CAPÍTULO 19 - INVITADO

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Camilo y Arturo caminaron hasta llegar a la puerta del patio trasero de Casita, allí entró Camilo primero y viendo que Arturo se quedaba en la puerta le invitaba a pasar.

—Entra hombre, no te quedes ahí —dijo Camilo.

—Vale, con permiso.

Nada más entrar, se toparon de frente con Bruno, que salía de la biblioteca, al ver a Camilo su impuso fue acelerar el paso para abrazarlo, pero al notar la presencia de Arturo canceló su acto.

—Hola, Arturo ¿Qué tal? ¿Qué te trae por aquí? —pregunto el hombre.

—Buenos días, señor Bruno, eh... bueno me he encontrado con Camilo en el rio, ha habido un pequeño accidente y le he acompañado —decía el chico algo nervioso.

—¿Accidente? —dijo el hombre desviando la vista a su sobrino y notando que llevaba la ropa húmeda —¿Qué ha pasado?

—Me he caído al agua —dijo Camilo quitándole importancia.

—¿Cómo?, ¿pero estas bien? —Bruno se acercó a Camilo y poniéndole las manos en la cara, lo observó de cerca.

—Si, estoy bien —dijo algo rojo echando una mirada furtiva a Arturo que los observaba en silencio —Arturo me ha ayudado.

—¿De verdad?, pues muchas gracias en nombre de mi sobrino —dijo Bruno dirigiéndose al chico de piel oscura y pelo rizado.

—No ha sido nada, es lo mínimo que podía hacer.

—Me voy a ir cambiar, ¿te importa quedarte aquí con mi tío un momento? —le preguntó a su acompañante.

—Cla-claro.

Tras eso, Camilo despareció por la puerta y se dirigió a su habitación, mientras allí, en el patio interior de la casa se instauró un silencio algo incomodo entre Arturo y Bruno, que fue cortado por el mayor.

—Muchas gracias otra vez por ayudar a Camilo.

—No es nada, señor Bruno, ya le dije que es lo mínimo que podía hacer.

—Aun así, si se ha caído al agua no le veo muy mojado.

—Si, es que le he pedido la ropa antes para escurrírsela.

—Aja... ¿Qué, qué?

Arturo noto que sus mejillas se calentaban.

—Pues, eso que le he escurrido el agua de su ropa.

—Pero...

—Se la ha quitado para dármela...

Bruno abrió los ojos como platos mirando al chico.

—¿Todo?

Arturo asintió algo tímido, pero al ver la cara del hombre se apresuró a decir.

—Pe-pero no he visto nada, lo juro... yo me di la vuelta.

Bruno suavizó un poco su expresión y sonrió al chico.

—No te preocupes, sé que eres un chico decente.

—Claro que sí, señor Bruno -los nervios aumentaron, le estaba mintiendo a Bruno, y eso no estaba bien.

La puerta de Camilo sonó al abrirse y al poco, él mismo bajaba las escaleras ya cambiado de ropa y seco.

—Ya estoy.

—Ya me ha contado Arturo que te ha ayudado con tu ropa.

—Si, ha sido muy amable —dijo Camilo algo rojo esperando que Bruno no se enterase que se había desnudado delante del chico.

El Camaleón que Bailaba sobre Arenas Movedizas (Camilo x Bruno) (Brumilo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora