CAPÍTULO 56 - ¿ME CAMBIÓ POR TI?

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Ante Camilo se extendía un largo pasillo oscuro, no podía distinguir paredes o suelos, todo era oscuridad. Caminaba por ese pasillo, lento, con la vista fija al frente cuando un destello azul hizo que todo se empezase a iluminar poco a poco.

Al llegar a la fuente, de ese destello vio, flotando en el aire, una grieta que emitía un destello azul potente, al contemplarla, Camilo fue a posar su mano en ella cuando del interior de la grita empezó a brotar una masa de color naranja, que cayendo al suelo empezó a elevarse y cubrir la grieta formando una silueta, Camilo pudo distinguir a Mirabel que lo miraba fijamente.

—¿Ves lo que me has hecho? —dijo la chica extendiendo los brazos.

Camilo fue a hablar cuando se dio cuenta que no podía, echándose las manos a la cara, horrorizado, comprobó que no tenia boca y asustado volvió a mirar a la chica de gafas que había desaparecido.

De pronto, la oscuridad se tiñó de un color verde brillante y cuando ese brillo despareció se encontraba en la plaza del pueblo, allí seis personas se encontraban delante de una cámara, no tardó en reconocerlos, pues era la foto en la que salían sus padres y sus tíos, esa foto donde vio a Víctor besando a Bruno.

Camilo estaba detrás de ellos, en el momento que Víctor besaba la mejilla de Bruno. Justo en el momento que sus labios tocaron la piel de Bruno todo despareció dejando únicamente la imagen de Víctor, que se giró dirección a Camilo y caminó hacia el quedándose a escasos metros de él.

—¿Tú eres Camilo? —preguntó el chico.

Camilo sin saber como, había recuperado su boca.

—Si.

Víctor lo miró de arriba abajo cruzando los brazos.

—¿Y tú eres por quien me ha cambiado? —dijo en un tono de desagrado.

Camilo no dijo nada.

—Ven.

Al lado de Víctor apareció un joven Bruno con la cabeza gacha y las manos entrelazadas.

—¿Si, mi amor?

Víctor agarró el pelo de Bruno y dándole un tirón lo puso mirando a Camilo bruscamente, mientras el joven Bruno gritaba.

—¿Le conoces?

—No, no lo he visto en mi vida, mi amor.

Camilo se sorprendió al ver eso.

—Déjale en paz.

Víctor rio.

—Ah, ¿Qué yo soy el que le ha hecho daño? ¿tu por supuesto eres un santo no?

Víctor lanzó violentamente a Bruno al suelo y se puso encima suyo llevando las manos a su cuello y poniéndolas alrededor.

—¿Si lo mató, a ti te importaría?

—¡¡Déjale!! —Camilo gritaba, pero no podía moverse.

Víctor comenzó a apretar el cuello de Bruno mientras el joven Madrigal pataleaba y emitía sonidos guturales.

—No, por favor, déjale...

Víctor miró a Camilo mientras no paraba de apretar y una sonrisa malévola salía de sus labios, cuando su cuerpo comenzó a disolverse, a derretirse formando una masa naranja que tras desvanecerse hizo que ahora la imagen de Luis Mendoza apréciese.

Camilo dio un paso atrás.

Luis se levantaba mientras sostenía a Bruno por el cuello sin apretar, el joven Bruno miraba Camilo suplicándole ayuda, llorando.

El Camaleón que Bailaba sobre Arenas Movedizas (Camilo x Bruno) (Brumilo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora