CAPÍTULO 71 - DEMOSTRANDO AMOR (1ª PARTE)

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Fue una noche difícil para Bruno y Camilo, apenas pudieron pegar ojo, pasaron gran parte de la noche en la cama del mayor, el chico abrazaba al hombre, se apretaba contra él lo máximo que permitía la física, enterraba su cara en su pecho, y de vez en cuando sentía unos espasmos de nervios y temblaba, por su parte Bruno hacia todo lo posible por calmarlo, le acariciaba el pelo, jugaba con sus rizos, sabía que era algo que relajaba al chico, en eso era igual a su madre.

Bruno no pudo sacar de su mente todo lo sucedido con Julieta, la sola idea de que Camilo se pudo haber ido de su lado para siempre fue algo que le afectó mucho. Camilo finalmente cayó presa del sueño, toda la adrenalina y la tensión hizo su efecto y el chico se durmió. Bruno por otra parte no pudo hacerlo, se pasó la noche vigilando al chico, sentía que en cualquier momento algo o alguien se lo arrebataría de sus manos.

Horas después.

—Tío Bruno, a desayunar —gritó Mirabel tras la puerta —y dile a ya sabes quien que baje también.

Bruno aun seguía despierto, en la cama, abrazando a Camilo que seguía dormido, no le había perdido de vista en toda la noche.

—Milo...

El chico se retorció un poco frotando su cara en el pecho del hombre y haciéndole cosquillas en el cuello con sus rizos.

—Milo, despierta, ya es de día.

—¿Bruno?...

—Buenos días, mi niño.

Camilo abrió y cerró los ojos lentamente aun con efectos del suelo y al mirar arriba y ver la cara e Bruno sonrió.

—Buenos días, Bruno.

—¿Dormiste bien?

Camilo volvió a retorcerse un poco y apretó su abrazo.

—Contigo siempre duermo bien.

—Me alegro, ya es hora de bajar a desayunar.

—Bruno, ¿lo que pasó ayer no fue un sueño, no?

—No.

—Ya... Bruno, tengo miedo.

Pasando una mano por la cabeza del chico con intención de calmarle, lo subió un poco para tenderlo a su lado.

—Milo, yo no voy a permitir que te pase nada, ¿vale?

—Pero, ¿y si la tía Julieta lo acaba contando?

—Ayer, al final parecía que por fin entendía —dijo Bruno con algo de esperanza —conozco a mi hermana y si ella lo entiende no se opondrá.

—Vale, Bruno confiaré en ti.

Bruno sonrió y le dio un tierno beso en los labios.

—Ahora vamos a comer.

—Si... tengo mucha hambre...

—Como siempre.

Una vez en la cocina todos comenzaron a desayunar, Bruno y Camilo desviaban la mirada hasta Julieta, pero ella no daba signos de que hubiese pasado nada, su actitud era normal, no daba signos de alteración.

—Familia —dijo Alma poniéndose en pie —hoy por petición de Julieta tendrán el día libre.

Ante esas palabras hubo una alegría general al mismo tiempo que sorprendidas al saber que fue Julieta la que lo solicitó.

—Que bien me viene este día —dijo Luisa —esta semana estoy mas cansada de lo normal.

—Si, yo también lo aprovecharé para relajaré un poco —dijo Isabela —¿Quién se viene al rio?

El Camaleón que Bailaba sobre Arenas Movedizas (Camilo x Bruno) (Brumilo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora