𝑁𝑜𝑡 𝑓𝑜𝑟 𝑠𝑎𝑙𝑒 | YJ & TN |

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Me levanté con ayuda de Xu y caminé con cuidado por el miedo de volver a ser golpeada.

Llegamos al auto y me subí sufriendo aún más presión al tener a Jungwon a mi lado.

- eres tú quien complica las cosas. - Susurró.

Jungwon apretó su propia rodilla para luego raspar con su uña la cutícula de uno de los dedos de la otra mano.

Él raspaba con fuerza hasta el punto de sacar piel, quemarla por los roces y hundir su poca uña provocando una herida en su dedo.

No había prestado atención a sus manos pero en la mayoría de sus dedos tenía lastimado de esa forma, uno peor que otro.

Desvíe la mirada a la ventana sin querer lamer la sangre de mi labio.

¿Ahora mataría a mamá?

¿Porqué no a mi?

Cerré mis ojos al estar estresada y luego miré a Jungwon notando que había dejado de lastimar su dedo...

.

Miles de balar atravesaron mi ventana por lo que caí al suelo junto a Max, tape mis oídos aturdida por diferentes sonidos fuertes y alzé a max para correr fuera de la habitación.

Me apoyé en la pared del pasillo viendo cómo jungwon tomaba mi brazo y me obligaba a seguirlo.

- ¡Max está asustado! - grité preocupada.

Bajamos al primer piso para llegar al estacionamiento y dejar que los hombres de Jungwon se llevarán a max y cosas importantes.

- Señor, lo esperan en la otra salida. - contestó el hombre.

Jungwon asintió dejando que algunos guardias lo acompañaran para pasar por las escaleras y salir volando a una pared debido a una granada al explotar.

Me deslicé hacia el suelo estando débil mientras veía como algunos hombre permanecian en el suelo sin moverse y uno, además de Jungwon se levantaban abriendo fuego.

- ¡Ven conmigo! - gritó Jungwon corriendo hacia Tn.

Me pare con su ayuda y caminé lo más rápido que podía hacia el final del pasillo.

- Debemos irnos de aquí.

- ¿¡Que mierda es esto!? - grité aterrada.

- Matteo y papá.

Del cuadro salió un teclado y Jungwon comenzó a introducir un código que a mí parecer, era el cumpleaños de Jungwon.

La puerta se abrió y Jungwon entró soltando una pequeño quejido...

Tomó mi brazo y empezó a correr por el oscuro pasillo hasta salir fuera de su jardín y caer al suelo por otra bomba.

- ¡No te retrases! - gritó.

Seguí corriendo para llegar a uno de los pequeños puentes de agua del terreno de Jungwon.

Apoyé mis manos en la baranda con la respiración a punto de explotar de tanta adrenalina para oír como una puerta se cerraba.

- ¿Porque no te rindes y ya? - preguntó Mateo sacando el seguro de su metralleta.

- ¿Rendirme? No es lo mío. - contestó tratando de mantener la postura.

Miré si el lago artificial era profundo para luego ver a Matteo hablar con Jungwon.

- estás herido, ya rindete.

Miré como Jungwon mantenía su mano en su abdomen con sangre...

- ¿Me darás a Tn? - preguntó matteo.

Jungwon suspiró hondo para moverse solo un poco hacia matteo para terminar tomando mi mano y corriendo hacia la baranda mientras oiamos cómo abrían fuego hacia nosotros.

Nos sumergimos en el agua y mantuve la respiración por un largo tiempo hasta nadar hacia la oscuridad que nada más se trataba sobre estar debajo del puente.

Nade hacia algún lugar en el que podría sostenerme para ver cómo Jungwon se sostenía de una de las estructuras del puente.

Su cabeza estaba agachada, sus manos temblaba y su piel había pasado a una muy blanca y débil.

Él me observó y con su dedo me hizo la seña para que me mantuviera en silencio.

Tragué duro con frío para dejar pasar unos cortos minutos he ir hacia el césped para dejar acostar todo mi cuerpo al suelo del cansancio.

Jungwon comenzó a toser y me dió la espalda dándome una mejor vista sobre su herida de bala en el estómago y en el hombro.

- Estoy herido... - Murmuro Jungwon con temblor.

- Iremos pronto señor. - contestó ante la orden.

Las manos de Jungwon temblaban, de por sí el estaba herido y se encontraba demasiado debil...

- rápido... - contestó tosiendo .

Noté como se sentaba para percatarme que se estaba esforzando en quedarse despierto y no desmayarse por la perdida de sangre.

- Pronto vendrán... No te preocupes, estarás a salvó. - contestó apretando aún más la herida de bala de su estómago.