CAPÍTULO 42 - ¿ES MALA IDEA?

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Arturo entró en la habitación con claros signos de vergüenza, y pasó de mirar al suelo a mirar dirección a la cama y a Camilo.

—Arturo, que sorpresa, ¿Qué haces aquí? —dijo el adolescente realmente sorprendido ya que hacia mas de tres meses que no se veían y se alegró de su presencia.

—¿Puedo pasar?

—Claro, ven —dijo dando una palmada en la cama para que se sentase.

Arturo se acercó, pero agarró una silla y la colocó al lado de la cama y se sentó.

—Me crucé con el niño. que al parecer, estabas cuidado y me pidió ayuda y al llegar te encontré en el suelo en un aspecto muy extraño, luego llamé a Luisa y a tu tía Julieta para que te trajeran aquí y he estado esperando ahí fuera hasta que te despertaras.

—¿En serio?

Arturo asintió.

—Pues muchas gracias, si no llegas a aparecer... no se que me hubiese pasado.

—No es nada, fue suerte que estuviese en la calle y si no, hubiese ido cualquier otro —el tono de Arturo era mas bien seco, aunque tenía un deje cálido.

—Pero fuiste tú y te lo agradezco mucho.

Tras un silencio algo incomodo, Arturo se levantó.

—Sera mejor que me vaya.

—¿Qué?, ¿ya? ¿tan pronto?

—Si, Camilo, tengo cosas que hacer.

—Pero hace mucho que no nos vemos...

—Y es así como debe seguir —dijo Arturo de manera cortante.

Camilo se quedó callado ante ese arranque del chico.

—Camilo, me alegro que estes bien, pero debo irme no puedo estar aquí más tiempo, Adiós.

Arturo se despidió y fue hasta la puerta y cuando fue a agarrar el pomo, esta se abrió para chocarse con Bruno.

—Oh, Arturo perdona.

—No es nada, adiós señor Bruno.

Sion decir nada mas, bordeó al hombre y se fue.

Bruno se quedó allí quieto, algo confuso ante aquella situación, miró a Camilo que aprecia igual de confuso que él, pero la mirada de Bruno se endureció y cerró la puerta de forma brusca.

—¿En que estabas pensando? —Bruno se acercó a la cama bastante enojado.

—¿Qué? —Camilo despertó de su confusión ante la voz de su tío.

—¿Qué si eres tonto o que te pasa?

—¿Por qué me dices eso?

—¿Qué ¡POR QUÉ!?

Camilo se encogió un poco.

—Acaso no sabes que forzar tu Don es muy peligroso —la voz de Bruno, aunque firme había momentos en los que temblaba, el hombre sabía muy bien las consecuencias de forzar tu Don, lo había vivido en piel.

—Si lo se... —dijo el chico en voz baja.

—Entonces, ¿me explicas en qué estabas pensado?

Camilo se quedó callado y miró abajo, lo ultimo que necesitaba ahora era una bronca de su tío.

—Solo me he despistado.

—Camilo, por favor, no me mientas —dijo el hombre en tono de hartazgo —se perfectamente porque lo has hecho.

El Camaleón que Bailaba sobre Arenas Movedizas (Camilo x Bruno) (Brumilo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora