CAPÍTULO 22 - COMPLACER (1ª PARTE)

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Ya entrada la noche, Camilo se encontraba en su habitación mientras esperaba a que Bruno llegase. Estaba algo impaciente, no sabía que tenía pensado el mayor, solo le había dicho que le iba a demostrar que el era una obra de arte.

—A lo mejor me tira una rata machada de pintura a la cara... —dijo el chico para sí, pero sacudió la cabeza de forma rápida —no, no creo... que tontería...

Un momento después, la puerta se abrió y con cuidado Bruno pasó sin hacer ruido. Camilo lo observaba, aun no se acostumbraba a verlo sin su ruana, fue cuando recordó que no había hecho lo que quería y mañana debía devolvérsela.

Camilo se levantó de la cama y fue corriendo a abrazar a su tío por la espalda.

—Bruno, hasta tardado mucho.

—Estaba asegurándome que no estuviese nadie despierto.

Tras eso, el chico se soltó y Bruno se giró para quedar los dos frente a frente.

—Bueno... —Bruno extendió las manos y las puso en la cintura del chico atrayéndole hacia él —¿está listo mi niño bonito?

—Claro, para ti siempre.

Bruno con una sonrisita besó los labios del adolescente de forma corta para pasar directamente a besar su cuello, esto, Camilo no se lo esperaba por lo que soltó un gemidito de sorpresa.

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[PARTE CENSURADA POR LAS NUEVES POLITICAS DE WATTPAD, QUE ENTRAN EN VIGOR EL 15 DE ABRIL DEL 2024.]

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Camilo soltó la cabeza del hombre y se volvió a tumbar completamente, extendiendo las manos mientras respiraba rápido, y sus latidos se iban calmando. Bruno se incorporó y dándose una pasada con la manga de la camisa por la boca se limpio lo poco que se le había escapado, y acto seguidos se tumbó al lado del chico.

—¿Y bien?, ¿Qué tal?

—Buff, una pasada...

—Ya viste, solo con tu cuerpo has conseguido sentir mucho, por lo cual no quiero volver a oírte decir que no eres gran cosa, ¿vale?

—A sus órdenes, señor Madrigal.

Bruno el dio un tierno beso en los labios al joven y se acurrucó a su lado y así estuvieron unos minutos mientras Camilo volvía a su ritmo.

—Bruno...

—¿Si?

—¿Me dejas probar algo?

Bruno se incorporó apoyándose en un codo mirando al chico.

—¿El qué?

—Ven.

Camilo se levantó y agarrando de la mano al hombre se dirigió a la puerta mientras agarraba su ruana y se la ponía antes de salir.

—Milo... ¿vas a ir así? Y. ¿Dónde vamos?

—Shhhh, ven.

Estaban en el pasillo del segundo piso, era de noche, solo unas velas del piso de abajo y las estrellas que entraban por el techo del patio iluminaban la casa. Bruno estaba vestido, pero Camilo solo llevaba puesta su ruana, que gracias que tapaba hasta la mitad de sus muslos, pero aun así, si alguien lo veía...

De la mano, Camilo guiaba a su tío escaleras abajo hasta llegar al baño, abrió la puerta y entraron.

—Milo, ¿Qué hacemos aquí?

—Pues... quería darme una ducha y quería dármela contigo —dijo el chico algo tímido.

Bruno se cruzó de brazos y con una sonrisita traviesa miró a su sobrino.

—Haberlo dicho... vamos.

El Camaleón que Bailaba sobre Arenas Movedizas (Camilo x Bruno) (Brumilo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora