Camilo abrió los ojos, una punzada hizo que se retorciese un poco, el dolor de cabeza era demasiado fuerte, notaba la boca seca y le dolía todo el cuerpo. Con bastante dificultad se sentó, notando el suave suelo de flores del cuarto de Isabela, al mirar alrededor pudo ver que estaba solo, todas se habían levantado ya.
Desviando la mirada, a su lado pudo ver que Bruno tampoco estaba. Apoyándose en el suelo se incorporó y agarrando su almohada salió de la habitación. Al salir, el sol le golpeó en la cara haciendo que el dolor de cabeza aumentase, y a paso rápido fue a su habitación para cambiarse.
Al salir, se dirigió al baño, donde se aseó un poco y finalmente bajó las escaleras hacia la cocina, allí estaban Julieta, Bruno y Agustín.
—Bu-buenos días —dijo el chico con voz pesada.
—Buenos días, Camilo, ¿Qué te pasa? —preguntó Julieta.
—Me duele todo.
—Normal —dijo Agustín —con la cogorza que agarró ayer.
Julieta sorprendida miró a si marido y a Bruno que desvió a cara.
—¿Te emborrachaste?
—S-si... —dijo el chico mientras se sentaba en su sitio frente a Bruno.
—Espera que te prepare algo —Julieta se puso frente a los fuegos de la cocina y comenzó a preparar algo de comida, mientras Camilo miraba a Bruno que le devolvía una mirada enternecida.
—Buenos días, tío Bruno —dijo el chico con la voz mas dulce que le permitía su estado.
—Buenos días, Camilo ¿buena noche?
—Ja, ja, que gracioso.
Poco a poco fueron llegando el resto de la familia.
—Por favor, no griten —dijo Camilo tapándose los oídos.
—Vaya, veo que alguien me entiende ahora —dijo Dolores sentándose mientras Mariano le apartaba la silla.
—Me gustaría no hacerlo —dijo el chico a su hermana.
—Eso te pasa por hacer lo que no debes —dijo Pepa sentándose a su lado y dándole un beso en la mejilla.
—Lo sé, mami, perdona.
—Hermanito, ¿estas enfermo? —preguntó Antonio algo preocupado.
—No, Toñito —dijo Isabela —tu hermano ha hecho algo que no debía y ahora tiene que cargar con las consecuencias.
Antonio miró a su hermano y luego miró a Bruno.
—¿Ha sido el tío Bruno el que le ha hecho eso a Camilo? —preguntó Antonio.
—¿Qué, yo, por qué? —preguntó Bruno con una mezcla de terror y sorpresa.
—Si porque tú y él...
De pronto Mirabel se puso a cantar en voz alta intentando acallar a su primito.
—Asi es la familia Madrigal, hogar de mi gente Madrigal...
—Mirabel, por favor, no grites —dijeron al mismo tiempo Dolores y Camilo.
—Antonio decía que como ayer estuvieron de fiesta todos a lo mejor esta mal por eso —quiso ayudar Luisa.
—No, hijo —dijo Félix —tu tío no ha hecho nada, ha sido tu hermano que tomó algo de mayores.
—Ah... vale.
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El Camaleón que Bailaba sobre Arenas Movedizas (Camilo x Bruno) (Brumilo)
RomanceContinuación directa de mi anterior historia "El Camaleón Enterrado en la Arena del Futuro". Ha pasado un año desde que se representase la obra de Romeo y Julieta, salvo que en esa ocasión Camilo y Bruno no se besaron frente a todos. Su relación sig...