CAPÍTULO 67 - CONEXIONES

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Bruno y Camilo se encortaban en la tienda de campaña, contemplando a un inconsciente Mariano tumbado entre ellos. Aun era de noche, quedaban horas para el amanecer, pero ninguno conseguía dormir, al menos hasta que el hombre despertarse y hablasen con él.

—¿Seguro no lo has matado? —preguntó el chico.

—No, solo esta inconsciente, ¿no ves que respira?

Camilo acercó su cara para comprobarlo y a escasos centímetros, Mariano abrió los ojos de golpe asustando al chico que se impulsó hacia atrás, gritando.

—Ahhhh

—¿Qu-qu-qué pasa? —Mariano sonaba ansioso y alterado, se miró las muñecas que seguía apresadas por la arena de Bruno. Miró a los dos con ojos asustados —¿Qué hacéis?

Camilo corrió a esconderse detrás de Bruno, mientras asomaba un poco la cabeza para mirar.

—Tranquilízate, ¿estas bien? —preguntaba Bruno manteniendo la calma.

—Estoy atado —dijo retorciendo los brazos.

—¿Y sabes por qué?

Mariano comenzó a mirar a todas partes, poco a poco se fue calmando y entonces recordó todo.

—Ay, Dios...

Al ver que estaba todo controlado, Bruno liberó al hombre, que se levantó y se frotó las muñecas, ya que la arena le había provocado unas heridas. Se produjo un silenció sepulcral en la tienda, Mariano miraba a los dos algo alterado, poco a poco iba recordando todo lo que había hecho.

Al intentar acercarse, Camilo, aun detrás de Bruno, se encogió ocultándose completamente detrás de él, ahí Mariano de detuvo.

—Lo siento mucho... no-no se que me pasó... yo nunca haría algo así.

Bruno veía realmente arrepentimiento en su voz y mirada, Camilo aun seguía oculto tras su tío.

—Mariano, sabemos que no fuiste tu —dijo Bruno —a Camilo también le pasó algo similar hace un tiempo.

El la mente de Mariano solo había arrepentimiento, se sentía muy mal, sentía que no merecía estar ahí.

—Creo que al volver debería abandonar la casa.

—¿Qué? —dijo Camilo saliendo detrás de Bruno —¿y Dolores? —solo pensar en su hermana, siendo abandonada por el amor de su vida le hizo sentir muy mal.

—Pero, ¿y si vuelve a pasar?, ¿y si le hago daño a Dolores o al bebé? —Mariano se tapaba la cara con las manos.

Camilo se acercó y de rodillas delante de él, le sujetó las manos y se las apartó de la cara para que lo mirase.

—Mariano, tu no has hecho nada, no sabemos que ha pasado, pero no tiene porque volver a pasar.

Mariano tenia semblante apenado y alguna lagrima se apreciaba en sus ojos.

—Pero no lo puedes saber... lo mejor será que no vuelva.

—Pero, ¿y la fiesta?

—¡¡Milo!! —dijo Bruno rodando los ojos y tapándoselos con una mano.

—¿Qué fiesta?

Camilo comprendió que había metido la pata y miró a Bruno para luego mirar otra vez a Mariano, que aun con cara apenada lo miraba extrañado. Pensó que el mal ya estaba hecho por lo que daría igual.

—La acampada no es ninguna cosa familiar ni nada, era una forma de alejarte de casa para prepárate una fiesta sorpresa para tu cumpleaños —dijo Camilo rápido.

El Camaleón que Bailaba sobre Arenas Movedizas (Camilo x Bruno) (Brumilo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora