CAPÍTULO 35 - LO SIENTO

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Pepa y Julieta se encontraban en el patio conversando sobre lo que deberían preparar para la excursión al rio del día siguiente cuando escucharon voces en la casa, extrañadas se levantaron y antes de cruzar la puerta oyeron claramente:

"Ojalá no te hubiese conocido, te odio, Bruno Madrigal"

Al escuchar esas palabras con una voz que hacia años que no escuchaban, se adentraron a toda prisa y su sorpresa fue mayúscula cuando vieron ante sus ojos a Víctor Sandoval, con el mismo aspecto que ellas recordaban, por un momento se sorprendieron, pero al instante supieron lo que pasaba, sin perder ni un segundo corrieron y bordeando por cada lado a su hermano se pusieron delante de él en un claro ejemplo de protección.

Una nube gigante comenzó a cubrir toda la casa Madrigal, los ojos de Julieta reflejaban compasión y al mismo tiempo mucha seriedad, se volteó y abrazó a su hermano, mientras los ojos de Pepa lanzaban chispas, la nube del cielo se volvió negra y cayeron rayos.

Camilo al ver a las dos mujeres, sintió como toda la furia que tenía desapreció sin dejar rastro quedando solo una sensación de miedo que le hizo volver a su forma.

—¡¡CAMILO MADRIGAL!! —un trueno estalló cegando a los presentes —¿Qué se supone que estas haciendo? —gritaba Pepa apretando los puños.

Camilo se encogió ante ese grito de su madre y el impacto de los truenos.

—¡¡RESPONDE!! —mas truenos volvieron a sonar, atrayendo al resto de la familia que en el piso de arriba miraba por las barandillas, Dolores se tapaba los oídos con ayuda de Mariano sin apartar la vista de su hermano. Mirabel se sujetaba un brazo mientras miraba horrorizada todo eso.

—Ma-mami... yo...

Camilo desvió un momento la mirada hacia su tía y como con dificultad intentaba calmar a un abatido y roto Bruno que le era casi imposible mantenerse en pie.

—Luisa, hija, por favor ayúdame.

Luisa acudió a la llamada de su madre y agarrando fuerte a Bruno lo llevó escaleras arriba seguido por la mujer, antes de desaparecer por el piso de arriba le dedico una mirada a Camilo que no supo interpretar, nunca había visto así a su tía Julieta.

—Camilo, responde o... —mas rayos comenzaron a caer.

—Mami, por favor lo siento... ha sido sin querer.

—¿Sin querer? —un rayo cayo entre la mujer y su hijo —¿me tomas por tonta?

Camilo se postró de rodillas implorando el perdón de su madre.

—Mami, te prometo que ha sido sin querer, no pensaba lo que estaba haciendo

—Pepi —Félix bajó las escaleras y se puso detrás de su mujer agarrándola de la cintura —Camilo dice que lo siente y seguro que hará lo que tiene que hacer ¿a que si hijo? —dijo el hombre mirando a Camilo.

El adolescente asistió

Los rayos comenzaron a cesar y la nueve poco a poco comenzó a desaparecer, los ojos de Pepa volvían a ser normales, y dedicándole una mira a su marido acabó por calmarse, pero al volver la vista a su hijo la nube volvió a aparecer, aunque menos amenazante.

—Estas castigado, ve ahora mismo a tu habitación.

Camilo sin rechistar, bajó la cabeza y pasando a su lado subió las escaleras y sin mirar a nadie mas, entró en su habitación y cerró la puerta. Pepa no le quitó los ojos de encima hasta que lo vio cerrar la puerta, una vez entró, suspiró y pidiéndole a Félix que se quedase allí, subió corriendo a la habitación de Bruno.

El Camaleón que Bailaba sobre Arenas Movedizas (Camilo x Bruno) (Brumilo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora