Bruno se encontraba lavando los platos cuando en un movimiento de cabeza vio escabullirse a Camilo de la cocina, no le dio mucha importancia, pensó que en un rato aparecería detrás de él para abrazarlo o algo, por lo que retrasó su lavado de platos esperando a que viniese, pero no fue así.
Viendo que Camilo no aparecía, finalizó su tarea y salió de la cocina cuando se encontró con Dolores, traía una cara de preocupación.
—Tío Bruno, necesito su ayuda, es Camilo.
—¿Qué le pasa? —preguntó Bruno algo alterado ya que lo había visto irse hace unos minutos y parecía bien.
—Ha ido a ver a Arturo.
—¡¿Cómo?! —Bruno se llevó las manos a la cabeza —¿pero este niño es tonto o que le pasa?
—No lo sé, tío Bruno, pero algo va mal, por favor, tenga una visión.
Bruno dudó un momento, pero al ver la cara de su sobrina, se decidió y pidiéndole un momento subió corriendo a su habitación y ascendió a la gruta de visiones. Con rapidez montó el ritual y sentándose en medio cerró los ojos y comenzó con el ritual.
Entre toda la arena, unos destellos verdes comenzaron a formar imágenes, un chico sin cara acorralaba a Arturo contra una pared, el chico de piel oscura decía algo e intentaba apartarlo, pero Camilo seguía increpándolo. De pronto, una rotura en la arena cambio al escena y Arturo abarraba a Camilo por el cuello y lo besaba mientras el chico sin cara correspondía al beso.
La arena calló sobre la cabeza de Bruno, en sus manos aparecía una placa brillante donde se veía a Arturo y un chico sin cara besándose, el hombre la miró fijamente.
—Este niño es tonto.
Limpiándose la arena bajó a la casa, vio a Dolores asomada al balcón, suerte que ninguno de la familia estaba allí y pudo verlo caminar con esa placa.
—Dolores.
—Está pasando —dijo la chica mirando a Bruno y viendo la placa —lo estoy escuchado.
Los dos se miraron, Bruno se acercó a la chica y le tendió la visión y se fue escaleras abajo y atravesando la puerta principal, mientras Dolores lo miró andar por el sendero de la casa hacia el pueblo.
—Hermano, eres un inconsciente.
En la casa de Arturo, el chico de piel oscura tenía contra la pared a Camilo lo sujetaba del cuello de la camisa mientras sus bocas estaban conectadas, sus lenguas luchaban dentro de su boca entre saliva. Las manos de Camilo estaban en la nuca de Arturo, haciendo que el beso fuese mas intenso y pasional, sus cuerpos pegados. En un momento las manos de Arturo bajaron hasta la cintura del Madrigal, las introdujo por debajo de la camisa y palpó la piel caliente. Camilo al notar el contacto siento un escalofrío, ya no era dueño de sus actos, pasó las manos hacia delante y comenzó a desabotonar la camisa de Arturo a gran velocidad sin llegar a separar sus labios, consiguió desabrocharla dejando al descubierto su torso de ébano.
Arturo separó su boca de Camilo y por unos segundos ambos se miraron, una excitación tan inmensa había que ninguno era consciente de nada. El chico de piel oscura quitó el poncho amarillo de su contrario y lo lanzó a suelo y con un movimiento rápido llevó su boca al cuello de Camilo y lo empezó a besar, esto provocó que Camilo gimiese y sus manos fueran hasta el pantalón de Arturo, que comenzó a desabotonar, al tener las manos allí notó con absoluta perfección su erección y sorprendido por el volumen metió la mano dentro del pantalón para agarrarlo, palpo el miembro rígido del chico, no llegó a verlo pero notaba que era bastante grande.
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El Camaleón que Bailaba sobre Arenas Movedizas (Camilo x Bruno) (Brumilo)
RomanceContinuación directa de mi anterior historia "El Camaleón Enterrado en la Arena del Futuro". Ha pasado un año desde que se representase la obra de Romeo y Julieta, salvo que en esa ocasión Camilo y Bruno no se besaron frente a todos. Su relación sig...