CAPÍTULO 88 - MADRIGAL Y GUZMÁN

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—Les presento a Víctor Madrigal.

Esas palabras fluyeron por el aire hasta introducirse en los oídos de Bruno, provocándole una oleada de sentimientos algo confusos al principio, pero una vez la información se asentó en su cerebro no pudo evitar emocionarse y sonreír.

—¿En serio? —preguntó Bruno que se arrodillo en la cama.

Dolores asintió contenta.

Camilo, unos pasos atrás tenia la cara iluminada con una sonrisa, se acercó y abrazó a Bruno por la espalda.

—¿Por qué elegiste ese nombre? —preguntó Camilo.

—Bueno, quería hacer un homenaje al padre de Mariano, también pensé en llamarlo Pedro o incluso Víctor Pedro, pero este no va a ser el único hijo que tenga —dijo la chica guiñando el ojo.

Bruno miraba al pequeño.

—¿Puedo?

—Claro —Dolores le entregó el bebé a Bruno, que lo cargó con absoluta delicadeza y acariciándolo se puso al lado de Camilo para que lo pudiese ver también.

—Hola, pequeño Víctor, bienvenido a la Familia Madrigal, soy Bruno, tu tío abuelo —dijo para automáticamente iluminar sus ojos en verde —y te auguro un futuro muy feliz.

—Ahora, yo, ahora yo.... —dijo Camilo.

Bruno miró a Dolores para saber si estaba de acuerdo en que Camilo cargase al bebé y esta asintió. El mayor pasó al pequeño a brazos del joven que, con maestría, lo acomodó en sus brazos.

—Hola, sobrino, soy Camilo y soy tu tío favorito, no lo olvides.

—Se te da bien —dijo Bruno.

—Claro, como que llevo casi toda mi vida cuidando de niños pequeños.

Dolores miró a los tres, no pudo evitar sonreír.

—Parecen una familia.

Camilo levantó la cabeza y miró a su hermana y luego miró a Bruno a su lado, finalmente miró al bebé, una sutil felicidad surgió dentro de él.

—Pero bueno, ya dejen a mi bebé que quiero descansar —dijo Dolores.

—Claro, toma.

—¿Qué hacemos con Mariano? —dijo Bruno mirando al hombre que seguía inconsciente.

—Déjenle ahí, ya despertará, todavía tiene que conocer a su hijo.

—Vale, descansa.

Ambos salieron de la habitación y se reunieron con el resto de la familia.

—Yo quiero entrar —dijo Mirabel.

—Ahora necesita descansar, pero luego podrán pasar todos —dijo Julieta.

—Joooo

—¿Conocieron ya al pequeño Víctor? —preguntó Pepa mirando a Bruno y a su hijo.

—Si, mami.

—¿Y qué te parece, hermano?

—No tengo palabras...

—Sabíamos que te iba a gustar —dijo Julieta —Dolores tuvo una gran idea en usar el nombre del padre de Mariano, e indirectamente ha sido un regalo para ti —decía la mujer mientras se acercaba a Bruno y le abrazaba.

—No se que decir la verdad, estoy muy emocionado.

Camilo notaba el ligero temblor que sufría Bruno de esa emoción, quería abrazarlo y calmarlo pero delante de todos no podía.

El Camaleón que Bailaba sobre Arenas Movedizas (Camilo x Bruno) (Brumilo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora