablemente, pero eso solo si nos atrapan.

—Y no lo harán —terminó Sirius.

Peter se removió ansioso en lugar. —¿Quién será el objetivo?

—Voto por Evans —dije.

Recibí una mirada confundida de parte de mis cuatro amigos.

Me encogí de hombros. —¿Qué? —pregunte. —Ella es realmente fastidiosa conmigo.

—Bueno, a pesar de que es una buena víctima —comenzó James y ya podía imaginar su repuesta, un gran y contundente no. —Pienso que los Slytherin deberían de ser los receptores de nuestras bromas.

—Estoy de acuerdo —coincidió Sirius. —El otro día, vi a un par de Slytherin molestando a un chico más pequeño.

Remus se puso de pie. —Tendrán que planear la broma después, tenemos clases.

Imite a Lupin y tome mis cosas, pero rápidamente fueron arrebatadas por James, quién insistía en llevarlas por mí, según él, era un caballero y no podía permitir que su mejor amiga se cansara. No era algo de lo que me iba a quejar siendo honesta.

—Después de clases, afinaremos detalles.

Todos estuvieron de acuerdo y juntos partimos a nuestra primera clase.

—Recuerden muchachos —comenzó diciendo el profesor. —El bonito movimiento de muñeca que practicamos y digan las palabras correctas.

Me quedé viendo los intentos del resto de mis compañeros y por supuesto el fracaso de mis amigos, no pude evitar soltar una risa que (como no) atrajo la atención de cierta pelirroja.

—Sólo eso sabes hacer, ¿o no, Theoí? Reírte.

Rodé los ojos incomoda y decidí ignorarla.

—Apuesto a que no podrías lograrlo.

Remus miro en dirección a Evans e hizo una mueca. Resistí el impulso de soltar un par de insultos hacia ella.

—Patético —continuó. —Ni siquiera lo vas a intentar.

Tome mi varita con tanta fuerza que temí que pudiera romperse por la mitad.

—Wingardium leviosa—pronuncié e hice el movimiento de muñeca. Y funcionó, en mi primer intento. Mire a Evans con una sonrisa y ella sólo resoplo.

—¡Miren eso! —grito el profesor. —La señorita Theoí lo ha conseguido ¡10 puntos para Gryffindor!

Lily se había puesto tan roja como su cabello al escuchar aquello.

—¿Lo ves, Evans? —pregunte. —No importa cuánto estudies, memoriza los libros al derecho y al revés, eso no te hace la mejor bruja. Hay cosas más importantes.

—Eres insoportable, Theoí.

—¿En realidad crees eso? Puedo asegurar que me tienes envidia.

—En tus sueños.

Reí. —Oh no, pelirroja. Para que aparezcas en mis sueños me tienes que importar y no es así.

Sirius soltó una risa que trato de esconder con una tos falsa.

—Niños, presten atención.

Devolví mi vista al frente intentando ignorar a Evans como usualmente lo hacía, ella a veces lo volvía difícil, buscando excusas para molestar o soltando comentarios ofensivos de vez en cuando.

—¿Qué fue lo que le hiciste a Evans para que te odiara, Hades? —cuestiono Peter, cuando los cinco nos dirigíamos a los jardines después de clases.

—¡Eso mismo quisiera saber yo! —conteste. —La primera vez que la vi fue en el tren.

Remus quien era el que prestaba atención a todo, habló. —Es un poco extraño, porque ella es amable con todo el mundo.

Sirius y James dejaron de lanzarle piedras al calamar gigante para poder participar en la conversación.

—Al parecer no todo el mundo —señalo James. —Ella en realidad te detesta.

Sirius le restó importancia. —Yo creo que solo te tiene envidia, Hades.

—¿Envidia?

—Si, mira, eres bonita, muy inteligente y sin esfuerzo haces amigos y por supuesto nos tienes a nosotros.

Peterestuvo de acuerdo y yo deseche esa idea rápidamente.

INEFABLE.© | remus j. lupinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora