—¡QUE TE VAYAS PUTO NIÑATO, NO QUERO VOLVER A VERTE AQUÍ!
Esas palabras fueron las detonantes. Cuando en un intento de Bruno de alejar a Camilo de él meses atrás, provocó algo que no imaginaban. En ese momento en una habitación sin una pizca de magia, una chica de gafas verdes sintió que algo le atravesaba el pecho, una punzada que nunca había sentido, bueno, en verdad si, sintió esa misma punzada un tiempo atrás.
Corriendo a un espejo, la chica se destapó el pecho, pero no vio ninguna grieta, su piel seguía igual. Mirabel no entendía ese dolor, ¿si no había grieta, que era? Su pensamiento se emborronó al sentir otra punzada, esta vez en su cuello, y ahora frente al espejo pudo ver un resplandor azul, pero ninguna grieta. Ese resplandor provenía de debajo de su piel. Mirabel se debatió internamente si contarlo o no, al principio pensaba que Bruno y Camilo habían vuelto a discutir y que al poco se sentiría mejor, pero no fue así. Su malestar se extendió varias semanas. Hasta que finalmente tras una mini discusión con su primo le hizo tomar valor y hablar con su madre.
—Ma, creo que esta volviendo a pasar.
Julieta la miró horrorizada y enseguida comenzó a inspeccionar su cuerpo para buscar las gritas.
—No, esta vez las grietas no están fuera.
—¿Cómo?
—No se como explicarlo, pero, las siento dentro de mi —Mirabel estaba realmente asustada, no quería volver a vivir todo eso, y aunque es verdad que durante ese tiempo por fin pudo tener un Don, y no solo uno sino ocho, no era muy agradable ver a su familia sin ellos.
—Pero ¿cómo es posible? ¿y que las provoca?
La mujer no esperó respuesta, pues sus sospechas de que algo pasaba con Camilo y Bruno se volvían mas veraces y ató cabos, la otra vez la magia se apagó por la discusión de Mirabel con Alma, y Bruno y Camilo estaban muy raros estas ultimas semanas, no hacia falta ser un lince para saber que era cosa suya.
Agarró a su hija de los hombros y la miró fijamente.
—Dime que pasa entre tu tío y Camilo.
Mirabel abrió mucho los ojos.
—N-no pasa anda entre ellos.
—Mirabel, pro favor, no me mientas, tu padre me contó que hay algo entre ellos.
—Ma, seguro que mi papá se lo soñó —Mirabel intentaba calmarse y no sonar como si ocultase un secreto.
Julieta la soltó, así no iba a conseguir nada, debía calmarse, miró a su mesa y vio la nueva receta que estaba practicando, el suero de la verdad. No, no puedo probarlo con ella, se dijo la mujer.
—Vale... —Julieta se acercó a un tarro y sacó una galleta con forma estrellada, rechazó la idea de borrarle la memoria, al menos de momento — haremos una cosa, no vas a contarle a nadie que te pasa esto, al menos no hasta saber que esta pasando, no quiero volver a asustarlos ¿vale?
—Si —dijo Mirabel algo apenada por no poder ser sincera con su madre.
A partir de ese día, Julieta comenzó a realizar curas especificas para Mirabel, haciendo que no notase dolor que cada día se hacía mas intenso, pero no lograba encontrar la forma de que esas gritas internas apareciesen.
Tiempo después, notó que Camilo y Bruno volvían a estar contentos, y eso se reflejó en la salud de Mirabel, el problema era que ella seguía notando las grietas en su interior.
Camilo y Bruno miraban a Julieta atónitos mientras contaba la historia.
—Y eso es lo que el pasa a mi hija.
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El Camaleón que Bailaba sobre Arenas Movedizas (Camilo x Bruno) (Brumilo)
RomanceContinuación directa de mi anterior historia "El Camaleón Enterrado en la Arena del Futuro". Ha pasado un año desde que se representase la obra de Romeo y Julieta, salvo que en esa ocasión Camilo y Bruno no se besaron frente a todos. Su relación sig...