—¿Cómo que está de parto? —preguntó Camilo al que los nervios le empezaron a aflorar.
—Pues que va a nacer el bebé —contestó a la pregunta Isabela.
—¿Y Mariano?
—Está dentro con ella.
Camilo se empezó a poner mas nervioso, su sobrino estaba a punto de nacer, y es que a lo tonto habían pasado ya los nueve meses, un tiempo que a Camilo se le había pasado volando.
—¿Y que hacemos? —preguntó le chico.
—Esperar —dijo Bruno —no podemos hacer mas.
—¿Solo eso?
—Primo, me estas poniendo nerviosa —dijo Luisa mientras se acercaba a él y con un brazo lo sujetaba y lo elevaba —vamos fuera a que te dé el aire.
—Pero Luisa...
Así, la fortachona se llevó al chico dejando al resto allí en la puerta, riéndose por la situación. En el piso de abajo, en la entrada, Luisa soltó a Camilo en el suelo mientras este se quejaba, y una vez aterrizó, se cruzó de brazos.
—No me quería ir.
—Camilo, me estabas poniendo nerviosa, aquí estarás mejor y cuando el bebé nazca nos avisaran y subiremos.
—Pero yo quiero estar allí con ellos —dijo el chico de forma suplicante.
—Mejor nos quedamos aquí... ya se, vamos a mi zona de descanso.
—¿Y dónde está eso?
—Aquí mismo —dijo la chica señalando a uno de los laterales de la casa —anda ven.
Camilo a regañadientes, siguió a su prima hasta el lateral de la casa contrario a donde tienen el patio, allí en una zona algo apartada había una especie de zona de camping, donde unas hamacas colgaban de unos árboles. Luisa agarró al joven y lo tumbó en una de ellas.
—Ahora relájate, cuando nazca nos avisaran.
—Bueno, vale...
Luisa sonrió y de un saltó se tumbó ella también en una hamaca cercana a la de Camilo y haciendo caso de su consejo, se relajó y contempló el cielo despejado, con alguna nube, provocada por los nervios de Pepa.
Dentro de la casa, Bruno seguía allí en la puerta al igual que el resto.
—Aun me acuerdo cuando nacisteis vosotras —dijo Bruno —Julieta fue menos escandalosa que Pepa.
—¿Cuál tardó mas en nacer? —preguntó Mirabel.
—Creo que si no me equivoco —dijo el hombre entrecerrando los ojos haciendo un intentó de hacer memoria —la que mas tardó fue Isabela, tardó unas cinco horas. ¿Cierto? —preguntó mirando a Agustín.
—Exacto, cinco horas y tres minutos —dijo Agustín de forma orgullosa.
—Es que le pesaba el culo —dijo Mirabel siendo golpeada al instante por una liana en la cabeza.
—Que graciosa... —se quejó Isabela.
—Yo solo he visto nacer a Antonio y fue algo tranquilo —dijo Mirabel.
—Porque no estuviste cuando nació Camilo —respondió Bruno moviendo la mano haciendo gestos de gravedad.
—¿Si, que pasó?
—Mi tía Pepa, no llevó muy bien ese embarazo —dijo Isabela.
—Comparado con el de Dolores, el de Camilo fue el mas pesado —dijo Félix —el muy granuja venia de nalgas, por lo que te puedes imaginar la odisea.
ESTÁS LEYENDO
El Camaleón que Bailaba sobre Arenas Movedizas (Camilo x Bruno) (Brumilo)
RomanceContinuación directa de mi anterior historia "El Camaleón Enterrado en la Arena del Futuro". Ha pasado un año desde que se representase la obra de Romeo y Julieta, salvo que en esa ocasión Camilo y Bruno no se besaron frente a todos. Su relación sig...