Camilo, aun con la cara de Bruno entre sus manos miraba hacia la entrada con expresión asustada, Julieta estaba allí y caminaba hacia ellos, y por la distancia tuvo que ver el momento que lo besaba. El chico comenzó a temblar.
—Ti-tía... no es lo que parece... de-de-de verdad... te lo pue-puedo explicar... —balbuceaba el chico separándose rápidamente de Bruno que seguía de rodillas y mirando al suelo como aturdido.
—¿En serio? —dijo la mujer con voz cínica —pues, explícamelo.
—Pues, veras.... Estábamos... eh....
—Milo, déjalo, lo sabe todo —dijo le hombre sin moverse extendiendo un brazo para agarrar la mano del adolescente.
—¿Qué?, ¿pero, co-cómo?
—No, lo sé, pero lo sabe.
Camilo miró a la mujer ahora con mucho mas miedo que antes, no sabía que hacer, se había quedado paralizado por el miedo, solo notaba la mano de su tío que agarraba la suya desde el suelo.
Julieta avanzó unos metros mas hasta quedar delante de ellos a cierta distancia. Con los brazos cruzados miraba la escena, Camilo de pie mirándola con ojos asustado y Bruno detrás de él, de rodillas mientras se daban la mano.
—Tía, por favor... no se lo digas a mi mamá —dijo el chico apretando la mano de Bruno sabiendo todo lo que eso conllevaba, la visión de Bruno era clara.
Julieta los miraba pensativa.
—Camilo, cielo, tu no has hecho nada malo, y según la conversación que tuve contigo, Bruno no te ha hecho daño y no has hecho nada que tú no querías.
—¿Qué?, yo nunca he dicho eso.
—Claro, que no cielo...
Camilo se sentía confuso, miró a Bruno, notaba que en su interior empozaba a ahogarse, comenzó a temblar. Y Julieta lo vio.
—Cielo, tranquilo, no he venido a haceros nada, solo quiero entender que tenéis roto, yo tengo la obligación de curaros.
—¡¡N-NO ESTAMOS ROTOS!! —gritó Bruno levantándose y poniéndose delante del chico en actitud protectora. Camilo se puso detrás y agarrando la ruana del mayor y apoyó su cara en la espalda del hombre, noto que se calmaba un poco.
—Bruno... eso no es cierto, estáis rotos, si no, no me puedo explicar que hayas hecho eso, sois familia ¿es que no lo entendéis? —la voz de Julieta no cambiaba, era siempre monótona, suave y dulce.
—Estamos enamorados, Juli y da igual lo que digas, eso no va a cambiar.
—Bruno, hermano, se que lo de Víctor te afectó mucho pero ya ha pasado mucho tiempo y él es tu sobrino, eso no está bien...
—Deja a Víctor al margen.
Julieta afiló su mirada. Un punto débil.
—¿Qué pensaría el pobre Víctor si te viese así, tocándote y besándote con tu sobrino menor de edad?
—Juli, para...
—Se sentiría muy defraudado por ti.
—¡¡PARA!!
—Te odiaría.
Los ojos de Bruno se iluminaron y torrentes de arena surgieron y rodearon a la mujer que no se inmutó lo mas mínimo.
—¡¡NO VUELVAS A DECIR ESO!! —gritaba Bruno.
Camilo asustado, seguía detrás del hombre, no se veía capaz de enfrentarse a su tía.
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El Camaleón que Bailaba sobre Arenas Movedizas (Camilo x Bruno) (Brumilo)
RomanceContinuación directa de mi anterior historia "El Camaleón Enterrado en la Arena del Futuro". Ha pasado un año desde que se representase la obra de Romeo y Julieta, salvo que en esa ocasión Camilo y Bruno no se besaron frente a todos. Su relación sig...