CAPÍTULO 11 - LIMPIEZA CON...

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A partir de aquel día, Camilo volvía a recuperar esa energía y esa vitalidad que fue perdiendo progresivamente los meses anteriores, cosa que no paso inadvertida para su madre, que, sin más esperas, esa mañana intentó descubrir cual era el origen del resurgimiento de su hijo.

—Corazón, he notado que estas mas contento —dijo Pepa mientras dejaba en la mesa su taza de café.

—Si, mami, es que estoy muy contento.

—¿Y eso? ¿Ha pasado algo bueno?

—Si... bueno, no, digo... todo esta como siempre, solo estoy contento.

—Ya veo, pues me alegro mucho, me tenías algo preocupada estas últimas semanas.

—Tía Pepa, mi primo es que es muy intenso —dijo Mirabel.

—Demasiado —soltó Bruno de pronto.

Varias miradas fueron a parar al hombre de ruana verdad, que al notar esos ojos sobre él se ruborizó un poco.

—Ya sabemos de quien lo ha sacado ¿no? —dijo Julieta con una sonrisa.

—Si, hermano tú eras igual —decía Pepa mientras acariciaba la mejilla de su hijo.

—Yo no recuerdo nada de eso —se defendió Bruno.

—¿Tenemos que recordarte que una vez mamá te regañó por no limpiar tu habitación y te pasaste dos días sin hablarnos? —exclamó Julieta.

—Pero Juli, la habitación es imposible de limpiar.

—Doy fe —dijo Mirabel —¿es que no habéis visto la cantidad de arena? sin contar con las escaleras...

—¿Veis?, hasta mi sobrina lo sabe —dijo el hombre señalando a Mirabel.

—Claro, ella como tiene un cuarto normal no sabe lo que es limpiar una habitación mágica —protestó Camilo.

La chica de gafas se encogió de hombros y con una risita malvada miró a su primo.

—Ventajas de no tener Don.

—Ahora que habláis de limpieza —dijo Alma —creo que deberían limpiar sus habitaciones hoy.

Prácticamente todos los integrantes de la familia hicieron muestras de desacuerdo y protestaron.

—¿Por qué tuvieron que hablar? —se quejó Bruno a sus hermanas.

—¿Qué íbamos a saber? —protestó Pepa a la que le empezó a aparecer una nube en su cabeza.

Camilo se transformó en Alma y aclarándose la voz dijo.

—Eso es familia, todos a limpiar su habitación, yo iré a tomar un café con las señoras del pueblo.

La autentica Alma miró a Camilo de forma algo seria y esta automáticamente volvió a su forma.

—Je, je, perdón.

—Muy bien familia, todos a sus tareas.

—Hey, hey... —interrumpió Camilo —¿me puede ayudar Mariano?

—No Camilo, Mariano ayudará a Dolores ya que también es su habitación.

—Jo.

—Sobrino, si quieres yo te ayudo con tu cuarto y luego tu me ayudas con el mío —dijo Bruno.

—¿Qué? —dijo el chico mirando a su tío y pensando lo que sería limpiar toda esa cueva.

Camilo, miró hacia su abuela con intención de que repitiese lo que dijo sobre Mariano, y así no tendría que decirle que no.

El Camaleón que Bailaba sobre Arenas Movedizas (Camilo x Bruno) (Brumilo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora